Para nadie pasa desapercibido que Leticia López Salazar, candidata a Diputada Local de Huixtla, es hermana del Fiscal de Justicia con licencia y candidato, Raciel López Salazar, ambos por el PVEM.
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Por: Jorge Escobedo
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Nada Personal
CHIAPAS
HUIXTLA, a 29 de junio de 2018.- ¿Qué
hace un organismo político cuando se encuentra herido de muerte? La respuesta
es que recurre a todo por sobrevivir, y en cuestiones electorales ese todo se
traduce en mucho, como el de patadas de ahogado. Esto es, que haga lo que haga,
al final será derrotado. Hay que ver esa imagen, a unos días de las elecciones,
en el comportamiento de los candidatos del PVEM con sus respectivos satélites.
Por eso
es que en el cierre de las campañas se observó a un Carlos Martínez Martínez
intentar influir en la conducta ciudadana con gritos que parecían más bien de
desesperación, y que decir del ex Fiscal de Justicia con licencia en Chiapas,
Raciel López Salazar, candidato a diputado federal decaído y quizás resignado
al ver que en su recorrido lo que sembró no fue otra cosa que traiciones, tuvo la desfachatez de meter con calzador
a su hermana, como candidata local abanderando al mismo partido que todavía
conserva el poder, confiando de manera equivocada en que un fraude más no va a
sorprender a nadie.
Solamente
quien no tenga un dedo de frente le podrá pasar por desapercibido que Leticia
López Salazar, candidata a Diputada Local de Huixtla por el Verde Ecologista de
México, de la noche a la mañana y de última hora aparezca como aspirante sin
realizar campaña, solo por el hecho de ser hermana del Fiscal de Justicia con
licencia en Chiapas, Raciel López Salazar.
Y peor aun, descaradamente anda presumiendo por todo el territorio estatal lo que el PVEM al igual
que el PRI sabe hacer mejor las triquiñuelas de cambiar al candidato a su
manera y antojo , aprovechándose de que cuenta con el respaldo incondicional de
su amigo y compadre, Manuel Velasco Coello, sobre todo en la capital del estado
donde se han multiplicado evidencias gráficas de las “colas” que se forman en casas
o bunker’s en lugares estratégicos donde a cambio de la credencial de elector,
o de una copia, están entregando dinero con la seguridad de cautivar los votos.
El miedo
de perder las elecciones es tanto que el intento de la compra de conciencias
ciudadanas se ha visto también en un conocido hotel huixtleco propiedad del
coordinador de campaña del candidato del
PVEM, Carlos Martínez Martínez, donde se ha visto a ministeriales movilizarse en
tres vehículos Pic Up y un Jeep Sahara, todos de reciente modelo y sin placas
de circulación y luego subir a cobrar lo pactado en el citado hospedaje, donde de
manera descarada se deja entrever la compra y coacción del voto que están dando
a cambio de las promesas, los servicios y los bienes que arrecian como nunca
ahora que se acerca el día de los comicios.
No
escasean las amenazas, el miedo que infunde el partido del gobierno en la
población de que si gana “ya sabes quién” va a pasar lo peor sin registrar que
es de eso de lo que se quiere escapar.
Es así
como el fantasma del fraude se vuelve a pasear en la jornada electoral en la
ciudad de la piedra. Pero en esta ocasión se duda que triunfe pese a la
complicidad abierta de las autoridades electorales –INE, FEPADE y TPJDF -, que
agregan confusión entre los ciudadanos.
Mi
colega Ramiro me comento que por ahí andan diciendo que el clientelismo no es la única herramienta
mediante la cual los partidos y gobiernos están manipulando las elecciones en
Chiapas, también cuentan con otros métodos que preparan los ministeriales que
consisten en la alteración de las listas nominales, falsificación de votos, intimidación
y descalificación arbitraria de los candidatos de Morena, la violencia contra los
simpatizantes opositores. Todo esto se está viendo de manera preocupante en días
recientes en que los sondeos apuntan que los candidatos del PVEM sufrirán la peor desgracia sufrida al perder las
elecciones y con ello perder las esperanzas de que el PVEM vuelva gobernar a Chiapas.
Lo
hicieron mal y por eso hoy se habla del voto del hartazgo, lo que es confirmado
por todos los reportajes y apreciaciones de los huixtlecos que dan como seguro
ganador “al colocho” de MORENA, quien basa su triunfo en que el voto es secreto
y en que los que pretenden burlar saben que no se puede verificar el sentido
del voto individual ni si el ciudadano cumplió con su parte clientelar.
José
Luis Laparra seguro de alcanzar la victoria le apuesta a que el voto secreto
permite al ciudadano cumplir su parte respaldando de manera incondicional votando
en favor de los candidatos de Morena sin sufrir consecuencias habidas y por
haber.
Lo que
explica también que muchos de los operadores de la manipulación del voto del
partido opositor está rasurando lo que les dieron para repartir partiendo de
que si el cambio del sufragio se cotiza en dos mil pesos promedio, al votante
sólo le están dando 500 o mil pesos aminorándose así el voto del coraje que
consiste en cobrar lo que sea e ir a votar en contra del candidato que está dando,
que es el partido en el poder o sea el PVEM.
Un
partido verde que, como nos dijo Ramiro, hay que verlo todo desorganizado, tras una derrota anunciada,
hay que replantear, incluso, la refundación del PVEM, pues su candidato a
diputado federal, ante la vergüenza de la corrupción y las malas administraciones
tuvo que hacer campaña en locales cerrados casi siempre, rodeado de acarreados
y con la instrucción más reciente de gritar tan fuerte se pueda. Pero ni así,
ni sudando la camiseta como pidió a sus fieles, pudo prender.
Del
otro lado, el que tiene que ver con el mismo candidato, lo cierto es que ya
nadie discute si va a perder, sino cómo va a ganar, esta preocupación que se ha
transformando en resignación, hoy ambos candidatos del PVEM saben que tienen
que enfrentarse a la realidad inmediata y empiezan a temer que van a perder las
elecciones irremediablemente.
La población
huixtleca está con Laparra convencidos de que los principios que pregona
nacieron de la imagen que dejo durante una administración de 18 meses, con
pensamiento de “No robar, no mentir y no traicionar”, al igual que “mandar
obedeciendo”, destacan que volverá a gobernar pero esta vez por tres años, lo
que garantiza que a Huixtla y a los huixtlecos les ira mejor.
Sobre
todo a los campesinos de la zona alta y de la zona baja, donde la gente más vulnerable
se hallan en condiciones de pobreza, marginación, discriminación y exclusión, razón
por la que reclaman su derecho a existir en mejores condiciones de vida.
Carencias
que han reclamado con manifestaciones y externados por jóvenes, ancianos,
colonos, autoridades rurales y urbanos, miembros de organizaciones populares, empleados y burócratas, amas de casa y familiares de quienes han sido
víctimas de cualquier tipo de violencia, con seguridad colmarán
este domingo las urnas ubicadas en todo el municipio huixtleco, expulsando con su voto a un
gobierno que lleva las siglas del PVEM, orillando a los morenistas organizarse para
cuidar voto por voto para evitar el riesgo de que igual que el PRI y el PAN estén tramando triquiñuelas y lamentando su derrota con anticipación. Pero que
conste, no es… Nada personal.