BAJA
CALIFORNIA
Por:
Jorge Escobedo
Redacción/Quihubole!!!
TIJUANA,
a 30 de mayo de 2019.- Todos los periodistas que te conocimos, aun no asimilamos tu muerte,
este día es de los más tristes de quienes como yo, tuvimos el privilegio de
conocerte y charlar contigo, sentimos una enorme pena por tu familia y seres
más queridos.
Porque
hoy, nos asaltan los misterios más profundos de la historia de los hombres.
¿Por qué tú? ¿Por qué de esta manera tan en silencio, tan sin ninguna queja?
Creemos
estar en una nube que envuelve nuestra mente y nuestro corazón. Todos los que
te conocíamos sabemos de tu enorme amor. Amor por tu familia, amor por los
compañeros de los medios a los que siempre tratabas de animar y aconsejar en los
momentos de dificultad, para que nos sintieramos parte del mejor equipo del mundo,
un equipo formado por los que nos reuniamos ahi contigo, todos sabemos de tu enorme amor porel projimo.
No se
me ocurre otra cosa que recordar la canción de Alberto Cortez, cuando un amigo
se va, algo se muere en el alma, también se nos muere algo en nuestro cuerpo.
Una vez
más se nos confirma que los humanos, no sabemos nada del misterio de la vida,
del por qué Dios no evita que personas humildes, sencillas y cariñosas, nos
dejen en este valle de lágrimas, por qué suceden las injusticias como la de
perder a un gran amigo que nos quiso, nos respeto y dio consejos, por qué tan inesperadamente
se truncan las ilusiones del futuro.
Aquí
estamos hoy para expresarte nuestro respeto, cariño y agradecimiento por tantas
y tantas anécdotas de los mas de 10 alcaldes a quienes les lustraste los calzados
durante tus labores en más de tres décadas como bolero en palacio
municipal.
Gran camarada
y entrañable lector de Nada Personal, siempre nos animaste con tus comentarios,
críticas, observaciones y recomendaciones e incluso, tus amonestaciones, las
que esperamos nos sigas dando desde el cielo, donde de seguro nuestro Amado
Dios, te tiene dispuesto un sitio de privilegio, como a todos los hijos de esta
noble ciudad de Tijuana quienes te recordaran en su historia cotidiana como uno
de los amigos más entrañables.
Guárdanos
un lugar para que en un futuro, a fin de cuentas todos somos tiempo, nos
volvamos a encontrar con tu alegría, tu cariño y tu buen hacer hacia los
hombres, en su camino hacia Dios.
No nos
dejes de acompañar en tu lugar por el mundo de los cielos, cuida especialmente
de tu madre, mujer, hijos, nietos, y todos tus seres queridos, para que puedan seguir
el duro camino que la vida les ha puesto por delante, a todos envíanos fe para
continuar en esta huida de la vida hacia la otra vida infinita, guíanos con tu
ejemplo e ilusión, para que aunque no tengamos tu presencia, sepamos siempre
hacer lo mejor en esta vida.
Tu
recuerdo es algo que pervivirá para siempre, nunca nadie nos lo puede
arrebatar, gracias por tu ejemplo y tu amistad solo puedo decir que oramos y rogaremos
para que el Señor Todo Poderoso nos guarde un lugar a tu lado.
(En
memoria de Juan Antonio López Pérez, el popular "Toñito", luego de
enterarme de su lamentable fallecimiento)