En ese sentido, insistió “nada más decir que no es cierto, que son unos mentirosos”, sobre el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre los derechos humanos en México, que alerta sobre la persistencia de elevados niveles de impunidad en el país.
López Obrador consideró que esa postura es como si México censurara el encarcelamiento de Julian Assange o el juicio a Donald Trump. Salió en defensa del expresidente estadunidense ante una eventual aprehensión: “Que lo van a detener. Si fuese así, todo mundo sabría, porque no nos estamos chupando el dedo, que es para que no aparezca en la boleta electoral. Si digo esto es porque yo padecí de la fabricación de un delito porque no querían que fuese candidato. Es completamente antidemocrático”.
Para el ejecutivo Federal el informe del Departamento de Estado “no tiene que ver con el presidente Joe Biden, esos son los que están ahí de tiempo atrás, no quieren cambiar, son los que quieren someter, no respetan, no saben que los pueblos somos libres, independientes, soberanos y son muy injerencistas, por eso no hay que tomarlos en serio”.
En este contexto, invirtió los papeles y preguntó: ¿por qué no liberar a Assange, si estás hablando de periodismo y de libertad?, ¿por qué lo tienen preso? Si se habla de actos de violencia, ¿cómo es que un periodista premiado en Estados Unidos (Seymour Hersh) asegura que el gobierno de Estados Unidos saboteó el ducto de gas de Rusia a Europa?”
El presidente acotó que lo decía “en plan de amigos, o sea, nada más para ver si van cambiando, porque ya, como se dice coloquialmente, ‘ya chole’, ¿no?”
Más adelante, señaló que México mantiene la cooperación con Estados Unidos en ámbitos como la seguridad regional y el combate al narcotráfico, con especial énfasis en esta coyuntura en la venta ilegal de fentanilo. Confirmó que hay interés de Estados Unidos para realizar una campaña bilateral para concientizar de los riesgos de esta droga y desalentar su consumo.
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