• Supervisión federal evalúa componentes
de vectores, vigilancia epidemiológica, laboratorio, promoción de la salud,
capacitación y atención médica
Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas; 08 de agosto de 2024.- Chiapas no ha bajado la guardia en
el manejo de la epidemia de dengue, pero ante el pronóstico del pico más alto
de casos en la última semana de septiembre y primera semana de octubre, es
necesario emprender un plan de intervención que permita hacer frente a esta
situación para mitigar los riesgos en la población, aseveró el director general
de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal, Gabriel García Rodríguez.
Al
entregar al secretario de Salud estatal, Francisco Arturo Mariscal Ochoa, el
informe final de la supervisión efectuada al sector de la entidad sobre el
proceso de atención a esta enfermedad transmitida por vector, el funcionario
federal reconoció el trabajo realizado en Chiapas y felicitó al Gobierno del
Estado por los avances en las acciones de vigilancia epidemiológica,
prevención, control, diagnóstico y tratamiento.
En
su intervención, García Rodríguez planteó enfocar los esfuerzos en los
municipios de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, donde se concentra el 60 por ciento
de los casos de dengue, toda vez que atender estas zonas de riesgo equivale a tener
controlada la enfermedad.
El
secretario de Salud del estado, Francisco Arturo Mariscal Ochoa, manifestó que
con compromiso y responsabilidad se tomarán en cuenta las recomendaciones de
las autoridades sanitarias de nivel federal ante el panorama complejo de dengue
que se avecina.
“El
gobernador Rutilio Escandón Cadenas así lo ha instruido, trabajar hasta el
último día de su gobierno e invertir los recursos en lo realmente urgente, y
esto es la atención a la población desde la salud pública; es una emergencia y
tenemos que atenderla como tal”, enfatizó el encargado de la política sanitaria
en la entidad.
La
comitiva federal supervisó los componentes de vectores, vigilancia
epidemiológica, laboratorio, promoción de la salud, capacitación y atención médica.
Dentro de las fortalezas que encontraron están que hay abasto de insumos para
los trabajos de control larvario y nebulización; se da seguimiento a los
pacientes de dengue; se cumple con la norma de hacer 30 por ciento de muestreo
en pacientes no graves, además de seleccionar las muestras para la
identificación del serotipo circulante.
Asimismo,
hay buena colaboración con el sector educativo para la eliminación de criaderos
y en difusión hay buen impacto en las redes sociales; se capacita al personal en
el manejo clínico de dengue; y se cuenta con un plan de gestión de camas para
pacientes con esta enfermedad.
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