López Obrador consideró que la estabilidad económica es uno de los factores que contribuyen a este clima. Aunque reconoció errores (que no le corresponde a él mencionarlos, sino a la oposición), su sucesora, Claudia Sheinbaum contará con bases sólidas: “que hay que pagar impuestos, que no se deben de condonar impuestos, eso es irreversible; que no se debe permitir la corrupción, irreversible”.
Referente al tema de la culminación de su mandato, se reivindicó como un hombre racional, pero a la vez místico. “Entrego la banda y me voy. Decirle a la gente: si me quieren, ya, porque voy a iniciar una etapa nueva en mi vida. Lo primero es arrodillarme para agradecer al pueblo y al Creador el tiempo que yo aguante.”
Recordó que en días pasados vinieron a México altos ejecutivos de Citigroup, con quienes no pudo reunirse por motivos de agenda, pero estaban muy interesados en entrevistarse con Sheinbaum y con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Mencionó –conforme a lo que le reportó este último– que “están muy contentos, confiados en la transición, no ven ningún riesgo. Vinieron a reafirmar el compromiso que tienen de seguir invirtiendo en México. Le tienen mucha confianza a nuestro país y ven muy bien la economía”.
Al preguntarle sobre los errores de su gobierno, López Obrador admitió que hubo algunos pero señalarlos es tarea de sus adversarios, porque “ya sería el colmo que yo también les haga su trabajo”.
Reconoció que todavía falta mucho por hacer porque aun cuando se avanzó mucho, el rezago que heredaron del periodo neoliberal era demasiado, pues era un modelo decadente no sólo en lo económico, sino también en lo político, social y cultural.
Ahora, con la transformación emprendida en este sexenio, ya están las bases y en general existe confianza en su sucesora. Destacó que en el análisis del voto de la elección se refleja que no sólo tuvo el apoyo en los sectores populares, sino también de las clases medias y altas, pues en realidad el voto oculto que referían las encuestas se trataba de estos estratos que no querían confirmar que estaban con Sheinbaum.
En cuanto a él, comentó que ya tiene concebida su rutina cuando se jubile en la finca misma que, aclaró, no se trata de un rancho porque esos serían de varias hectáreas. En su caso, se trata de una propiedad de 15 mil metros cuadrados, “el perímetro son 450 metros, y tengo un sendero a la orilla o un puentecito de madera que hice, y camino 12 vueltas, cinco kilómetros”. Destinará dos horas diarias por la mañana a escribir y más tarde otras dos para escribir sobre la vida en las sociedades prehispánicas.
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