* ELECCIONES PERREDISTAS: ROBO DE URNAS, ACARREOS, QUEMA DE CASILLAS,
PERO GANARON “LOS CHUCHOS”.
QUIHUBOLE/CHIAPAS.- El proyecto del nuevo aeropuerto de la capital
mexicana, que se perfila como el mayor de América Latina y el tercer más grande
del mundo, parece un sueño, aunque no imposible de materializar.
El gobierno apostó a lo grande al encargar el proyecto al prestigioso
arquitecto británico Norman Foster, ganador del Premio Ritzker, considerado el
Premio Nobel de la Arquitectura, en 1999, y el Príncipe de Asturias de las
Artes en 2009. El yerno del magnate Carlos Slim, Fernando Romero -quien diseñó el
Museo Soumaya-, no es un mal arquitecto, pero sin duda alguna la opinión
unánime de sus colegas es que no está a la altura del maestro Foster y también
le pesa como una losa el hecho de estar casado con la hija del hombre más rico
del mundo, según la revista Forbes.
En total, la nueva terminal aérea de la ciudad costará casi 10 mil
millones de dólares y cuadruplicará la actual capacidad del aeropuerto y es
natural que haya generado críticas en forma inmediata. Se dice que por haber
sido encargado el proyecto arquitectónico al yerno de Slim el empresario de las
telecomunicaciones acaparará todos los contratos, lo cual no necesariamente
tiene que ser cierto.
Aún con toda su capacidad financiera, y que cuenta con una empresa de
infraestructura llamada Ideal, creada en 2005, todas las obras para llevar
adelante la construcción del aeropuerto, son tan diversas que necesariamente
requerirán de la participación de numerosas compañías, sobre todo
internacionales, por la experiencia necesaria que requieren esos proyectos.
La terminal -cuya construcción demorará 10 años y permitirá crear 160
mil empleos-, contará con 6 pistas y movilizará 120 mil pasajeros al año, 4
veces más que el actual.
Foster dijo que será único en su tipo y modelo de sustentabilidad,
aunque los puristas corrigen y dicen que debería ser “sostenibilidad”.
Como sea, hay que considerar que el arquitecto británico -que entre
otras cosas, proyectó los aeropuertos de Honk Kong y Beijing y el Estadio de
Wembley en Londres-, cuenta con sobrada experiencia en la materia.
El presidente Enrique Peña Nieto,
al asistir al anuncio del nuevo
aeropuerto, afirmó que esta obra trascenderá su administración y por su
magnitud, diseño e indiscutible beneficio social, se convertirá en un emblema y
en una gran puerta de México para el mundo.
El nuevo aeropuerto -ubicado en la zona contigua al actual-, en
realidad se erigirá en los mismos terrenos de Texcoco donde Fox fracasó apenas
se escucharon los zumbidos de los machetes de los campesinos de Atenco sobre
las baldosas del Zócalo.
Esta gran obra de infraestructura estará destinada a resolver el
problema de la incesante demanda aérea imposible de atender en las actuales
instalaciones, que sólo cuentan con 2 pistas para aterrizaje y despegue.
El atestado Aeropuerto Internacional Benito Juárez, como también se le
conoce, aunque no es su nombre oficial, es el segundo con más pasajeros en
América Latina luego del de Guarulhos, Sao Paulo.
El propósito del proyecto -la mayor obra de infraestructura de México
en muchos años, para cuya licitación se inscribieron 7 firmas de arquitectos,
que será terminado dentro de una década-, es detonar el turismo y atraer nuevas
inversiones.
Con el anuncio, como es natural, también surgieron las primeras
críticas, como la del ex director de la gubernamental Comisión Nacional del
Agua, José Luis Luege,
quien respira por la herida, como buen panista y ya
señaló que la zona donde se planea construir, al oriente de la urbe, tiene “el
peor suelo para una obra de esa magnitud” por ser pantanoso y lacustre.
Además criticó que se construya en una zona donde abundan los
asentamientos marginales de Ciudad Neza y Ecatepec, que seguramente pensará que
afean el paisaje.
