Por: Fernando Castro Merino/Vocero de Antorcha en BC
Esta semana se hizo viral en las redes sociales una
fotografía en donde se muestra la gran brecha entre ricos y pobres, en una
ciudad donde abundan las grandes fábricas de maquila y manofactura y donde a
decir de la realidad, también abunda la gran cantidad de pobres que viven en
las zonas populares, eso que no tienen ni qué comer, que no tienen siquiera un
trabajo establo o que no tienen la oportunidad para salir adelante, y aquellos
que se han quedado varados en el camino que buscaba el sueño americano.
Aquí, en Tijuana “donde comienza la patria”, se ve la
pobreza en las zonas principales y en las zonas populares, en los canales del
Río de Tijuana, donde viven cientos de migrantes que no tienen un techo y en
las zonas que forman parte del cinturón de pobreza de esta gran ciudad, en la
Zona Este, donde existen colonias que no cuentan siquiera con los servicios
básicos o con las oportunidades para poder progresar.
Veamos algunos datos; a decir del último informe del
CONVAL, el número de personas que se encuentran en pobreza extrema aumentó,
pues el número subió de 50 mil a 58 mil, de 2018 a 2020; esto quiere decir que,
aunque el informe señala que disminuyó el número de personas en pobreza regular,
aumenta el número de personas que tienen más carencias.
El Coneval muestra que un millón 299 mil personas en
el estado viven con alguna carencia social, como el rezago educativo, falta de
acceso a servicios de salud, seguridad social, alimentación, así como una
vivienda digna. En 2018 el número de ciudadanos con este tipo de problemática
era de un millón 270 mil.
En cuanto al rezago educativo, 16.1% de la población
de Baja California enfrenta esa carencia; 24.0% no cuenta con servicios de
salud o 9.4% no tiene un hogar digno para vivir. Cabe mencionar que la
situación de Baja California, contrasta con lo que se vive a nivel nacional,
porque el Coneval da a conocer un aumento en el número de pobres, de 51.9
millones en 2018 a 55.7 millones de personas en 2020.
Respecto al porcentaje de la población total, este
pasó de 41.9% en 2018 a 43.9% en 2020, lo que representó dos puntos
porcentuales más en el año de la pandemia. El Coneval indica que las personas
que tienen una o dos carencias sociales y disponen de ingresos por debajo de la
línea de pobreza por ingresos, se estiman dentro de pobreza moderada, mientras
que las personas que tienen ingresos por debajo del valor monetario de la
canasta alimentaria y carecen de tres a más prestaciones sociales, se estiman
dentro de la pobreza extrema.
Como lo demuestran las cifras en el estado y en el
país, existe un gran contraste entre ricos y pobres, entre los que lo tienen
todo y los que solo tienen su fuerza de trabajo para poder sobrevivir, aquí,
donde se producen las grandes concentraciones de riqueza, también está en
operación la gran concentración de pobres, los que se dicen migrantes, los que
llegan en busca de una vida justa, los que sueñan con la idea de que un mundo
mejor es posible, y así es, es posible si se lucha, si se trabaja y se organiza
al pueblo mismo, Antorcha ya lo ha demostrado y comprobado, aquí seguimos.
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