Por: Jorge Escobedo
(Imagen cortesia del Prof. David Torres Antonio)
Este lamentable suceso ha consternado a los campesinos
del ejido Huixtla, y de manera particular a los hombres del campo de la zona
baja del municipio de Huixtla, ya que el líder agrarista de la CNC, en la lucha
por las tierra ejidales, fue también fundador de Grupos de Trabajo constituidos
por quien esto escribe en representación del Banco de Credito Ejidal (BANJIDAL)
en ese entonces en Huixtla.
Fernando Rojas Garcia, fue un defensor de los
derechos de los ejidatarios legalmente constituidos de la zona baja del Ejido
de Huixtla.
Cabe destacar que los créditos más importantes que
brindaba el Banco de Crédito Hipotecario, Banco de Crédito Ejidal, (Banjidal)
Banco de Crédito Rural del Istmo (BANCRISA), Banco de Crédito Rural (Banrural),
Refaccionarios para la Adquisición de Ganado Bovino y de Avío que gestionaba
Don Fernando eran de insumos para el campo como alambre de púas, semillas de
maíz, insumos de fumigación, así uno de los beneficios más importantes que
aprovechan las amas del hogar es la venta de azúcar a bajo costo, todos estos
en beneficio de apoyar a la economía familiar.
Fernando Roja y las luchas agrarias en el Ejido Huixtla
En una de mis más recientes llegadas mi añorada Huixtla,
circunstancialmente encontré a Don Fernando Rojas sentado bajo las sombras de
un arbolito frente a Palacio Municipal, muy contento por cierto, viendo a
muchos trabajadores el avance de la construcción del domo del parque central
Fco. I. Madero, momento de suerte que aproveche para entrevistar al líder
campesino de la zona baja del municipio de Huixtla.
Desde el inicio de
la entrevista, Don Fernando se mostró siempre atento a compartir con un
servidor su trabajo, experiencias y anécdotas. Al dialogar con él pude observar
en su rostro el mismo gesto de seguridad y esperanza de los ejidatarios
contemporáneos.
Sus ojos brillaban alegres
cuando me dijo “Va quedar muy
bonito, y no solo bonito, ya hacía falta que alguien tuviera la visión acertada
de que la gente se cubriera de las inclemencias del sol, del agua y tener como Dios
manda un espacio donde escuchar la marimba como en Tuxtla Gutiérrez, comentó.
Sin lugar a dudas, la figura más prominente de la
lucha agraria en el Ejido Huixtla y en la parte baja sur oriente de la citada
zona rural desde antes de los sesentas. Su legado de más de cincuenta años de
lucha por la defensa de los derechos de los campesinos y en contra del despojo
latifundista y de la explotación del hombre por el hombre, así como su pericia
en la primera organización agraria de orientación, en una época difícil y
violenta del país, lo convirtieron en una leyenda que hoy muchos conocen, por
lo que Don Fernando es reconocido por los ejidatarios como un hombre leal,
honesto y de recio carácter ante políticos encumbrados.
Hombre iletrado que se fue ilustrando en medio del
trajín de la lucha, además de haber sido un decidido y cualificado líder
campesino, fue en muchas veces Presidente del Comisariado Ejidal, Presidente
del Consejo de Vigilancia y Juez Rural en reiteradas ocasiones por muchos años.
Propuesto en múltiples ocasiones para Regidor, inclusive
concejal indistintamente de la comuna, cargos en los que fue gratamente aplaudido
públicamente en las asambleas por su honestidad, integridad y sobre todo, por su
valor intrínseco por haber rechazado dichos cargos en favor de los campesinos.
En la entrevista Don Fernando me comentó detalles
confidenciales y anecdóticos de la trayectoria de muchos gobernantes, alcaldes
y diputadas que nomás llegaron al cargo
por motivos personales mas nunca para defender y apoyar a los campesinos.
Me narró logros más
destacables de líderes que también dieron la cara en la lucha agraria y señaló nombres
de ejidatarios que, de la mano lucharon junto con él convertirse en instrumentos
para seguir defendiendo el derecho de los ejidatarios y campesinos del Ejido
Huixtla.
