Desde que el Wall Street Journal publicó ayer su reportaje sobre
la participación del multimillonario Ricardo Salinas Pliego en la trama de
Grupo Fertinal, el magnate, varios de sus empleados y Grupo Salinas desataron
su cólera contra el medio estadunidense mediante expresiones como “pieza
increíble de mal periodismo”, “pendejadas que me involucren”, “nota
malintencionada”, “una m**rd*”, “malévola” o “mentiras”, entre muchas.
“En fin, nada cambia, yo seguiré siendo multimillonario y todo
estará bien”, comentó el magnate ayer, en una de sus múltiples reacciones
publicadas en su cuenta de Twitter, en respuesta al autor del reportaje, Robbie
Wheelan.
El reportaje del WSJ documentó que Salinas Pliego tomó el control
de acciones de Grupo Fertinal a través de compañías y fundaciones de papel
incorporadas en Europa, para cobrar un seguro de 120 millones de dólares a la
aseguradora holandesa ING, confirmando lo que Proceso había documentado hace
año y medio; el medio estadunidense también reveló que empleados de Grupo
Salinas amenazaron a directivos de la compañía para que pague el seguro.
Ayer, horas después que el medio estadunidense publicó el
reportaje, el periodista Carlos Moya, quien trabaja para Salinas Pliego en
ADN40, sostuvo en su cuenta de Twitter que el trabajo periodístico “es una
m**rd*” y, tras acusar que el WSJ “ni siquiera dice cuál fue el siniestro
reclamado” –lo cual es falso, pues el reportaje señala que fue por los daños
causados por un huracán en una mina–, lanzó: “Grave que un periódico haga ese
juego moral equívoco”.
Salinas Pliego, quien desde hace varios meses es muy activo en sus
redes sociales –donde suele presumir su riqueza–, le contestó de inmediato:
“Carlos por favor!!! Déjelos que publiquen… ¿si no publican mentiras sobre mí
qué van a publicar y cómo van a llevar de comer a sus casas?, yo los entiendo
es muy duro vivir con la panza vacía. Pobrecitos déjelos vivir en paz, les
mando de hecho un abrazote!!!”.
En la noche de ayer, Luciano Pascoe, director general de ADN 40 y
“Director de Estrategia Editorial” en Grupo Salinas, publicó un boletín del
grupo, que acompañó con unos comentarios en inglés: “pieza increíble de mal
periodismo. Qué vergüenza que el WSJ se preste a este tipo de reportajes. Aquí
viene la respuesta de Grupo Salinas. Saben que cuando hacen la misma pregunta,
intentando recibir una respuesta diferente, se ven un poco lunáticos”.
En su postura, Grupo Salinas planteó que el reportaje estuvo
“malintencionado, “lleno de prejuicios y verdades a medias, lejano a la
realidad y a los estándares periodísticos que afirman practicar”; al final de
su comunicado, insinuó que la publicación por el medio estadunidense respondía
a “agendas oscuras”, que “aspiran a influencia la política en México y afectar
reputaciones bien adquiridas”.
El corporativo también justificó la venta de Grupo Fertinal a
Pemex –por 635 millones de dólares, que incluían un pago de 405 millones de
dólares a Banco Azteca por créditos–, y aseveró que “lo que sucedió después con
las operaciones de Fertinal” –es decir, la pérdida de miles de millones de
pesos– es “responsabilidad de sus compradores” –es decir, Pemex– “quienes
despidieron personal calificado y desmantelaron su estructura”.
Hoy, las embestidas continuaron: cuando Víctor Trujillo subió en
su canal de Brozo una reseña del reportaje, Salinas Pliego arremetió contra el
hombre y el WSJ.
En una serie de publicaciones “de empresario a payaso”, el
multimillonario afirmó que su publicación “está llena de suposiciones,
falsedades e intrigas” y, tras expresar que “me extraña que diciéndose usted
víctima de lo mismo, haga una publicación intentando levantar sospechas en
contra de mi persona”, lanzó a Brozo: “espero una disculpa de su parte”.
En sus mensajes, Salinas Pliego reconoció que ING “se rehusaba a
pagarle a uno de sus clientes, buen amigo mío por cierto (Fabio C.)”, en
referencia a Fabio Massimo Covarrubias Piffer, entonces accionista mayoritario
de Grupo Fertinal; sin embargo, desmintió que él, como dueño de TV Azteca, haya
presionado a la aseguradora holandesa para que pagara, “cosa que de antemano no
debería de ser necesaria, puesto que la aseguradora debe cumplirle a sus
clientes”.
El magnate acusó a ING de fabricar pruebas y de no querer cumplir
con sus contratos, y retó a Trujillo a mostrar las evidencias y a denunciar
ante tribunales: “Cada vez que sale un reportaje amañado como el suyo, salgo a
dar la cara, creo que el que nada debe, nada teme y los invito, (hágalo usted)
a que si tiene pruebas, los memos, videos, audios o algo que sustente sus
“SOSPECHAS”, denúncieme”.
Tras afirmar que “aquí no hay delito que perseguir, y nunca ha
habido” y de criticar las “pendejadas que me involucren”, abundó: “En su video
está escrito, que se “SUPONE” que existen empresas de papel (en no sé qué parte
del mundo), controladas por mí, de nueva cuenta lo invito a que no suponga
nada; mejor investigue, presente pruebas y denuncie, como debe de ser… Sin
chismes, hagamos las cosas bien!!!”.
En julio de 2019, Proceso publicó un reportaje en el cual reveló
–con documentos– la red de compañías y fundaciones establecidas en Suecia y
Bélgica, a través de las cuales Salinas Pliego controlaba acciones en Grupo
Fertinal, lo que volvió a documentar el WSJ. Acto seguido, el magnate y Banco
Azteca demandaron al semanario, el autor del reportaje y dos integrantes del
entonces equipo directivo. (Con información de Proceso)