Este
tipo de abuso, incluye la violencia de género, el maltrato infantil, la
violencia filio parental (de hijos a padres), el abuso hacia personas de la
tercera edad y la violencia hacia los hombres en el ámbito familiar y/o del
hogar. Además, comprende todos los actos violentos, desde el uso de la fuerza
física hasta el hostigamiento, acoso e intimidación, entre otros.
Esta
Unidad Operativa recibe reportes y denuncias por diversos medios, por lo que
trabaja de manera cercana con distintas dependencias e instituciones. Estos se
pueden recibir en forma de llamadas y denuncias anónimas en las oficinas de la
Unidad Operativa. También llegan reportes por medio de la Central de Radio de
la Policía Municipal, sobre casos en que ellos son la primera respuesta, y al
llegar al lugar y conocer la índole de la situación, llaman a la Unidad contra
la Violencia Doméstica.
Otro
canal que genera este tipo de reportes es la Línea de apoyo y orientación
psicológica 075, atendida por psicólogos, quienes están capacitados para
intervención en crisis, así como para tomar denuncias. Las que son pertinentes,
se redirigen a la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica.
Se
trabaja de cerca con el Instituto Municipal de la Mujer (Immujer), donde suelen
llegar mujeres a solicitar ayuda por encontrarse en situaciones de violencia
por parte de sus parejas. Cuando se requiere, la dependencia pide el apoyo de
la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica para que traslade a estas
mujeres a la Unidad Integral de Protección Familiar, perteneciente al Sistema
para el Desarrollo Integral de la Familia (SDIF), el cual cuenta con
trabajadoras sociales, asesorías psicológica y jurídica, albergues, etc. Así
mismo, apoyan con traslados a la Subprocuraduría para la Defensa del Menor y la
Familia, también perteneciente al SDIF.
En
algunos casos de esa índole no es extraño que las víctimas de violencia
doméstica presenten síntomas de adicciones y, al tener hijos menores, estos
presenten a su vez signos de maltrato infantil, descuido, condiciones
inadecuadas y hasta lesiones. Por lo que se les ofrece ayuda para canalizarlas
a centros de rehabilitación. En cuanto a los menores, si presentan lesiones, se
realiza la búsqueda de algún familiar directo que pueda hacerse cargo, o, de no
haber alguno, son canalizados al SDIF para su protección y resguardo. En este
sentido resulta importante aclarar que estas mujeres siempre tienen la
oportunidad de recuperar a sus hijos después de terminado su proceso de
recuperación.
De
acuerdo con la sección de la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica en
muchos casos las mujeres no saben que existen instituciones y dependencias que
las pueden ayudar, por lo que se acercan a los policías en patrullas
pidiéndoles ayuda. Estos llaman a la Unidad Operativa quienes llegan al lugar
en que se encuentre la víctima, la resguardan y la trasladan a la Unidad
Integral de Bienestar Social, donde se les apoya según sus necesidades.
Por
último, trabajan de cerca con la Fiscalía (antes Ministerio Público). Cuando se
giran órdenes de protección, la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica
se mantiene pendiente y realiza seguimientos y rondines de vigilancia en pro de
la seguridad de la víctima.
Cabe
destacar que el trabajo que realiza la unidad operativa beneficia
principalmente a las mujeres al ser el grupo vulnerable más afectado. En
segundo lugar se encuentran las niñas y los niños, y en tercero, las personas
de la tercera edad.
En
cuanto a estos últimos, se atienden principalmente casos de abandono, muchas
veces incluso en la calle. Por lo que el personal de la Unidad Operativa contra
la Violencia Doméstica los traslada a la Unidad de Bienestar Social del SDIF
donde se les da atención y refugio.
En
ocasiones, para poder realizar estos traslados se solicita el apoyo de la
Unidad Municipal de Apoyo Social (UMAS), quienes cuentan con vehículos
especializados para trasladar personas en silla de ruedas o con algún tipo de
discapacidad que requiera de un transporte especial, así como de ambulancias.
Entre las delegaciones que generan mayor número de reportes y denuncias se
encuentran la Presa Rural, la Presa, Natura y los Pinos.
Además,
las oficiales reciben apoyo psicológico pues son policías, pero también al
llegar a casa son madres o son abuelas, por lo que su bienestar mental es de
suma importancia. También los oficiales de esta unidad reciben capacitaciones
en temas de sensibilización, equidad de género, derechos humanos, superación
personal, entre otros temas, para responder con empatía y sensibilidad a los
llamados sobre violencia doméstica sin caer en la revictimización de las
personas afectadas.
Finalmente,
la oficial Rocío Cabrera González, quien tiene 15 años trabajando como policía,
y 11 en la unidad operativa, quien es subjefa de la Sección de la Unidad
Operativa contra la Violencia Doméstica, menciona encontrarse satisfecha con el
trabajo que desempeña: “El día con día aportar algo de mí y hacerlo de todo
corazón, poder ayudar a estas personas. Ahora hay más ayuda que antes y sí hay
manera de salir del maltrato y del abuso” dice.
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