BAJA CALIFORNIA
Por: Rosalino
Hernández Gómez*
Redacción/Quihubole!!!
ENSENADA, a 9 de
noviembre de 2018.- En el último año de gobierno de Narciso Agúndez Montaño se
consumó un atraco disfrazado de acto de justicia social: con propósitos
evidentemente electoreros fueron entregados lotes del predio La Pasión,
propiedad del Gobierno del Estado, a gente que había invadido el Cerro del
Pedregal y a personas que supuestamente habían hecho trámites ante la
dependencia de vivienda estatal. La entrega se justificó demagógicamente por la
urgencia de dichas personas de tener un lugar para vivir y por
“la
sensibilidad social” del gobierno en turno. Con el tiempo se demostró que todo
fue una gran farsa: los lotes se entregaron como moneda de cambio por el voto
en la contienda que se avecinaba, pues en febrero de 2011 habría elección para
gobernador.
Aprovechando
que los simpatizantes de Marcos Covarrubias, que abandonó las filas perredistas
para ser el candidato del PAN, nunca habitaron los terrenos que se les
adjudicaron, en noviembre de 2010 el
gobierno perredista a través de un “líder” afín y asegurando poder regularizar
la posesión de los lotes, invadió el predio La Pasión “C” con más de 300
familias; el líder perredista, una vez que sangró a estas familias con elevadas
cuotas y al perder la gubernatura dicho partido, abandonó a las familias a su
suerte; en condiciones deplorables, sin agua, sin luz ni drenaje. Al quedarse
solos buscaron al nuevo gobierno, siendo atendidos por el entonces Secretario
de Gobierno Armando Martínez, quien les advirtió que los lotes ya tenían
“dueño” y les expuso dos posibles soluciones: 1) la reubicación y 2) revisar la
posibilidad de cancelar contratos anteriores y de esta forma reasignarlos a
quienes los habitaban. Apenas se retiraron de la reunión cuando el gobierno del
estado, de Covarrubias y Armando, ya estaba iniciando la persecución judicial y
amenazando con cárcel y desalojos. Esto decidió a las 300 familias de La
Pasión, a buscar el apoyo y protección del Movimiento Antorchista, en noviembre
de 2011. El gobierno panista pretendió evitar construyeran, unidos con
Antorcha, una fuerza que les sirviera de defensa, por lo que les advirtió que
sólo regularizaría la posesión de los que se alejaran de nosotros, por lo que a
los antorchistas solo les podría esperar la calle o la cárcel.
El
resultado fue que 180 familias siguieron firme y lealmente con Antorcha
Campesina; el resto confió en las promesas que el gobierno nunca cumplió. El
hostigamiento y las amenazas del gobierno, a través de la Procuraduría General
de Justicia del Estado (PGJE) no se hizo esperar, lo que llevó a los antorchistas
a realizar varias marchas y un plantón que duró poco más de un mes, contando
con la decidida participación de los antorchistas del Regional Noroeste.
Gracias a ello se logró la reubicación de las familias en la segunda sección
del polígono de La pasión “C”. El Estado, no conforme con los resultados
obtenidos, insistió en sacar a Antorcha de la colonia, para lo cual incorporó
otros dos asentamientos irregulares en el mismo polígono, con el propósito de
echarle montón a los antorchistas e imponer un comité de la colonia que los
expulsara. Lejos de conseguirlo, muchas familias más reconocieron que gracias a
Antorcha tienen un lote donde edificar el patrimonio de su familia, pues el
gobierno nunca les dio esperanzas, hasta que se dio el plantón de Antorcha, de
la misma manera estaban claros que gracias a la lucha de la colonia encabezada
por Antorcha logramos la electrificación y las mufas gratuitas, el agua
potable, el drenaje y los contratos con sus respectivos descuentos. Con esa
misma presión de la lucha antorchista, logramos la creación del preescolar, la
primaria y la secundaria.
