El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, fue el más sonriente de los presidenciables, comparado con el rostro desencajado de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, o el semblante casi siempre serio del canciller Marcelo Ebrard, la noche del El Grito en Palacio Nacional.
La seguridad y la sonrisa del titular de Segob, quien asistió acompañado de su esposa, De Isabel Estrada Rodríguez, se debe a que en los últimos meses ha ganado terreno en las preferencias electorales, con el respaldo social en diferentes entidades, comentaron analistas políticos.
Además, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado señales directas de que Adán Augusto es el elegido como sucesor de la Cuarta Transformación, luego de llamarlo “funcionario de 10, es mi hermano”, entre otros elogios.
O de preguntarle a los legisladores: “¿Verdad que tenemos un buen secretario de Gobernación?”, ocasionando que le respondieran ¡Presidente, Presidente!, en favor de Adán Augusto.
La noche de El Grito, el encargado de la política interna del país acudió a la ceremonia con un traje negro y una corbata en tonalidades verdes, junto a sus tres hijos Adán Payambé, Augusto Andrés y Adrián Jesús.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum fue acompañada de Jesús María Tarriba, su amor de la universidad y a quien dejó de ver por casi 30 años, mientras que Marcelo Ebrard, quien se ha convertido en su rival político más cercano, asitió acompañado de su esposa, Rosalinda Bueso.
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