sábado, 4 de julio de 2015

Sólo para Iniciados

Mancera se orina fuera de la bacinica
 Muy pronto sabremos qué asesor convenció al mandatario capitalino para que pidiera la renuncia a su gabinete; quiere recomponer el rumbo porque carga el desastre electoral del 7 de junio y probablemente se quedará sin candidatura presidencial, porque nadie irá a su casa a pedirle sacrificarse por la nación 
por Juan Bustillos el 3 de julio de 2015 
Más tarde que temprano sabremos qué asesor convenció a Miguel Mancera de que para convertirse de golpe y porrazo en estadista, después de la ‘madrina’ que Morena le puso al PRD y al jefe de Gobierno, necesitaba solicitar la renuncia a su gabinete, aunque el asunto sea de mentiritas y al final sólo se vayan los que de cualquier manera estaban destinados a irse. 
Ocurrencias tan geniales no se generan así como así, pero de haber consultado con algunos de sus cercanos que sí le entienden a esto, hasta la ex nodriza de Manuel Camacho y Marcelo Ebrard, Alejandra Moreno Toscano, le habría dicho: no manches, maestro, te estás orinando fuera de la bacinica; que no te tiemblen las corvas si quieres correr a unos; sólo dales las gracias; diles que para ser candidato presidencial necesitas otro equipo. 
Imagino que el rostro se iluminó al jefe de las instituciones capitalinas cuando comprendió el alcance de la idea sembrada en su mente. Quizá le dijeron que haría historia al pedir la dimisión a su gabinete para después de una evaluación, que llevará 10 semanas, decidir quién se va y quién se queda. 
Incluso le habrían dicho que metería en un brete al Presidente Peña Nieto que no se decide a deshojar la margarita de su gobierno y que, según los enterados, lo hará sólo después de su Tercer Informe de Gobierno, obligado, entre otras cosas, porque de una u otra forma necesita a Manlio Fabio Beltrones y porque César Camacho coordinará a los diputados priístas. 
Le pondrás la muestra, le habrán dicho. Cuando él anuncie cambios, te habrás adelantado un trimestre. 
¡Genial!, habría contestado Mancera. 
Sólo faltaba escoger la fecha. Cuando el Presidente esté fuera, aconsejaría el asesor. Y el jefe de Gobierno tomó la decisión, el 2 de julio, así no habrá disputa por las primeras páginas de los periódicos ni los tiempos AAA de la radio y televisión. 
Pero asesor y asesorado no contaban con que Jacobo Zabludovsky escogió el 2 de julio para dejar el periodismo y la vida, que para algunos, entre ellos nosotros, viene a ser lo mismo. 
Y he aquí al jefe de Gobierno disputando sin mucha fortuna el espacio al genial periodista porque cualquiera sabe que la petición de las renuncias es una ocurrencia mediática, pues los que gobiernan por él, quienes realmente mandan en el Gobierno del Distrito Federal, se quedarán con o sin evaluación, como los profesores de la Sección 22 de Oaxaca. 
Se trata de una simulación para salir al paso del desastre de las pasadas elecciones en las que Mancera se quedó casi sin partido, sin la mitad de las delegaciones, sin el control de la legislatura local y probablemente sin candidatura presidencial porque nadie irá a su casa a pedirle sacrificarse por la nación. 
Y pensar que hubo tiempo en que pareció una buena solución para el futuro.

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