Y continuó “imaginen que hubiese llegado una persona sin principios, sin ideales, al servicio de la misma mafia del poder económico y político, sin compromisos con el pueblo”.
De haberse dado el caso estuviera muy preocupado, no por su desempeño, sino por el riesgo que regresara el clasismo, el racismo, la corrupción. “Como iba aquedar el país, en manos de quién. Además, todo lo avanzado iba a ser destruido. Decían que no iban a echar atrás los programas sociales, pero desde cuando desde Zedillo reformaron la Constitución, el artículo cuarto para garantizar el derecho del pueblo a la salud pero nunca sucedió, nunca”.
Mencionó también que aun cuando los programas sociales estuvieran en la Constitución podrían también no aplicarlos porque igual está en la Carta Magna pagar salarios justos y en la práctica nunca lo hicieron en 36 años.
Por otro lado, tocó nuevamente el tema de la reforma al Poder Judicial, explicando nuevamente que la intención es quitarle a la delincuencia organizada y a la de cuello blanco el control de ese poder.
Ante las opiniones que arguyen riesgos de que poderes fácticos, como la delincuencia, tengan el control de ese poder si sus integrantes son elegidos por voto popular, el mandatario federal respondió: “¿Y qué, ahora no lo tienen?”
Y es que en ocasiones, planteó, los fallos están relacionados con los intereses de los delincuentes. “Quieren tener control los mafiosos, para decirlo claro, control; o sea, para que sigan jueces ordenando ‘en 24 horas le das la libertad’, u otro tipo de cosas”.
Remarcó que en la iniciativa se plantea que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por la gente.
Sin embargo, “escuché (de algunas voces): ‘no puede estar el Poder Judicial controlado, pueden manipular las elecciones y pueden los delincuentes tener el control del Poder Judicial’. Yo digo: ¿y qué, ahora no lo tienen? Si lo que queremos es quitarles a los delincuentes un poder que tiene que estar al servicio del pueblo, impartiendo justicia. ¿Qué, no, en muchos casos, las resoluciones tienen que ver con los intereses de la delincuencia organizada y de la delincuencia de cuello blanco?”.
El jefe del Ejecutivo aseguró que la única manera de enfrentar esta situación es a través del método democrático, “con la participación de la gente, que el pueblo elija”.
Confió de nuevo en que la próxima legislatura pueda aprobar esta reforma en septiembre, antes de que termine su sexenio; de ser así, agregó, el primer trimestre del año próximo podrían llevarse a cabo las elecciones para elegir a los integrantes de este poder.
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