No en vano, como afirmó
Don Fernando, “Hoy en día los campesinos son los más olvidados, vilipendiados y
despreciados no solo en Chiapas sino en un país donde la mayoría de su
población, malvive en ciudades de miseria”.
¿Quién era Fernando Rojas?
Fernando Rojas
fue un campesino salido de una de las familias más pobres de la
zona baja, de los que se criaron en el matrimonio del abuelo porque su padre
tenía que contratarse como jornalero para buscar el sustento de sus hijos que en
un determinado momento trabajo para un terrateniente como arrendatario, pero
por su rebeldía se apartó de esa vida y buscar otro tipo de recursos para sostener a su familia, añadió.
Don Fernando, recuerdo en las reuniones a las que asistí
para constituir al Ejido Huixtla como Sujeto de Crédito, en su participación
era muy firme en sus principios, escuchaba y aprendía de los demás. Por
ejemplo, cuando presidia las asambleas de ejidatarios en la Casa Ejidal, siempre
esperaba que todos hablaran y luego él tomaba la palabra sin imponer una posición
de su parte.
Don Fernando, primero escuchaba a todos los
ejidatarios que pretendían un crédito ante la citada institución crediticia, y
cuando él tomaba la palabra era para concluir lo que por unanimidad ya todos
habían decidido.
Era un campesino de pura cepa, que se hizo así
mismo, muy interesado en surgir, en trabajar, en tener comodidades; pero de
pronto la vida lo ubicó en vía al movimiento agrario, encontrando identidad
entre lo que él había vivido y los campesinos que lo habían llamado para
representarlos.
Tiempo después cuando lo volvía a encontrar le
preguntaba si ya no era dirigente ejidal, o si seguía luchando por tierras y/o por
las colindancias del ejido, le escuchaba decir: “No Jorgito, yo siempre he
pensado retirarme, pero ya cumplí 45 años en la lucha y aquí sigo, com o me
vez, reafirmando ese propósito”.
Algunas anécdotas de Don Fernando:
Una vez ciertos políticos –me confió--, le
escribieron una carta donde le proponian un cargo en la alcaldía municipal,
como regidor no quiso, la dirección de una paramunicipal, la de suplente de un
diputado, menos; él no aceptó ninguna, pues afirmaba que su lugar estaba con
los campesinos, con su gente, con los ejidatarios.
Esa creo, fue una de las razones, por demás está
decir que los más de mil doscientos ejidatarios legalmente reconocidos del ejido
Huixtla, cuando las invasiones de
tierras estaba en su apogeo, como merecido reconocimiento a su lealtad y su lucha incansable, hoy el cantón “San
Fernando” lleva su nombre.
Como representante de los ejidatarios que
solicitaban créditos refaccionarios y de avíos ante el Banco de Crédito Rural
del Istmo, S.A. (Bancrisa), Don Fernando perseveró un largo
año yendo y viniendo a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez sin ir a su parcela donde estaban
sus cultivos, hasta que logro los créditos mencionados para los 10 grupos constituidos
del Ejido Huixtla.
Un día comentó que llegó un grupo de campesinos a
visitarlo y sintió el mal olor de sudor, de lo humano, de cocina de leña, de
campesinos pues, fue cuando recapacito y dijo: “Estoy perdiendo el olor de mi
gente”, y al día siguiente recogió sus cosas y volvió al campo, a su parcela a
reencontrarse con su gente, los campesinos.
En sus discursos solía decir que los campesinos eran
carne de su carne y huesos de sus
huesos, prueba de ello, en sus tantas idas y vueltas en un viacrucis de
trámites para obtener dichos créditos, finalmente logró su propósito, créditos
refaccionarios para maquinaria y la adquisición de ganado bovino, del que hoy día,
muchos ejidatarios gozan de los créditos logrados por un hombre que dio todo
sin recibir nada a cambio, más que el merecido reconocimiento de sus
compañeros, los ejidatarios del Ejido Huixtla.
A “Don Nando” le recordara por siempre por su carácter combativo ante las injusticias en lugares que acudió y la decisión con la cual enfrentaba las situaciones que requieran de su temple con acciones decididas para defender los derechos de los campesinos a quienes consideraba entre los más desprotegidos, a pesar de ser los más necesarios para que la sociedad pudiera subsistir. DEP Fernando Rojas García.
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