lunes, 10 de febrero de 2025

Un campesino arrogante y prepotente funge como funcionario en el Ayuntamiento de Huixtla.

Por: Jorge Escobedo

“Discúlpeme pero tengo que atender primero a los que llegaron antes que usted, ellos están haciendo fila esperando desde la mañana y los voy atendiendo de uno en uno, así que le pido de favor que me espere y me tenga paciencia un ratito más”.

“Entiendo su prisa y sé también que es periodista y como tal  usted tiene muchas otras cosas mas importantes que hacer, pero le suplico me tenga paciencia y me espere un poquito para cuando le toque su turno yo lo pueda atender, y créame que lo hare con mucho gusto, pero favor espéreme, primero tengo que atender a las personas que llegaron antes que usted”, fue la respuesta del director de Recursos Humanos. 

Esa respuesta me encabrito, la neta, y como nunca faltan los inconformes que todo les molesta porque no los atienden de inmediato, sin tomar en consideración que hay otras personas que tienen largo rato esperando turno, yo igual molesto e insolente le tome fotos e hice uso de mi “charola” para ver si así lo intimidaba y así tener argumentos para sacar de sus casillas al funcionario y así tener el pretexto para exhibirlo públicamente por su falta de atención.

Por lo que empecé a “investigar” para encontrar evidencias y poner en entredicho la función del citado funcionario por lo me puse a preguntar con la gente sobre la función precisamente del director de recursos humanos, lo que yo quería era que me dijeran algo que lo incomodara, pero contarles lo que sucedió.

Por principio de cuenta, inicie “mi investigación” con la primer persona que encontré a mi paso en palacio, a quien le pregunté si conocía al titular de recursos humanos, del que a decir verdad yo no sabía ni su nombre, ni su procedencia, ni si tenía alguna profesión o experiencias en algún cargo en administración pública.

Me acerque a un campesino bajito, digo campesino por su vestimenta sencilla, con sombrero un tanto descolorido, raído tal vez por el tiempo y muy maltratado por el uso, no sé, el caso es que le pregunte si conocía al director de recursos humanos, de sopetón me contestó que como no lo iba a conocer si era campesino igual que él e hijo de campesinos.

Al Lic. Julio Cesar es campesino igual que y lo conozco desde niño, es del Cantón El Cahulotal, hijo de Don Maclovio González y Doña Chabelita Alfaro, él estudio la primaria en la escuela Galileo Galiley, la secundaria en la Niños Héroes de Chapultepec del Cantón las Delicias y “la prepa” en la Alberto C. Culebro, asi que como no lo voy a conocer, me dijo el campesino.

Al no encontrar algo que me sirviera para escribir en contra del funcionario, opte indagar con el Secretario de Gobierno Municipal, CP Juan Manuel Álvarez Arrazola, quien me confió que en los archivos del personal, existen documentos oficiales que acreditan que Julio César González Alfaro es originario del Cantón Cahulotal y que es Licenciado en Administración de Empresas por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Casado con la señora Beatriz Ruiz López, desde hace 30 años con quien ha procreado 7 hijos, Aben Adad, Ing Agrónomo; Henrry Alexander, Contador Público; Isabel, Lic., en Comercio Internacional; Yureny, Lic., en Derecho; Keyly y Julio Cesar, estudiantes de preparatoria y Romina estudiante de secundaria.

En referencia a la experiencia laboral, el Secretario Municipal me dijo que el Lic. Julio César González Alfaro fungió como 1er. Regidor suplente  2015-2018 que fue Secretario de desarrollo económico y sustentable 2015-2016, 2o. Regidor 2016-2018., Secretario de Desarrollo Económico y Sustentable 2015-2016, 2o. Regidor 2026--2018. Tesorero del Grupo Fco. I. Madero siendo Secretario General de Cañeros de la CNC, Víctor Manuel García Reyes, Suplente de Juez Rural Mpal. 2024-2025. Director Parques y Jardines con el extinto CP. Carlos Salazar Gam 2023-2024 y actualmente el Presidente Regulo Palomeque le confirió el cargo de Director de Recursos Humanos 2024-2027, “aaah, por si fuera poco, también fue Presidente del Cobach Fco. I. Madero en dos ocasiones, me alcanzó a decir el Lic. el contador, Álvarez Arrazola.

Ya desarmado y no obstante los datos que me dio el encargado de la política interna de Huixtla, eso no fue suficiente y segui obstinado en buscar alguien que me diera referencias negativas, pero por más que buscaba no encontré ningún dato que me diera motivos para  desahogarme y así vengarme de la falta de atención a mi persona del funcionario en cuestión.

Por lo que sin más que preguntar al secretario municipal, me dirigí, esta vez, a una señora que iba acompañada de otra señora de mayor edad, que estaba haciendo fila en tesorería municipal, a quien y le pregunte lo mismo, si conocía al director de Recursos Humanos, lo que para mi mala suerte, ambas a coro y con una risita burlona me dijeron, ¡Quién no va conocer al Lic. Julio Cesar!   

Sorprendido por la respuesta, tarde me di cuenta que me había equivocado, ya que además me dijeron que reconocían el trato amable y atento y que atendía a las personas como pocos lo hacen, agregó la otra señora quien salió al quite en referencia a la pregunta que hice del director de recursos humanos.

Falto y sin los elementos que esperaba encontrar, no me queda más que reconocer la destacada capacidad para trabajar en equipo, de colaboración y comunicación efectiva fundamental, un campesino, hijo de campesinos se abrió paso con méritos propios para llegar al caro que ahora ostenta, sobre todo para lograr objetivos que demuestran que González Alfaro es un líder natural, con perseverancia y determinación para dejará huella no solo a sus compañeros de trabajo.

La verdad sea dicha, esta experiencia me hizo reflexionar que en esta vida no hay que dejarnos llevar por prejuicios insanos, o mucho menos lo que dicen los inconformes que nada les embona, al contrario, debemos ser siempre agradecidos con los funcionarios (algunos, no todos), más aun cuando demuestran lealtad, capacidad, honestidad, dedicación y contribución inquebrantable con el servicio que prestan a  Huixtla y a los huixtlecos.

Como es el caso que hoy me ocupa, el de un campesino que desde la edad de 11 empezó a labrar su destino con el marcado ejemplo de valores y principios, lo que le ha servido, sin duda alguna, para dejarles a sus hijos ese mismo legado que le enseñaron sus padres. Pero que conste, no era… Nada personal.

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