Por: Pascacio Taboada Cortina
* El factor humano induce deshielo de aguas
congeladas por siglos o milenios de los polos; es posible que libere virus del
tipo SARS-Cov-2
* Reportes científicos indican que la
“pérdida de biodiversidad en el planeta”, se debe a la deforestación, tráfico
de especies animales, explotación agrícola y ganadera intensiva, y el cambio
climático
“Las pandemias no surgen de manera natural.
Son tan antropogénicas como el cambio climático”, afirmó el doctor Julio Frenk
Mora, ex secretario de Salud de México y actualmente Rector de la Universidad
de Miami, EU.
Cuando las aguas heladas de los polos se
derriten, por efecto del calentamiento global, quedan al descubierto
microorganismos que han permanecido por siglos o milenios sepultados. Cuando se
desplazan, ocupan zonas y regiones distintas en busca de condiciones propicias;
se hospedan o manifiestan en animales y, dada la relación de éstos con seres
humanos, podrían convertirse en casos como el “SARS-CoV-2”
El cambio climático desempeña, por lo tanto,
un doble papel en los procesos relacionados con el desarrollo de enfermedades:
impacta directamente en la salud de las personas y amplifica las amenazas que
afectan a la biodiversidad, lo cual favorece la expansión de los virus, hongos
y bacterias causantes de enfermedades.
El calentamiento global no sólo lanza gases a
la atmósfera, sino que propician el derretido de las masas heladas del planeta.
Esto abre la posibilidad de que “puedan ver la luz virus de distintos tipos que
han permanecido cientos o miles de años en el ‘permafrost’ (suelos congelados),
indican expertos en la materia.
A propósito de la presencia del virus tipo
“SARS-CoV-2” en México y el mundo, el académico Julio Frenk afirmó que, desde
finales del siglo pasado, “la frecuencia en las pandemias ha ido en aumento y
esto es reflejo de la invasión y destrucción de hábitats, las prácticas
inhumanas y no sustentables asociadas con la cría moderna del ganado y aves de
corral, sin dejar de mencionar la explotación agrícola y ganadera en forma
intensiva.
“Todo ello facilita que los microorganismos
crucen las barreras de las especies. La perspectiva es que no podemos seguir
por este camino de desarrollo desmedido e incontrolado sin pagar un costo muy
elevado no solo para el resto del planeta, sino también para nuestra propia
especie”.
Cuidar el planeta para evitar otras
pandemias, recomiendan científicos y expertos de la Organización de Naciones
Unidas, de la Organización Mundial de la Salud y otras entidades
internacionales, como WWF (World Wildlife Fund), las cuales afirman que, “el
riesgo de aparición de enfermedades infecciosas transmisibles al humano,
aumenta sensiblemente con la destrucción de la naturaleza, la pérdida de
biodiversidad y el cambio climático”.
Existe una relación directa entre la salud de
nuestro planeta y el bienestar humano, asegura el área de Conservación de WWF.
“Múltiples estudios muestran cómo la destrucción de la naturaleza aumenta el
riesgo de la aparición de enfermedades”. Este es el caso de la pandemia
generada por el virus SARS-CoV-2.
En el momento en que la naturaleza se altera
o se destruye, se debilitan los ecosistemas y se facilita la propagación de
agentes en potencia patógenos. Las principales causas que fomentan la pérdida
de la biodiversidad en nuestro planeta, son la deforestación, el tráfico de
especies, la explotación agrícola y ganadera intensivas y el cambio climático,
indicó esa organización.
Por su parte, la Organización Mundial de la
Salud, (OMS) tiene detectadas más de 200 enfermedades zoonóticas; es decir,
males y parásitos que se transfieren de las especies animales a los humanos.
Además, el mismo organismo internacional señala que, hasta 70 por ciento de los
males humanos, tiene que ver con ese origen.
El cambio climático desempeña, por lo tanto,
un doble papel en los procesos relacionados con el desarrollo de enfermedades:
impacta directamente en la salud de las personas y amplifica las amenazas que
afectan a la biodiversidad, lo cual favorece la expansión de los virus o
bacterias.
Por otra parte, sobre el deshielo de los
glaciares, pongamos en contexto que ocupan el 10 por ciento de la superficie
terrestre y, junto con las capas de hielo, suman casi el 70 por ciento del agua
dulce del planeta Tierra. La razón de que los glaciares se derriten, está en el
aumento de la temperatura terrestre con una intensidad decreciente desde
mediados del siglo pasado.
La Universidad de Zurich revela en un estudio
sobre el particular que, el deshielo glaciar se ha acelerado desde hace unas
tres o cuatro décadas. La pérdida de hielo alcanza 335 mil millones de
toneladas anuales, lo que supone el 30 por ciento del ritmo actual de
crecimiento de los océanos.
Este proceso se manifiesta en el crecimiento
del nivel del mar. Desde 1961 la crecida de los océanos alcanza 2.7
centímetros. Es de señalar que los glaciares del mundo tienen un potencial de
170 mil kilómetros cúbicos, lo cual equivaldría a aumentar, hipotéticamente por
ahora, para aumentar el nivel del mar en casi medio metro.
Los científicos e investigadores de muchos
países, coinciden en que, para detener el cambio climático y preservar los
glaciares, es imprescindible disminuir las emisiones mundiales de Bióxido de
Carbono (CO2), un 45 por ciento en la década de 2021 – 2030, y a CERO después
de 2050. Sólo así, disminuiría el calentamiento global.