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Por: Exal Baltazar Juan
Avila/APyPM
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VERDE
Chiapas
cuenta con 6 reservas ecológicas: Del Ocote, Montes Azules, El Triunfo, La
Encrucijada, La Sepultura y Lacantú.
La
reserva natural Del Ocote fue decretada el 24 de mayo de 1972, por el Gobierno
del Estado como área natural y típica del Estado de Chiapas y el 20 de octubre
de 1982, el Presidente López Portillo la decreta como zona de protección
forestal y fáunica.
Estuvo
poblada por indígenas Zoques.
Cuenta
con una variedad de fauna silvestre; 97 especies registradas de mamíferos, 334
de aves y 68 anfibios y reptiles.
Montes
Azules, ubicada en la Selva Lacandona, comprendida en los municipios de Las
Margaritas y Ocosingo.
Existen
siete tipos de vegetación: selva perennifolia, selva suberennifolia, sabanas,
bosque mesófilo de montaña, selva de galería, jimbales y bosque de pino-encino.
Representa
el 0.16% de la superficie del territorio nacional y cuenta con el 20% de la
diversidad de plantas en el país, representado con 4 300 especies
aproximadamente; el 25% de las aves, contando con 345 especies y el 27% de los
mamíferos con 114 especies. En los invertebrados, solamente para el caso de las
mariposas, sus 800 especies diurnas representan el 44% del total de México.
Constituye
la mayor extensión de selva perennifolia del país.
Se
calcula una población de 15 000 habitantes, en gran parte son mayas (choles,
tzeltales, tojolabales, lacandones y tzotziles), pero también hay mestizos
llegados de diversas partes del país en los últimos 30 años.
El
Triunfo. Abarca parte de los municipios de Villa Corzo, Ángel Albino Corzo,
Siltepec, Acacoyagua, Pijijiapan, Mapastepec y La Concordia.
Contiene
10 de los 18 tipos de vegetación reportados para Chiapas.
Los
bosques de niebla de El Triunfo son considerados como de los más espectaculares
y de mayor extensión de México, valores que se realzan si se considera que
menos del 0.1% del país es ocupado por este tipo de ecosistemas, y que
actualmente están seriamente amenazados.
La
Encrucijada. Se localiza en la Planicie Costera del Pacífico. Comprende parte
de los Municipios de Pijijiapan, Mapastepec, Acapetahua, Huixtla, Villa
Comaltitlán y Mazatán. Su acceso es posible por la carretera federal 200, en el
tramo entre Mapastepec y Huixtla.
En
estas zonas inundadas existen numerosos canales entre la espesa vegetación
siempre verde, predominando en donde la concentración de agua dulce es mayor,
el zapote de agua (Pachira aquatica), árbol de hasta 25 metros de altura y
frecuentemente con estribos tubulares en la base del tronco; los mangles se
encuentran en las áreas más salobres de estos canales y lagunas. Por este
motivo también se conoce a esta asociación vegetal con el nombre de manglar
zapotón.
Se
registran 294 especies de aves, siendo las más abundantes las acuáticas.
La
Sepultura. Se ubica en el noroeste de la Sierra Madre de Chiapas. Comprende
parte de los municipios de Arriaga, Tonalá, Cintalapa, Jiquipilas,
Villacorzo y Villaflores en las regiones Costa, Centro y Frailesca de Chiapas
respectivamente; su acceso es posible por las carreteras 190, 195 y 200.
La
Cantú. Se localiza al este de Chiapas, en el municipio de Ocosingo. Tiene una
superficie de 61,874 ha.
Con
este nombre, que quiere decir Peña Grande o Peñón (de lacam: grande; y tun:
piedra), los lacandones designaban la isleta principal del lago Miramar, en la
que tenían edificada la pequeña cabecera de su extenso territorio selvático.
Los españoles cambiaron el topónimo maya Lacam-Tun en Lacandón, y utilizaron
este nombre castellanizado para indicar no sólo a la isla, sino también a la
laguna y a la comarca en su derredor.
AMARILLO
Reservas
ecológicas como las mencionadas deberían existir en cada uno de los estados que
integran la República Mexicana, en aquellas áreas en donde todavía sobrevive
algún tipo de fauna silvestre, la invasión caótica de las tierras, la cacería y
la tala inmoderadas, entre otras calamidades humanas, amenazan con acabar con
la vida de nuestros animales.
Si
otros países importan animales para repoblar sus bosques, ¿por qué en México no
nos preocupamos de la sobrevivencia de las especies animales que todavía
habitan en nuestros montes?
Ya es
muy larga la lista negra de animales en extinción y cada día va en aumento. Si
no se crean reservas ecológicas, va a llegar el momento en que nuestros hijos
no tendrán la oportunidad de conocer a los tapires o a los ocelotes, porque ya
no habrá zoológicos. Contemplarán los ejemplares de nuestra fauna solo en
fotografías y dirán: ¡qué hermosos eran estos animales! ¿Por qué los acabaron?
Y esa pregunta sin respuesta ahora, menos la podremos contestar mañana.
ROJO
En el
primer cuatrimestre de este año, varios medios dieron a conocer la invasión de
la que estaba siendo objeto cerca de 100 hectáreas por indígenas tzeltales
quienes talaron arboles de maderas preciosas, esto no es novedad, desde hace
más de 50 años Chiapas ha perdido la mitad de sus bosques y selvas por la
deforestación, y muestra uno de los niveles de deterioro ecológico más graves
del mundo, afirmó Mario González Espinosa, investigador de El Colegio de la
Frontera Sur (Ecosur).
Así lo
público el periódico La Jornada: ''Aproximadamente la mitad de la superficie de
Chiapas (su extensión es de aproximadamente 75 mil kilómetros cuadrados) se ha
perdido, ha sido afectada o cambiado de cobertura en los últimos 50 años, y de
lo que queda, bosques vemos, especies no sabemos'', señaló.
El
especialista de Ecosur indicó que una de las zonas más afectadas por la
deforestación son los Altos, debido a la aparición de centros de población,
derivada principalmente de expulsiones de pobladores por motivos religiosos.
Explicó
que otra área afectada es la selva Lacandona, colonizada en los años 70 por
indígenas y campesinos de otros estados. ''Aquí se han documentado tasas de
deforestación de 4.9 por ciento anual y en los años 90 llegó a más de seis por
ciento, una locura si tomamos en cuenta que el promedio nacional no llega a 2
por ciento, y eso que México es uno de los países más afectados por la
deforestación'', dijo.
González
Espinosa dijo que uno de los factores que aceleraron la insurrección zapatista
en 1994 fue la veda forestal que aplicó el gobierno chiapaneco a finales de los
80 y principios de los 90.
"Los
pobladores de las comunidades estaban enojadísimos porque no podían talar un
árbol porque los llevaban a la cárcel o los multaban, mientras que había empresas
y taladores con permiso del gobierno para deforestar'', comentó.
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