En conmemoración del Día Nacional del Maíz, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural, a través del Museo Botánico, inauguró la Exposición temporal ¡Somos hijos del maíz!, Los Maíces Criollos de Chiapas.
La muestra contiene información taxonómica del maíz, su relación con la historia, la mitología y cosmovisión de pueblos originarios, el proceso de nixtamalización, además de detalles sobre la conservación de los maíces criollos y su producción en campo.
Dicha exposición estará abierta al público del 29 de septiembre al 15 de noviembre, de martes a domingo, de 8 a 15 horas, en las instalaciones del Museo Botánico, ubicado en la Calzada de las Personas Ilustres. El acceso es gratuito al público en general con todos los protocolos de salud.
Las palabras de bienvenida corrieron a cargo de Emerit Meléndez López, jefe del Departamento del Banco de
Semillas del Jardín Botánico, quien hizo hincapié en la importancia de celebrar al Día Nacional del Maíz y de acercar información relacionada con los maíces criollos y sobre los trabajos de conservación que se realizan entre Semahn y Conabio, colaboración que se efectúa mediante el Proyecto de Agrobiodiversidad Mexicana, que desarrollan ambas instancias en el municipio de Copainalá.
Durante el evento, Vicente Reyes Santiago, coordinador regional de este proyecto, puntualizó que es un esfuerzo para conservar los maíces nativos que se han estado perdiendo en nuestro país, el cual se realiza mediante cuatro conceptos que son: la recuperación del conocimiento, desarrollo de capacidades, el mercado y políticas públicas.
México está considerado como la cuna del maíz, es un elemento fundamental para la cultura, es quizá uno de los recursos de mayor valor cultural, ambiental y económico, por este motivo la Semahn se dio a la tarea del rescate y conservación de los maíces criollos, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria ante el cambio climático, explicó durante su intervención Mercedes Gordillo Ruiz, investigadora de la Semahn, que además participa activamente en el Proyecto de Agrobiodiversidad Mexicana.
Al cerrar el evento, Eduardo de la Cruz Hernández, investigador de la Unach, destacó el papel de los zoques, quienes a través de la milpa ayudan a la conservación del maíz y otros alimentos, ya que en el mismo espacio donde se siembra el maíz existen otras especies de importancia para la alimentación. “Eso es lo que las familias rurales han trabajado y consumido a través de los años, se espera que se restauren y cuiden estas especies ya que fortalecen a la alimentación humana”, dijo.
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