Jaime Flores Martínez
Cicuta.com.mx twitter:@jaimecicuta
|
Lujuria
Seducido por la
posibilidad de alcanzar algún puesto de elección popular, el propietario del
prostíbulo más popular de Tijuana decidió echar mano de todos sus recursos
disponibles para convertirse en posible gobernante.
Muy pocos saben
que don Gerardo Álvarez Jiménez, dueño del antro de moda en la zona norte de
Tijuana, se inscribió hace un par de semanas para contender por la presidencia
de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Tijuana.
Obvio que don
Gerardo no obtuvo ni un miserable voto pues en la exposición de motivos se
presentó como empresario gasolinero. Algunos de ellos dibujaron una sonrisa,
pues don Gerardo no es precisamente un inversionista dedicado al expendio de
combustible.
Durante el último
tercio del año pasado, el señor Álvarez salió a flote por el escándalo generado
por la construcción de un expendio de gasolina a unos metros del plantel
escolar Alba Roja, ubicado en el primer cuadro de la ciudad de Tijuana.
En aquel momento
decenas de padres de familia se manifestaron en contra de la construcción de
una gasolinera que obviamente pone en grave peligro a los educandos. Además, el
uso de suelo exigido por el gobierno municipal no permite que ese tipo de
negocios se instalen tan cerca de las escuelas.
Aun así, a don
Gerardo le valió pito la inconformidad social pues de inmediato gestionó y
obtuvo un amparo del Tribunal de lo Contencioso Administrativo que --en este
caso-- le permitió continuar con la obra.
Don Gerardo siente que sus detractores le
pelan las muelas pues goza de la amistad del actual delegado municipal de la
zona centro de Tijuana Karim Chalita. Este último despachó como presidente de
la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana hasta iniciada la presente administración
municipal.
Al principio de
este trienio Karim Chalita fue nombrado delegado de la zona centro, justo donde
su compadre Gerardo Álvarez tiene la mayoría de sus negocios, incluidos sus
burdeles y las gasolineras.
Por si alguien lo
ignora, don Gerardo despachó como vicepresidente de la Cámara Nacional de
Comercio de Tijuana justo en los tiempos de Karim Chalita Rodríguez como
presidente. Karim Chalita y Gerardo Álvarez son amigos íntimos.
Algunos consejeros
descalificaban que Karim ofreciera tantísimas facilidades a un personaje cuya
fuente de ingresos es la explotación de las mujeres en su burdel.
En ese negocio
proliferan los borrachines lujuriosos que dan rienda suelta sus instintos.
Colindante con el mentado prostíbulo, funciona un hotel cuyo piso luce
desgastadísimo de tanto tránsito. Alguien afirma que allí se camina sobre un
surco. Así de transitado.
Un empresario que
presenció la elección del nuevo presidente de la Coparmex, estima que don
Gerardo tiene sus razones para asumirse como integrante del sector patronal,
pues no cualquiera tiene 200 empleadas dedicadas al oficio más antiguo del
mundo.
Obvio que las
carretadas de dinero que obtiene cada noche, puede canalizarlas al sitio que se
le antoje.
Si bien las
gasolineras no gozan de la mejor reputación por la añeja práctica de vender
litros de a medio litro, la conservadora sociedad mexicana mantiene satanizada
a la mujer dedicada al sexo servicio.
Al menos en
Tijuana (si hablamos de la sociedad más conservadora) el desacuerdo es mayúsculo
si se trata del detrimento de la imagen de una ciudad que ha luchado por romper
los paradigmas.
Durante varias
décadas la ciudad de Tijuana fue tachada como el burdel más grande del país,
aunque la percepción social ha cambiado radicalmente durante la última década.
Ahora la visión de
una gran parte de los mexicanos es que Tijuana se sustenta en una sociedad pujante cuyo mayor desventaja es la
lejanía con el centro del país.
El empresario que
charló con Cicuta estima que aunque los sueños de Álvarez son legítimos, existe
el riesgo de que los antros de visión proliferen. Ah, claro, eso si el señor
Álvarez cumple su cometido y alcanza en algún momento un puesto de elección
popular que --Dios quiera-- no sea la presidencia municipal.
Amarre
Más allá del
riesgo que representa para los medios de comunicación el desplegado oficial del
viernes contra un periódico bajacaliforniano, vale la pena destacar que --en un
hecho sin precedentes--, los gobiernos panistas y priistas se pusieron de
acuerdo.
En el desplegado
del viernes, firmado por los tres alcaldes priistas, los dos panistas y el
gobernador blanquiazul, quedó claro que debieron ponerse de acuerdo para
emprender tan audaz encontronazo.
Se supone que el
gobernador Francisco Vega se encargó de coordinar la integración del alcalde de
Mexicali Jaime Díaz Ochoa y del rosaritense Silvano marca Macklis. A su vez el
alcalde de Tijuana, el priista Jorge Astiazarán debió encabezar la integración
del ensenadense Gilberto Hirata Chico y del tecatense César Moreno.
El periodista
Gilberto Lavenant subraya que la acción emprendida por la autoridad atenta
contra aquellos que practican la libertad de expresión y qué hora están en
riesgo de ser señalados y satanizados
No hay comentarios:
Publicar un comentario