¿Acaso Luege esperaba que se construyera en el suelo volcánico de El
Pedregal o en las colinas de Las Lomas de Chapultepec, donde por cierto hay más
gente bonita que en ciudad Neza?
Ramón Aguirre,
director de la Comisión de Aguas del Distrito Federal,
señaló que se trata de “una zona de regulación” para evitar que se inunde la
ciudad pero dijo que el proyecto aeroportuario que les presentaron “no sólo se
respeta el volumen” de agua regulada sino la amplia al triple.
De hecho, el jefe de gobierno de la urbe, Miguel Mancera, dijo que el
nuevo aeropuerto “será un detonador de empleos y mejorará el abasto de agua” en
la metrópoli.
Llama la atención que las críticas surjan de la derecha, y no de la
izquierda como pasó en 2001 cuando Fox lanzó el proyecto. Los grupos campesinos
de Atenco amenazaron con volver a sacar los machetes y frustrar de nuevo la
fiestecita a Peña Nieto.
Sin embargo, ahora tienen pocas posibilidades de triunfar por varias
razones: casi todos los terrenos ya están en poder del gobierno federal y
estuvieron siendo adquiridos en los últimos años, además de que se les pagó a
precios de mercado y no se les quiso tomar el pelo con precios de burla como
hace 13 años.
LOS MACHETEROS DE ATENCO SE QUEDAN SIN
FINANCIAMIENTO
El gobierno del Distrito Federal ya no financiará a los macheteros de
Atenco, como sucedió durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El jefe de gobierno actual Miguel Ángel Mancera estuvo presente en la
presentación del aeropuerto y con su presencia avaló el proyecto. El secretario
de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dijo que el aeropuerto
se erigirá en 4 mil 600 hectáreas de terrenos propiedad del gobierno federal y
con pleno respeto a los habitantes de la zona.
Peña Nieto señaló en un mensaje con motivo de su segundo informe anual
de actividades, que se trata del mayor proyecto de infraestructura de los últimos
años en nuestro país e incluso uno de los más grandes del mundo.
El Colegio de Ingenieros Civiles de México informó que la construcción
se haría en 2 etapas, la primera de las cuales tardaría 5 años y contaría con 3
pistas de aterrizaje, y la segunda incluiría las otras 3 pistas. En los predios
del actual aeropuerto se construirán escuelas y áreas verdes.
El PAN insiste en que existe el riesgo latente de que el nuevo
aeropuerto de la ciudad de México provoque daños ambientales y genere
inundaciones en la metrópoli. Por eso, el blanquiazul propuso en la Cámara de
Diputados crear una comisión especial que dé seguimiento al proceso de obra de
la nueva terminal.
Sobre todo, se declaró preocupado por el efecto que tendrá en el Lago
de Texcoco, ubicado en la zona del nuevo aeropuerto, y que sirve como cuerpo de
contención de las lluvias.
El jefe de la bancada del PAN en la Cámara Baja, José Isabel Trejo,
dijo que su partido está de acuerdo en la necesidad de que el país cuente con
las nuevas instalaciones, pero advirtió se “debe poner atención al aspecto
técnico, de transparencia y ambiental”.
El diputado panista Sergio Augusto Chang
expuso que la ocupación de 12
mil 500 hectáreas para construir el aeropuerto “necesariamente va a tener un
impacto ambiental, pues el vaso regulador evita inundaciones en la zona
aledaña”. El legislador recordó que hay al menos 144 especies de aves que
migran cada año al lago de Texcoco.
El Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra (FPDT) encabezado
por Ignacio del Valle Medina otra vez salió a las calles a manifestarse contra
el proyecto. De hecho, el pasado viernes se suscitó ya una trifulca frente al
edificio del Tribunal Agrario de Texcoco.
No se olvida que en 2006 hubo incidentes en la zona que dejaron dos
muertos y acusaciones contra policías mexiquenses por abuso sexual contra
mujeres de Atenco.