Perredistas
y panistas por igual pretendieron evitar que
los vecinos de La Pasión ejercieran su libertad y derecho a organizarse
en el Movimiento Antorchista; a pesar de sus continuos ataques, nuestra
organización ha seguido apoyando el desarrollo y el progreso de las familias de
La Pasión con programas federales
gestionados por la dirigencia nacional antorchista como el mejoramiento de la
vivienda, la cancha de usos múltiples y su techumbre; guarniciones y banquetas
y la pavimentación con concreto hidráulico del acceso principal. Todo ha sido
gracias a la lucha antorchista. En menos de seis años La Pasión ha logrado
tener servicios y obras muy importantes como ninguna otra colonia de La Paz.
Otra obra importante es el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) gestionado
por el antorchismo nacional, un espacio en donde los niños, jóvenes y padres de
familia de la colonia La Pasión llevan a cabo talleres de capacitación para el
trabajo, clases de danza, reuniones vecinales y en general actividades
formativas y de desarrollo cultural. En su momento Antorcha Campesina planteó
al gobierno de Carlos Mendoza Davis la necesidad de un espacio recreativo con
estas características para que los habitantes de la colonia pudieran
desarrollarse, su respuesta fue, como era de esperarse, negativa, pues a decir
del gobierno estatal no contaba con recursos de tal magnitud y si Antorcha
quería una obra de este tipo para La Pasión tenía que conseguir los más de
cuatro millones que costaba en otro lado. Dicho y hecho, los antorchistas
logramos los recursos necesarios con el apoyo del antorchismo nacional; pero ya
construido el CDC el gobierno estatal se negó a inaugurar y a entregar las
instalaciones a sus legítimos promotores, buscando entregárselas a un comité de
incondicionales del panismo sin ninguna trayectoria de apoyo a la colonia. Ante
esta situación optamos porque el CDC iniciara sus trabajos, aunque nadie del
gobierno cortara ningún listón (a lo que por cierto no tenían ningún derecho
pues nada les costó), lo que molestó al gobierno del estado que acusó a varios
dirigentes vecinales de despojo. El gobierno panista, tanto el estatal como el
de la administración municipal pasada, se lanzaron a perseguir como criminales
a los instructores y promotores de talleres de fabricación de piñatas,
capacitaciones para el trabajo, talleres de guitarra o baile y otras nobles
actividades similares, en lugar de garantizar que en La Paz y en Los Cabos haya
tranquilidad para los sudcalifornianos y para los turistas que nos visitan.
Es entendible, va con su naturaleza
política declarada, aunque nunca justo ni justificable, que el gobierno
antipopular panista haya emprendido esa criminalización de los lideres sociales
y vecinales; lo extraño es que el actual presidente, el morenista Rubén Muñoz
Álvarez, siga los pasos de los panistas, imite a Mendoza Davis y a Armando
Martínez en su ataque a los antorchistas de La Pasión, sin haberles permitido
siquiera la oportunidad de explicarle su versión. Como dijera recientemente el
Presidente Electo, López Obrador, debe respetarse el derecho de réplica. Pero
ni réplica, ni audiencia ni derecho a la defensa, el presidente municipal
parece ya haber juzgado y dictado sentencia. Los antorchistas de La Pasión, los
de La Paz, Baja California Sur y de la región noroeste estamos atentos al
desenvolvimiento de los hechos, listos para defender en el marco legal y
haciendo uso de los recursos sociales y políticos a nuestro alcance, nuestros
derechos constitucionales de organización, petición y manifestación.
Respetuosamente solicitamos al señor Presidente Municipal reciba en audiencia a
nuestros representantes y, junto con su gobierno, sigamos luchando y trabajado
por colonias de seguridad y progreso para las familias sudcalifornianas. Ni
ilegalidades ni despropósitos, sólo pedimos lo justo y estamos dispuestos a
luchar para lograrlo.
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