* En el ZooMAT hay algunos animales que, por su avanzada edad, presentan problemas degenerativos, ya que han vivido más de lo esperado según su especie, por ejemplo el tejón, zopilote rey y coyote
Existe
una diferencia considerable en la longevidad de las especies bajo cuidado
humano que en su medio ambiente natural, ya que debido a los todos los cuidados
que reciben las expectativas de vida son superadas, explicó la médica
veterinaria Lilia Ivón Ruiz Galán.
Señaló
que, por ejemplo, un jaguar en vida libre puede vivir hasta 16 años, mientras
que bajo cuidado humano pueden alcanzar más de 20 años, pues su vida se
extiende gracias a toda la atención que el ser humano les brinda.
Destacó
que en el ZooMAT hay varios ejemplares longevos, algunos ya presentan problemas
degenerativos derivados de su avanzada edad; hay zopilotes rey que tienen más
de 40 años y empiezan a presentar problemas de cataratas.
Asimismo,
un coyote que está en exhibición que tiene más 14 años de edad, cuando su
expectativa de vida es de seis a ocho años en vida libre; dicho ejemplar
presenta claudicaciones (cojeras) que afectan su movilidad debido a los cambios
degenerativos propios de la edad avanzada.
Esto
causa que algunos días manifieste malestares que pueden ser más notorios cuando
las condiciones climáticas cambian de un momento a otro, por ello, está sujeto
a tratamiento con condroprotectores y analgésicos cuando así lo requiere.
Otro
ejemplo son los coatís o tejones, agregó Ruiz Galán, hay varios de edad
avanzada; una hembra que ya presenta problemas degenerativos a nivel de columna
vertebral, se mantiene con un tratamiento adecuado, se le dan analgésicos,
condroprotectores, su dieta es apropiada para su edad y está en un espacio
donde se controla su movilidad.
Aclaró
que la vida de los animales se extiende bajo cuidado humano más allá de las
expectativas debido a que tienen dietas especializadas, suplementadas, medicina
preventiva, todas las condiciones apropiadas de alojamiento. El cuidado
veterinario considera varios programas para mantener la salud de los ejemplares
tanto de forma preventiva como curativa.
Lilia
Ivón Ruiz Galán resaltó que otro aspecto que se cuida es la salud conductual a
través del área de bienestar animal: “hacemos una evaluación continua para
saber si los ejemplares están cómodos en sus espacios, cuando ya no es así los
movemos a recintos acordes a su movilidad y condiciones derivadas de los
padecimientos surgidos por su edad, siempre teniendo en cuenta su bienestar”.
Finalmente,
dijo que en los animales longevos la presentación de las dietas también cambia,
por ejemplo los carnívoros que van perdiendo sus dientes, reciben trozos de
carne más pequeños o incluso molidos, además de que se les proporcionan
suplementos adecuados a su edad.
Cabe
mencionar que en todas las especies animales van surgiendo condiciones
limitantes con la edad como afecciones en los ojos, dientes, articulaciones,
entre otras, como parte del proceso de crecimiento que se enfrentan.
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