09 Julio 2015
10:47 Escrito por Redacción
El presidente de Bolivia Evo Morales ofreció ayer un inusual regalo a
un sorprendido Papa Francisco: un crucifijo tallado con la hoz y el martillo,
el símbolo comunista que alude a la unión de los trabajadores.
La cara de sorpresa del Santo Pontífice recibiendo el cristo de Morales
fue interpretada como de estupefacción en las redes sociales. Muchos, incluso
sostienen que el Papa al ver la cruz le dijo “eso no está bien”.
Pero, aunque a Morales se lo conoce por su postura anticapitalista,
este regalo con trascendencia ideológica tenía en realidad una historia muy
personal: un sacerdote jesuita asesinado por el régimen militar boliviano en 1980,
el padre Luis Espinal, llevaba un crucifijo idéntico.
Espinal, nacido en España en 1932 y seguidor de la izquierdista
teología de la liberación, fue secuestrado el 21 de marzo de 1980 y su cuerpo
fue hallado la tarde del día siguiente.
Era casi medianoche cuando lo secuestraron en La Paz. Espinal volvía
del cine a pie y le faltaba una cuadra para llegar a su casa, pero lo atraparon
y lo metieron en un jeep.
El sacerdote fue torturado por el régimen conservador boliviano de Luis
García Meza. Después arrojaron su cuerpo a una autopista en La Paz.
Su asesinato había sido planificado en enero por el propio García Meza.
Poco después de llegar a Bolivia el miércoles, el papa detuvo su convoy
para orar en el lugar donde fue abandonado el sacerdote.
Desde el papamóvil, el papa se dirigió a la multitud allí reunida y les
pidió que recordaran a Espinal, al que describió como una víctima de intereses
que no querían que luchara por la libertad de Bolivia.
Morales entregó a Francisco otro obsequio con carga política: un
ejemplar de "El libro del mar'', sobre cómo Bolivia perdió su salida al
mar durante la guerra del Pacífico con Chile en 1879-83. Bolivia trató de
renegociar el acceso al Pacífico ante el Tribunal Internacional de Justicia en
2013, y alegó que su pobreza se debe en parte a su carencia de salida al mar.
Chile alegó que la corte no tenía jurisdicción porque las fronteras de Bolivia
se definieron en un tratado de 1904.
Francisco se refirió a la polémica en un discurso ante autoridades
civiles en La Paz, y pidió a los países de la región que mejoren sus relaciones
diplomáticas para evitar "los conflictos entre pueblos hermanos y
contribuya al diálogo franco y abierto de los problemas, hoy es
indispensable''.
"Y estoy pensando acá en el mar'', subrayó. "Diálogo es
indispensable. Construir puentes en vez de levantar muros'', añadió Francisco
en medio de aplausos.
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