* Son quienes autorizan
nuevos permisos, placas y las invasiones de rutas, acusa el representante del
Frente Transportista de Tijuana
BAJA CALIFORNIA
Por: Steven Sxkovedo
Redacción/Quihubole!!!
TIJUANA,
a 2 de noviembre de 2018/Semanario Libertad.- Con un análisis mesurado de la problemática del
transporte público, el presidente del Frente Transportista de Tijuana, Jose Gabriel
Lemus Torres pudo expresar con toda seguridad que “el gobierno es el culpable
del desorden”, pues observó que “son quienes autorizan nuevos permisos, placas
y las invasiones de rutas”.
En ese
contexto, aunque calificó la ejecución del proyecto del SITT (Sistema Integral
del Transporte de Tijuana) como “adelantado”, porque no se esperó la autoridad
a contar con el sistema de pago con tarjetas, el cableado digital, cámaras y
adecuaciones de las estaciones y paraderos, avaló que se añadan unidades de
transporte, como por ejemplo los taxis tipo “urban”, a las rutas alimentadoras.
El
problema es que prevalece el caos, y es una “bomba de tiempo” que urge
“desactivar”, mediante que el Secretario de Movilidad Urbana, Daniel Eduardo
Rivera Basulto, establezca una agenda de acciones a cumplirse puntualmente,
advirtió Gabriel Lemus.
Por
ejemplo, señaló, si se sacan de circulación todos los taxis “clonados” y las
unidades de transporte público que circulan sin placas y sin permisos, serían
aproximadamente 2500 o 3 mil que dejarían de ser una competencia desleal y un
obstáculo al reordenamiento urbano, así como un “respiro” a las demandas de
ajustes a las tarifas.
En ese
sentido, lamentó que esperaron mucho tiempo, casi dos años, para que se creara
la Secretaría de Movilidad Urbana y se nombrara a su titular, y ahora, con el
Segundo Informe de Gobierno y la glosa que se hará del mismo, la atención a las
demandas del sector transporte, y de la misma sociedad en ese tema, se va
aplazando más.
De no
dárseles una solución pronta, o por lo menos establecer una agenda y cumplirla
en sus tiempos, advierte el representante de los transportistas y trabajadores
del volante, que podrían irse de nuevo a lo que antes les funcionaba: las
manifestaciones, paro de servicio y plantones.
En
cuanto al mecanismo de plebiscito para analizar y, en su caso, aprobar o
desaprobar aumentos a las tarifas del transporte público, Gabriel Lemus dijo
estar en contra, y que se siga estableciendo esos ajustes de la manera
tradicional, mediante el Consejo Municipal del Transporte, donde también hay
representación de la sociedad organizada.
“Obviamente
nadie estará de acuerdo con aumentos a las tarifas, pero habría que evaluar los
costos de las unidades (la mayoría ya nuevas o de modelos recientes), el
mantenimiento, refacciones y los combustibles; pero todo eso podría aligerarse
si combaten la circulación de unidades “clonadas”, “piratas”, y se cumpliera al
fin con el reordenamiento de las rutas, porque sobran transportes en la mayoría
de ellas, hay invasiones permitidas por la propia autoridad”, explicó.
Ante
ese panorama caótico, observó también que es injusto que se sancione a quienes
crucen por los carriles confinados al SITT, ya que “estrangulan” las vialidades
y generan congestionamientos, pero además, no está funcionando la Ruta Troncal
y sus alimentadoras como debiera ser. Aunque la autoridad ya presuma que el
SITT funciona en un 80%, la realidad es que no funciona ni en un 30%, apuntó.
Por
consiguiente, también urgió a que se haga todo lo que sea necesario para operar
el SITT como se tenía proyectado: sacando de circulación 1200 unidades del
masivo (paulatina y progresivamente), las cuales sean “chatarrizadas”, y se
integren todas las empresas del masivo, así como otras modalidades de
transporte al SITT, ya sea en rutas alimentadoras.
Hasta
el momento, sin embargo, ninguno de esos objetivos se está cumpliendo,
concretó.