CARTA A
MI PADRE
Hoy
quiero felicitar a todos los papás de México en
este Día del Padre. También compartir con todos ustedes esta carta que
le escribí a mi inolvidable y amado padre, Don Heracleo Escobedo García,
fallecido ya hace muchos años, 32 para ser exactos.
Don Laco
como cariñosamente lo conocían sus amigos; fue mi padre y bajo un uniforme raído
de Policía de Tránsito, pero siempre impecable, habitaba un gran ser humano,
lleno de valores y principios morales que me enseñó, lo mismo que a mis once
hermanos, uno ya está con él, a respetar
a nuestro prójimo, honrar nuestro apellido, a creer y amar a Dios y a la vida. Empiezo.
Papá; esta carta la escribo desde lo más profundo
de mi corazón, con una infinita gratitud y amor hacia ti, mi entrañable padre.
¿Sabes
por qué hoy soy tan feliz?
Porque
cada una de tus palabras de amor las
recuerdo como si fuera ayer y porque a pesar de que ya no estás físicamente
conmigo y extrañándote tanto, he sabido llevar a cabo cada uno de tus sabios
consejos.
Después
de tu partida, cuando yo apenas rebasaba los 20 años, llegó a mí una enorme
soledad y tuve que aprender a vivir sin ti.
Me
acostumbré a no verte, a no tocarte, a no platicar contigo, a ya no viajar
juntos compartiendo nuestros singulares y bellos momentos. Recuerdo la última vez
que viaje contigo, te seguí corriendo hasta el puente de material sin lograr
alcanzarte me regrese llorando a la casa.
Ahora
entiendo por qué regresaste, no fue por obra de la casualidad, fue Dios quien puso
en tu corazón regresar por mí y juntos, a tu lado llorando de felicidad viaje
contigo a la capital del estado, Tuxtla, Gutiérrez, Chiapas.
Desde
entonces me hice compañero de la soledad; ello me llevó a cometer varios
errores, tuve tropiezos en el camino de mi vida, conocí la deslealtad, la
traición, la ingratitud, la humillación, la envidia y otros demonios perversos.
Pero
gracias a que siempre me enseñaste a ser positivo, mediante lecturas bíblicas logré
de esa manera ver la vida de otra manera, sacando lo mejor de esos tropiezos y
errores que me hicieron madurar. Aprendiendo textos que me enseñaron a valorar
y a ser agradecido con Dios, con la vida, con las personas que me tendieron su
mano, ésas que en realidad me amaban y deseaban verme feliz. Mi madre, mis
hermanos y mis amigos.
Fue
entonces cuando comprendí lo valioso de tus palabras cuando me decías: ¡No
hagas esto porque no te conviene! ¡Aléjate de esta persona porque sólo te está
utilizando!’.
’¡No
les creas a los aduladores! ¡Que las críticas no te hagan desfallecer ni perder
tu paz! ¡Termina tu carrera universitaria! ¡Cuida e invierte tu dinero!
¡Siempre
ten fe en Dios y en ti! ¡Sé siempre sencillo con tus compañeros y con el
público! ¡Defiende y cuida este hermoso apellido Escobedo que les pertenece a
ti, a tus hermanos y a toda su descendencia y verás cómo te darán muchas
satisfacciones! ¡Respeta y defiende a los más débiles, pídele a Dios cómo y verás
que serás recompensado. Sabios consejos.
Gracias
a ti, papá, aprendí cómo tratar y respetar a una mujer. Aprendí a respetar y
cuidar mi cuerpo, siendo un buen cristiano, disciplinado y responsable. Aprendí
a no perder jamás la fe en Dios ni en mí.
Aprendí a respetar a los adultos mayores, a los niños, a mis compañeros
de profesión, a las personas con capacidades diferentes, a los necesitados, a
la naturaleza. Gracias a tu ejemplo aprendí a respetar y amar a mi madre,
hermanos y a mis hijos.
Sé que
estás bien allá en el cielo con papá Dios y ahora más, que mi abuelita Jovita y
tu amado Carlos están contigo en cuerpo y alma.
Pero
también me gusta imaginar, si tú
vivieras, lo feliz que serías al verme realizado como hombre, como emprendedor,
como profesionista y como periodista.
Estoy
seguro que te haría feliz compartir conmigo cada uno de mis triunfos, de mis
proyectos, de mis metas cumplidas y estarías orgulloso de ver con cuánto amor y
dignidad llevo tu apellido y tus consejos.
¡Gracias
a todos esos consejos que se quedaron en mi mente logré seguir tus pasos y hoy
soy plenamente feliz!
Esto es
parte de mi intimidad que quise compartir con todos mis seguidores, con ustedes
mis amistades, parientes, hermanos, hijos y nietos, pero sobre todo lo
hago por ser lectores de Quihubole!!!
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