Después de lo acontecido en el fraccionamiento Villas Margaritas, del municipio de Mexicali, el día 16 de marzo, en donde desalojaron a decenas de familias que ocupaban dicho asentamiento de forma irregular, es necesario realizar algunas precisiones con respecto al tema y la labor del Movimiento Antorchista ante el problema de la vivienda. Asimismo, tratar de esclarecer la leyenda negra que se vierte sobre Antorcha con respecto a las invasiones.
A mediados del año 2020 se dio a conocer por algunos medios informativos, la ocupación de las viviendas del fraccionamiento Villas Margaritas, y una vez pasados tres meses, algunas de las familias acudieron a nuestra organización para asesorarlos, a lo cual, como hemos hecho en otros casos, accedimos, si bien es cierto que no promovemos invasiones, hemos tomado la decisión de erradicar el problema de la vivienda en sus dos vertientes más visibles, la falta y la irregularidad en la tenencia de la tierra.
Por tal razón, acudimos al llamado de las familias de Margaritas, entendiendo, además, que dichas personas se vieron obligadas a ocupar dichas viviendas, no solo por la falta de casa, sino por el duro golpe a sus economías, derivado por la pandemia del covid-19. Desde que llegamos al fraccionamiento, asistimos en pleno la dirigencia de Antorcha en Mexicali para que nos conocieran y no se diera lugar a confusiones, además de proporcionar la todo nuestro respaldo desde el principio, dejando claro que las posibilidades de éxito en el problema eran pocas, pero que la lucha se iba a dar hasta sus últimas consecuencias.
Sin hacer más preámbulo de lo sucedido, el día 4 de marzo del año en curso, en audiencia general, después de 9 horas un juez de control, ordenó el desalojo de las familias, a lo que, con asesoría jurídica de Antorcha, se elaboró un amparo, sin embargo, el día 16 de marzo acudió la actuaria y los ofendidos, Rubén y Eduardo Saldaña, acompañados de la fuerza pública, para proceder con el desahucio de las personas, a lo que se presentó el amparo, pero las autoridades no lo aceptaron, ya que, dicho juez emitió la orden de desalojo, ya sea por error o de forma amañada, con el cambio de algunos términos legales, de tal manera que el amparo no funcionara.
Siendo así, que las familias fueron echadas a la calle, lo que nos llevó inmediatamente a gestionar los apoyos pertinentes ante la Secretaria del Bienestar del estado, Atención Ciudadana del municipio y el Instituto de Vivienda (INDIVI), de las cuales, solo la gestión realizada ante el INDIVI ha tenido ya algún resultado, la cual se deriva de la labor constante ante esta dependencia para conseguir terrenos de interés social a cientos de familias que pertenecen a las grupos de solicitantes que hemos formado los antorchistas. Así fue que el día 23 de marzo, en un acto encabezado por el encargado de despacho del INDIVI, Abraham Ávila Delgadillo, se asignaron 20 lotes al mismo número de familias, que fueron las que después del desalojo se vieron obligados a pernoctar a las afueras del fraccionamiento y quienes decidieron seguir en la lucha con Antorcha para conseguir el anhelado patrimonio familiar.
Lo dicho anteriormente, deja en claro que nuestra organización no promovió, ni ha promovido ningún tipo de invasión en el municipio de Mexicali o cualquier otra parte del país, y el caso de Villas Margaritas no fue la excepción, Antorcha no anda buscando fraccionamientos o casas abandonadas para ofrecer, su ocupación o regularización, por el contrario, formamos grupos de solicitantes, mismos que invitamos a través de la difusión de volantes y perifoneo en lugares concurridos, pues lo que si busca nuestra agrupación es que quienes no tienen vivienda la obtengan gestionando ante las dependencias encargadas de la vivienda, exigiendo que se cumpla con el derecho constitucional que tenemos todos los mexicanos de contar con una vivienda digna.
Al igual que organizamos al pueblo para la consecución y exigencia de un patrimonio familiar, nos hemos enrolado en la gestión de la regularización en la tenencia de la tierra, lo cual abunda en nuestro estado, particularmente en Tijuana, donde se vende terrenos una y otra vez o aparecen dueños distintos al paso de los años, al igual que propiedades que nunca se regulan, desincorporan o escrituran por falta de recursos económicos y la voluntad de las autoridades correspondientes.
Finalmente, con el caso Margaritas, queda claro que Antorcha cumple sus compromisos y no deja en el abandono a quienes confían en nosotros, pues ante la tempestad salimos avante y hoy podemos presentar resultados en esta materia, ahí está la consecución de los terrenos legales y regulares, pero este apenas es el comienzo, ahora sigue la ardua labor por construir, pagar y obtener obras, servicios y recursos necesarios para lograr la vida digna de las familias. Para quienes no tengan prejuicios, considero que lo escrito deja clara nuestra labor, siendo así, que si forman parte de los miles de mexicanos sin vivienda se acercaran a Antorcha y lucharan a brazo partido para tener el terruño al que todos tenemos derecho.