Claudia Sheinbaum, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se convertiría en la primera mujer en ser presidenta en la historia de México, igual que si resultara ganadora Xóchitl Gálvez de la alianza Frente Amplio por México que integran los partidos PRI-PAN-PRD.
Claudia, científica ecologista que seguramente heredará el legado político de López Obrador, tendrá que llenar el vacío que deja uno de los presidentes con mayor aprobación a nivel mundial y crear su propio espacio político en el Movimiento.
La exjefa de Gobierno de Ciudad de México, de 61 años de edad, siempre se mantuvo en la delantera en las encuestas desde hace varios meses y seguramente entrará en la historia de México como la primer mandataria de la República Mexicana.
De acuerdo con analistas políticos, Sheinbaum usó el molde de López Obrador para armar una estrategia basada en los mítines multitudinarios y la movilización popular permanente, incluso su último cumpleaños, el 24 de junio, lo pasó en un mitin en Querétaro.
Con una relación amistosa y política de casi 25 años con López Obrador, quien prácticamente es el único mentor en su vida, Claudia Sheinbaum ha sido leal a las convicciones y con el mismo pensamiento ideológico a Andrés Manuel.
Cabe recordar Claudia Sheinbaum colaboró como secretaria de Medio Ambiente en el gabinete de López Obrador cuando este fue jefe de Gobierno de Ciudad de México en el 2000-2005. También acompañó a la huelga de 48 días en Paseo de la Reforma tras las elecciones de 2006, en la que le robaron las elecciones presidenciales a López Obrador.
En 2012 volvió a proponerla López Obrador como colaboradora de su Gobierno en la cartera de Medio Ambiente, cuando nuevamente le robaron las elecciones presidenciales. Sin embargo, Sheinbaum retomó su carrera en la academia como investigadora, mientras que López Obrador creó el partido que más tarde le llamaría Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Cabe recordar que Claudia Sheinbaum es nieta de abuelos judíos que migraron a México e hija de padres que eligieron hacer una carrera científica en la academia. Sheinbaum estudió Física y obtuvo el grado de licenciada con una tesis sobre el uso de estufas de leña en comunidades rurales.
Luego estudió la maestría y el doctorado en Ingeniería de Energía también en la UNAM, e hizo una estancia en la Universidad de California, en Estados Unidos. En la UNAM formó parte del movimiento contra un proyecto de reforma universitaria de corte neoliberal y alcanzó un liderazgo importante.
Sheinbaum, madre de dos hijos, fue asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía y de la Comisión Federal de Electricidad, e internacionalmente, consultora en el Banco Mundial y en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En 2015, Morena la postuló a la alcaldía de Tlalpan, que ganó. Fue una de las primeras victorias del nuevo movimiento de López Obrador. La entonces alcaldesa dejó el cargo dos años después para ayudar en la nueva campaña presidencial, pero también para construir su propia candidatura a la gubernatura de la capital.
En el 2018, Sheinbaum se convirtió en la primera mujer electa como jefa de Gobierno de Ciudad de México.
La pandemia de Covid-19 representó el mayor reto administrativo, sin embargo, con la suma de esfuerzos entre el presidente López Obrador y Ebrard, Sheinbaum contuvo la expansión de la enfermedad y aminoró los costos económicos y políticos.
Después en 2021, se desplomó un tramo de la Línea 12 del Metro, que causó la muerte de 27 personas de clase trabajadora. Sheinbaum y Ebrard fueron colocados en el banquillo. Ebrard, porque en su gestión se construyó e inauguró la Línea 12; Sheinbaum, porque a su Administración le tocaba darle mantenimiento.
En ese mismo año, en Ciudad de México ocurrió el peor derrumbe político: Morena perdió el poder en cuatro de las 11 alcaldías que gobernaba, e igualmente entregó posiciones en el Congreso local. Los saldos, por supuesto, se atribuyeron a Sheinbaum, la jefa política del partido en la capital.
Sin embargo, salió adelante. Hizo una campaña basada en el discurso feminista, el tiempo de las mujeres para llegar al más alto cargo de México. Y si bien prometió profundizar las políticas del Gobierno de López Obrador, como dar centralidad de los pobres, ampliar los programas sociales, apostar al desarrollo de las regiones marginadas y usar el gasto público con disciplina, también trazó líneas de acción que se distancian del líder, como la transición del Estado hacia las energías limpias y fortalecer el desarrollo científico y tecnológico, dos materias ausentes en la Administración saliente.
Es importante señalar que a pesar de las vicisitudes, Sheinbaum dejó el cargo en Ciudad de México con altos índices de aprobación, según las encuestas.
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