* En 2018, el Seguro Social atendió a 6 mil 266 personas
por presencia de piojos y liendres
BAJA CALIFORNIA
Por: Steven Sxkovedo
Redacción/Quihubole!!!
TIJUANA, a 3 de septiembre de 2019.- Al
tener sospecha de presencia de piojos y liendres en niñas y niños es necesario
acudir a la Unidad de Medicina Familiar para contar con un tratamiento eficaz y
probado que no represente alguna alteración en la salud de los menores, señaló
la doctora Fabiola Rosalinda Villegas Navarro, coordinadora de Programas
Médicos en la División de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS).
Informó que el IMSS cuenta con un
protocolo de diagnóstico y tratamiento para la pediculosis, que contempla la
revisión tanto al infante como a sus papás, así como la prescripción de un
procedimiento a base de benzoato de bencilo e indicaciones de higiene por tres
días consecutivos.
Indicó que de confirmarse el
diagnóstico, se debe informar a la escuela para evitar que se propague más allá
del salón de clases.
Tan sólo en 2018, el Seguro Social
atendió a seis mil 266 personas por pediculosis; los grupos de edad con mayor
número de casos fueron los niños menores de cinco años con 2 mil 957, y los que
se ubican entre los cinco y nueve, con mil 227.
La especialista del IMSS detalló que las
indicaciones médicas específicas se darán de acuerdo con el perfil del
paciente, pues se valora si es apto para el uso de algunas sustancias o si
éstas pueden generar contraindicaciones.
En este sentido, subrayó que aun cuando
puede considerarse un problema del dominio público, es muy importante no
automedicarse ni usar tratamientos caseros o seguir recomendaciones empíricas
que pueden causar daños a la salud.
En ningún caso, dijo, se debe usar
insecticida, petróleo o gasolina para eliminar los piojos y las liendres,
porque son sustancias tóxicas que se absorben a nivel de piel y pueden
condicionar problemas mayores.
La doctora Villegas Navarro explicó que
la pediculosis es una parasitosis externa inducida, ocasionada por el Pediculus
humanus, que se aloja en la piel del cuero cabelludo.
Agregó que esta ectoparasitosis puede
atacar a cualquier persona, pero en los lugares donde hay mayor aglutinamiento
y contacto entre sí, la posibilidad de padecerla se incrementa, por lo que
niñas y niños en edad escolar, de entre cinco y 15 años de edad, son los más
frecuentemente afectados.
Recomendó que para prevenir este
padecimiento los niños usen el cabello corto y las niñas lo lleven recogido,
esto dificulta que el parásito penetre en sus cabezas.
Los síntomas inician con mucho prurito y
picazón constante, que al rascarse, genera excoriaciones en el cuero cabelludo,
lo que puede lesionar la piel e infectarla causando irritación, expuso.
Explicó que las liendres son los huevos
de los piojos y se quedan fijas en el cabello a una distancia de entre 0.5 cm
y 1.0 cm antes de la raíz en la región
occipital (nuca) y retroauricular (atrás de las orejas) del paciente.
Descartó que la enfermedad tenga que ver
con falta de higiene, el piojo busca una cabeza limpia porque requiere
oxigenación, cuando no hay condiciones, el parásito migra a otro huésped.
El contagio, afirmó, es de cabeza a
cabeza o por compartir objetos personales como peines, ligas, adornos para el
cabello, gorras, sombreros, bufandas o bien por usar la ropa de cama o
almohadas de una persona infectada.
Incluso, en los muñecos de peluche, los
areneros para juegos de niñas y niños pequeños o las albercas, se puede dar la
contaminación, destacó.
La
doctora Villegas Navarro, señaló que el ciclo de vida del parásito es muy
largo, porque un piojo hembra dejará liendres que se convertirán en piojos,
generando un círculo vicioso que puede tardar mucho en eliminarse, por lo que
el retiro de estos huevecillos debe hacerse de forma manual.
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