Parece ser que el gobierno ha tomado nota de todas estas eventualidades
y ha tomado las suficientes previsiones para evitar que se repitan estos
problemas.
Lo más difícil, sin embargo, es que la obra termine en 10 años como
está previsto y que se ciña al millonario plan presupuestado. Lo demás, quizá
sea más sencillo de resolver a la luz de la infortunada experiencia del
foxismo, que enseñó a todos lo que no se debe hacer.
GRANOS DE CAFÉ
La única sorpresa en las elecciones para renovar la dirigencia nacional
del PRD fue que el nuevo Instituto Nacional Electoral (antes IFE) avaló la
legalidad del proceso al calificarlo ‘‘altamente positivo y exitoso’’. Por lo
demás se cumplieron los vaticinios de los expertos: ganó el “gallo” de los
Chuchos, y las irregularidades como compra de votos y acarreos, estuvieron a la
orden del día.
Pero por increíble que parezca, el INE -que se prestó a organizar la
elección interna-, no se percató del desaseo y acaso consideró incidentes
menores las disputas ocurridas durante la instalación de 8 mil 265 casillas en
las que habrían de sufragar más de 4 millones de militantes perredistas.
Pero esa visión no fue compartida por todas las corrientes contrarias a
Nueva Izquierda que comandan Jesús Ortega y Jesús Zambrano,
ya que Izquierda
Democrática Nacional (IDN) cuestionó la legalidad de la elección y acusó de a
miembros del grupo Universidad, ligado al sol azteca de Jalisco desde hace al
menos 15 años, de múltiples irregularidades.
Lo mismo sucedió con Alternativa Democrática Nacional (ADN), que acusó
de alterar el orden y con Izquierda Democrática Nacional (IDN), que denunció al
gobernador poblano Rafael Moreno Valle, de inflar el padrón perredista de 37 mil
a 96 mil militantes, principalmente en municipios donde tiene mayor influencia,
como la capital del estado, Huauchinango y San Martín Texmelucan.
Coalición de Izquierdas -corriente a la que pertenece Cuauhtémoc
Cárdenas y Marcelo Ebrard, ambos opositores al dominio de “Los Chuchos”-,
también presentó innumerables quejas que, sin embargo, fueron minimizadas por
el presidente del INE, Lorenzo Córdova y por la presidenta de la Comisión de
Prerrogativas, Pamela San Martín, quien al conocer los reclamos, expresó que
‘‘no es válido magnificar un conjunto de incidentes’’
Para el senador Alejandro Encinas, se trató de un proceso
antidemocrático por la quema de casillas, robo de urnas y entrega de despensas.
Con el coincidió la Corriente Unidad Democrática Nacional (UDN) que señaló que
prevalecieron ‘‘prácticas antidemocráticas heredadas del viejo sistema
autoritario del PRI.
“Hubo rasuramiento del padrón, cambio inesperado en la ubicación de
casillas, reparto de despensas y compra del voto, además de acarreo en vehículos
particulares, taxis, camiones, microbuses, así como patrullas y vehículos
oficiales de algunos ayuntamientos”, dijo.
Pero ya en el colmo del cinismo el coordinador nacional de la corriente
Nueva Izquierda (NI), Jesús Ortega, twiteo: ‘‘¡Celebremos!, fue un éxito
nuestra elección, un ejercicio democrático del que debemos enorgullecernos los
perredistas’’.
Lo único cierto es que Carlos Navarrete, el candidato de “Los Chuchos”,
será el próximo dirigente del PRD y seguramente lo sucederá Jesús Ortega y luego
otra vez el Jesús Zambrano y así interminablemente, ya que “chamaquearon” a
Cuauhtémoc Cárdenas, quien avaló la modificación de los estatutos y con ello la
reelección de los presidentes del partido del Sol Azteca, porque presuntamente
sería el “candidato de unidad”, un sueño guajiro como el que tuvo durante las 3
candidaturas a la presidencia de la República… Sus comentarios envíelos vía
internet a la dirección gentesur@hotmail.com
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