Por: Jorge Escobedo
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¡Nada personal!
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BAJA CALIFORNIA
Redacción/Quihubole!!!
TIJUANA, a 3 de febrero del 2019.- Ahora o nunca, no habrá otra valiosa oportunidad para salvar a Tijuana y encaminarla hacia el horizonte ansiado por los ciudadanos conscientes, honrados, trabajadores y progresistas, después de agotadores y mortales años de repudiable inmunidad, corrupción, inseguridad, violencia y criminalidad generalizada, cuya diaria matanza continúa ejecutada por sicarios vandálicos libres y bien armados, golpeando el corazón de los tijuanenses en general, pero particularmente de víctimas hostigadas por eterno luto, temor y tristeza, aparte de colocar a nuestra ciudad como la frontera más peligrosa del mundo.
Los tijuanenses confían en que el nuevo presidente, Arturo González Cruz, cumplirá sus alentadoras promesas “La corrupción se acabará desde la oficina del presidente. Poniendo el ejemplo vamos a exigir y vigilar para que no haya corrupción en las demás dependencias”, expresadas en campaña, con dignidad, valor y responsabilidad, en respeto a su sagrado y sufrido pueblo, a sus electores y tijuanenses dignos, con apoyo incondicional de los funcionarios integrantes de su equipo de trabajdo, regidores, representativos ajenos pero conscientes de su deber entusiástico, mandos policiales, jueces, autoridades y organismos municipales.
Tan delicada tarea ciudadana no será fácil, pero tampoco imposible, combatiendo con señorío, coraje y estricta fe en Dios abundantes estructuras criminales, copiosos abusadores políticos poderosos y narcos que han ejercido imperio y manoseado las riquezas del pueblo, con interés o complacencia de algunos ex gobernantes que desvergonzadamente evadieron su responsabilidad ciudadana.
Tijuana merece ser una ciudad segura, ajeno al plan implantado por gobiernos que no hicieron nada al respecto, que sumaron mayor peligro a las abundantes inmundicias que afrontan los tijuanenses desde hace años, en abierto atentado a su vida, paz, seguridad, trabajo, desarrollo y mejor futuro para sus hijos, pero especialmente para la gente pobre, niños enfermos, desnutridos; adolescentes y jóvenes sin educación ni salud, acosados por padres y delincuentes, sin oportunidad laboral ni hospitales con médicos y medicinas, en apartados lugares marginados del municipio.
El pueblo clama por protección a periodistas víctimas de amenazas, ataques y muerte por informar y orientar al pueblo; recta aplicación de justicia de parte de juzgadores probos, sin criterios ideológicos, políticos o económicos, que apliquen términos legales, condenen a culpables y los absuelvan a cambio de inocentes presos desde hace años, para evitar ilegalidades. como las que se cometieron en administraciones anteriores, que absolvieron a chantajistas no obstante confesar su delito, sin investigar posibles crímenes, en desigual estímulo a matones. Urge la eliminación de extorsionadores, asesinos de choferes, ayudantes y pasajeros del transporte, humildes mujeres, tenderos, vendedores ambulantes e inocentes niños, adolescentes jovencitas, adultos y ancianos, hombres y mujeres.
Tijuanenses confían en que el nuevo gobierno erradicará horrendo pasado y presente de Tijuana.
Tijuanenses piden a instituciones de seguridad de gobierno federal, mejores presupuestos, personal, vehículos y armamento para cubrir el territorio municipal; restructuración del corrupto sistema penitenciario y construcción de cárceles modernas; educación vial y castigo a despóticos conductores de motos, autos y vehículos pesados, ejecutores de tantas tragedias; cárcel para policías prepotentes, abusivos y corruptos; calles y carreteras pavimentadas, sin hoyos o baches que dañan los vehículos y causan accidentes, pese a que los perjudicados usuarios pagan impuestos.
Esperamos el abierto combate de narcotraficantes que han invadido nuestra ciudad; marginación de burlas legales como la incumplida ley emitida por la administración actual de regular excesivas velocidades de vehículos del transporte colectivo, ahora detenida por intereses particulares y control de otras aberraciones. Pero que conste, no es… ¡Nada personal!
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