Por: Jorge Escobedo
“Discúlpeme pero tengo que atender primero a los que
llegaron antes que usted, ellos están haciendo fila esperando desde la mañana y
los voy atendiendo de uno en uno, así que le pido de favor que me espere y me
tenga paciencia un ratito más”.
“Entiendo su prisa y sé también que es periodista y como tal usted tiene muchas otras cosas mas importantes que hacer, pero le suplico me
tenga paciencia y me espere un poquito para cuando le toque su turno yo lo
pueda atender, y créame que lo hare con mucho gusto, pero favor espéreme,
primero tengo que atender a las personas que llegaron antes que usted”, fue la
respuesta del director de Recursos Humanos.
Esa respuesta me encabrito, la neta, y como nunca
faltan los inconformes que todo les molesta porque no los atienden de
inmediato, sin tomar en consideración que hay otras personas que tienen largo
rato esperando turno, yo igual molesto e insolente le tome fotos e hice uso de mi “charola”
para ver si así lo intimidaba y así tener argumentos para sacar de sus casillas
al funcionario y así tener el pretexto para exhibirlo públicamente por su falta
de atención.
Por lo que empecé a “investigar” para encontrar
evidencias y poner en entredicho la función del citado funcionario por lo me
puse a preguntar con la gente sobre la función precisamente del director de
recursos humanos, lo que yo quería era que me dijeran algo que lo incomodara,
pero contarles lo que sucedió.
Por principio de cuenta, inicie “mi investigación”
con la primer persona que encontré a mi paso en palacio, a quien le pregunté si
conocía al titular de recursos humanos, del que a decir verdad yo no sabía ni su
nombre, ni su procedencia, ni si tenía alguna profesión o experiencias en algún
cargo en administración pública.
Me acerque a un campesino bajito, digo campesino por
su vestimenta sencilla, con sombrero un tanto descolorido, raído tal vez por el
tiempo y muy maltratado por el uso, no sé, el caso es que le pregunte si
conocía al director de recursos humanos, de sopetón me contestó que como no lo
iba a conocer si era campesino igual que él e hijo de campesinos.
Al Lic. Julio Cesar es campesino igual que y lo conozco
desde niño, es del Cantón El Cahulotal, hijo de Don Maclovio González y Doña Chabelita
Alfaro, él estudio la primaria en la escuela Galileo Galiley, la secundaria en
la Niños Héroes de Chapultepec del Cantón las Delicias y “la prepa” en la
Alberto C. Culebro, asi que como no lo voy a conocer, me dijo el campesino.
Al no encontrar algo que me sirviera para escribir
en contra del funcionario, opte indagar con el Secretario de Gobierno Municipal,
CP Juan Manuel Álvarez Arrazola, quien me confió que en los archivos del
personal, existen documentos oficiales que acreditan que Julio César González
Alfaro es originario del Cantón Cahulotal y que es Licenciado en Administración
de Empresas por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Casado con la señora Beatriz Ruiz López, desde hace
30 años con quien ha procreado 7 hijos, Aben Adad, Ing Agrónomo; Henrry
Alexander, Contador Público; Isabel, Lic., en Comercio Internacional; Yureny,
Lic., en Derecho; Keyly y Julio Cesar, estudiantes de preparatoria y Romina
estudiante de secundaria.
En referencia a la experiencia laboral, el Secretario
Municipal me dijo que el Lic. Julio César González Alfaro fungió como 1er.
Regidor suplente 2015-2018 que fue Secretario
de desarrollo económico y sustentable 2015-2016, 2o. Regidor 2016-2018., Secretario de Desarrollo Económico y Sustentable
2015-2016, 2o. Regidor 2026--2018. Tesorero del Grupo Fco. I. Madero siendo Secretario
General de Cañeros de la CNC, Víctor Manuel García Reyes, Suplente de Juez
Rural Mpal. 2024-2025. Director Parques y Jardines con el extinto CP. Carlos
Salazar Gam 2023-2024 y actualmente el Presidente Regulo Palomeque le confirió
el cargo de Director de Recursos Humanos 2024-2027, “aaah, por si fuera poco, también
fue Presidente del Cobach Fco. I. Madero en dos ocasiones, me alcanzó a decir el Lic. el contador, Álvarez
Arrazola.
Ya desarmado y no obstante los datos que me dio el encargado
de la política interna de Huixtla, eso no fue suficiente y segui obstinado en buscar
alguien que me diera referencias negativas, pero por más que buscaba no
encontré ningún dato que me diera motivos para desahogarme y así vengarme de la falta de
atención a mi persona del funcionario en cuestión.
Por lo que sin más que preguntar al secretario municipal,
me dirigí, esta vez, a una señora que iba acompañada de otra señora de mayor
edad, que estaba haciendo fila en tesorería municipal, a quien y le pregunte lo
mismo, si conocía al director de Recursos Humanos, lo que para mi mala suerte, ambas
a coro y con una risita burlona me dijeron, ¡Quién no va conocer al Lic. Julio
Cesar!
Sorprendido por la respuesta, tarde me di cuenta que
me había equivocado, ya que además me dijeron que reconocían el trato amable y
atento y que atendía a las
personas como pocos lo hacen, agregó la otra señora quien salió al quite en
referencia a la pregunta que hice del director de recursos humanos.
Falto y sin los
elementos que esperaba encontrar, no me queda más que reconocer la destacada
capacidad para trabajar en equipo, de colaboración y comunicación efectiva fundamental,
un campesino, hijo de campesinos se abrió paso con méritos propios para llegar
al caro que ahora ostenta, sobre todo para lograr objetivos que demuestran que González Alfaro es un líder natural, con perseverancia y
determinación para dejará huella no solo a sus compañeros de trabajo.
La verdad sea
dicha, esta experiencia me hizo reflexionar que en esta vida no hay que dejarnos
llevar por prejuicios insanos, o mucho menos lo que dicen los inconformes que
nada les embona, al contrario, debemos ser siempre agradecidos con los
funcionarios (algunos, no todos), más aun cuando demuestran lealtad, capacidad,
honestidad, dedicación y contribución inquebrantable con el servicio que
prestan a Huixtla y a los huixtlecos.
Como es el caso que hoy me ocupa, el de un campesino que desde la edad de 11 empezó a labrar su destino con el marcado ejemplo de valores y principios, lo que le ha servido, sin duda alguna, para dejarles a sus hijos ese mismo legado que le enseñaron sus padres. Pero que conste, no era… Nada personal.
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