Por: ALBERTO ARCE
QUIHUBOLE/MEXICO/ASOCIACION PRESS (AP).- El alcalde de Iguala, José
Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, son señalados como los
autores intelectuales del ataque de la policial municipal y posterior
intervención de un grupo de narcotraficantes, que derivó en la muerte de seis
personas y la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en el sur de México
en septiembre.
El Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam dijo que la
intención del ataque, que se registró el 26 de septiembre, fue evitar que los
estudiantes se manifestaran contra la presentación de un informe de actividades
de la esposa del alcalde, vinculada por las autoridades con el cártel de
narcotraficantes de los Beltrán Leyva.
En esta foto del 8 de mayo de 2014, el alcalde de Iguala, Josá Luis
Abarca, derecha, y su esposa María de los Angeles Pineda Villa asisten a una
reunión con funcionarios de gobierno en Chilpancingo, México. Abarca ordenó el
ataque de la policial municipal que derivó en la muerte de seis personas y la
desaparición de 43 estudiantes de magisterio en el sur de México en septiembre,
afirmaron el miércoles 22 de octubre de 2014 autoridades federales. (AP
Photo/Alejandrino Gonzalez, File)© The Associated Press En esta foto del 8 de
mayo de 2014, el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, derecha, y su esposa
María de los Ángeles Pineda Villa asisten a una reunión con funcionarios de…
Explicó que todavía no se conoce el paradero de los jóvenes pese a que
en la investigación en curso han aparecido por el momento nueve fosas con un
total de 30 cadáveres. Según los informes preliminares no pertenecen a ninguno
de los 43 estudiantes de la escuela magisterial de Ayotzinapa desaparecidos,
pero tampoco han sido identificados.
Un equipo de antropología forense argentino está realizando un segundo
estudio de los restos para descartar posibles errores.
Murillo ofreció un relato detallado de los hechos que figuran por el
momento en la investigación federal, que continúa abierta y ha destapado que el
grupo de narcotraficantes de los Guerreros Unidos, una escisión del Cártel de
los Beltrán Leyva, habían tejido una red de complicidades con varias alcaldías
del estado de Guerrero: Iguala, Cocula e Ixtapan de la Sal que implicaban tanto
a funcionarios de la administración como a policías locales.
El procurador detalló que los Guerreros Unidos entregaban con
periodicidad variable, semanal y mensual, entre dos y tres millones de pesos
(entre 148.000 y 222.000 dólares) a las autoridades municipales. De ese dinero
se pagaba la nómina de los policías.
El grupo delincuencial, cuyo principal operador era María de los
Ángeles Pineda, hermana de dos responsables financieros del Cártel de los Beltrán
Leyva, decidía incluso los ingresos de nuevos policías municipales.
Por el momento, 52 personas, entre policías, funcionarios municipales y
miembros de los Guerreros Unidos están detenidas.
Respecto a los hechos del 26 de septiembre, la alcaldía temía que se
produjesen incidentes el día que desaparecieron los estudiantes debido a que ya
había antecedentes: en junio de 2013 la alcaldía de Iguala fue agredida durante
un enfrentamiento entre personas afines al alcalde y un grupo de manifestantes
entre los que se encontraban estudiantes de la misma escuela de los hoy
desaparecidos.
El día de los incidentes, alrededor de las 6 de la tarde los
estudiantes abordaron dos camiones en Ayotzinapa, tres horas más tarde llegaron
a Iguala y tomaron dos unidades adicionales. En ese momento, los
"halcones" (jóvenes que realizan labores de vigilancia para los
Guerreros Unidos), coludidos con la policía municipal y la alcaldía, reportaron
los hechos al centro de mando de la policía municipal.
El alcalde y su esposa asumieron entonces que el grupo que se avecinaba
se dirigía a sabotear la celebración del informe de actividades de la esposa
del alcalde, responsable del órgano de defensa de la familia en la ciudad y
ordenaron a la policía que reaccionase para evitarlo. Tras un tiroteo que dejó
seis muertos y una persecución, 43 estudiantes detenidos ingresaron a la cárcel
municipal de Iguala.
De la cárcel municipal de Iguala, siempre según el relato del
procurador, a los estudiantes se los llevó la policía municipal de Cocula, una
localidad vecina a Iguala, también a las órdenes del grupo de los Guerreros
Unidos.
Los agentes tomaron un camino de terracería hacia una zona conocida
como Pueblo Viejo donde entregaron a los 43 estudiantes a miembros de los
Guerreros Unidos y a partir de ese momento se les pierde la pista.
Se tienen identificados por lo menos a tres de los integrantes de los
Guerreros Unidos que recibieron a los detenidos por los policías y el camino
por el que fueron internados a un paraje.
El Procurador dijo que el subjefe de la policía municipal de Cocula
contactó al líder de los Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, detenido desde
la semana pasada y que en su declaración ante las autoridades afirmó no haber
hecho nada por evitar la desaparición de los estudiantes porque creyó que se
trataba de un grupo de narcotraficantes rivales.
"Cientos de personas los buscan (a los estudiantes) ", dijo
Murillo. "Es nuestra principal prioridad en este momento".
Mientras Murillo ofrecía su rueda de prensa, los compañeros de los
estudiantes desaparecidos le prendieron fuego a la Alcaldía de Iguala. También
se registraron manifestaciones en Guerrero y Oaxaca. Se espera una gran
manifestación en la capital para la noche del miércoles.
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