“La pobreza es el enemigo número uno del pueblo trabajador, es de ella de donde se desprenden los problemas más graves que sufre el pueblo, la inseguridad, la falta de atención a la salud, la raquítica educación, el hambre y muchos otros… cuando los gobiernos en sus tres niveles no hacen nada para combatirla, esta se acentúa y ataca con más fuerza hasta llegar a niveles desgraciados”, dijo Dióscoro Gómez Vázquez, dirigente de Antorcha en Mexicali, tras ser entrevistado por diferentes medios al explicar por qué Antorcha sigue luchando contra la pobreza en México y en el país.
¿Cómo es que Antorcha identifica a dónde llegar y con quiénes acercarse?
Nosotros no llegamos en particular a las colonias o pueblos; la gente nos busca como una salida a los problemas que le aquejan. Primeramente existe una necesidad material, ya sea porque ocupan que los ayudemos a gestionar una vivienda, un servicio público; ocupan de la organización del pueblo para conseguir sus demandas. Después se hacen antorchistas y se involucran en la lucha de los demás antorchistas; ya no ven solamente sus demandas, sino que entienden que hay más necesitados como ellos y eso es lo que Antorcha quiere: que el pueblo se vaya organizando, y vaya entendiendo que hay muchos por quiénes luchar.
¿Antorcha sólo lucha por servicios y vivienda?
No, la lucha por vivienda y servicios es una de las partes importantes que hemos impulsado, pero no es lo único por lo que luchamos. En esta área se involucran muchos compañeros, plenistas, comités de trabajo, activistas, pero Antorcha también hace un papel importante en diferentes áreas, como la educación, la cultura y el deporte. Hacemos un trabajo importante con los obreros en las fábricas: asesorándolos; en las escuelas con maestros y alumnos hemos impulsado centros educativos, desde preescolar hasta universidad. Lo que hace Antorcha en todos estos terrenos también es importante, fundamental, para que nuestra organización siga viva.
¿Cómo se sostiene Antorcha económicamente?
Al no ser partido político, no recibimos dinero de ninguna institución o gobierno, por lo que hemos ido formando nuestra estructura económica con negocios que nos ayuda a sostener la lucha, hacemos actividades como ventas, kermeses, entre otras, pero la actividad que sostiene nuestra lucha es la colecta pública, en la que nos involucramos todos los activistas y compañeros que así lo deseen; nosotros no le pedimos dinero regalado a la gente, como se nos ha criticado, siempre nos involucramos en actividades económicas y se les explica el motivo y la razón.
En Mexicali sostienen una lucha por la regularidad de la vivienda: ¿Cómo llegaron a esta conclusión?
Baja California tiene más de 70 mil viviendas desocupadas, de las que más del 70 % se concentra en Mexicali, son vandalizadas y se ocupan como picaderos. Muchas veces la gente —hablo de familias enteras— vive en la calle y tiene la oportunidad de habitar estas viviendas, las remodelan, les dan vida y viven ahí durante cuatro, cinco u ocho años, hasta que viene una orden de desalojo porque ahora sí está habitable la casa y quieren sacarlos; ahí es cuando las familias nos buscan para meter algún amparo o hacer algo. Nosotros hemos impulsado la regularización de estas viviendas, para que se las vendan a la gente a un precio módico. Muchos de ellos trabajan en la informalidad y no tienen seguro; por eso hemos impulsado que se regularice esta situación. Es una lucha de muchos años, pero creo que hemos ido avanzando.
¿Antorcha promueve la ocupación de las casas en abandono?
No, es algo que se nos ha ido acuñando, pero no; Antorcha nunca ha metido a una familia a casas desocupadas: hemos dicho que se regularicen las que ya están ocupadas por el lado legal. Antorcha siempre se ha manejado de acuerdo a las reglas del gobierno; nunca por encima de ellas; nunca lo hemos promovido y nunca lo haremos.
¿Por qué luchar contra la pobreza?
La pobreza es el enemigo número uno del pueblo trabajador; es de ella de donde se desprenden los problemas más graves que sufre el pueblo: la inseguridad, la falta de atención a la salud, la raquítica educación, el hambre y muchos otros. En México, entre el primer y el segundo trimestre de 2023, la pobreza laboral aumentó en el ámbito rural al pasar de 49.6 % a 50.2 %, mientras que en el urbano se mantuvo en niveles similares al pasar de 34.0 % a 33.9 %.
Cuando los gobiernos en sus tres niveles no hacen nada para combatirla, esta se acentúa y ataca con más fuerza hasta llegar a niveles desgraciados; hay gente que se muere de hambre y nadie dice nada, hay gente que no tiene dónde vivir y nadie dice nada, hay familias enteras que mueren por alguna enfermedad y todos se quedan callados.
"Pero quienes estén en las filas de Antorcha, sepan que tienen una llama que los guiará por el camino del progreso; esa llama es del pueblo y para el pueblo, y en Mexicali la mantendremos siempre encendida; eso no lo duden", termino diciendo Dióscoro Gómez Vázquez, dirigente de Antorcha en Mexicali.
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