domingo, 4 de mayo de 2025

Ejido Huixtla de luto: Fallece líder campesino

(Imagen cortesia del Prof. David Torres Antonio)
Por: Jorge Escobedo

Este lamentable suceso ha consternado a los campesinos del ejido Huixtla, y de manera particular a los hombres del campo de la zona baja del municipio de Huixtla, ya que el líder agrarista de la CNC, en la lucha por las tierra ejidales, fue también fundador de Grupos de Trabajo constituidos por quien esto escribe en representación del Banco de Credito Ejidal (BANJIDAL) en ese entonces en Huixtla.

Fernando Rojas Garcia, fue un defensor de los derechos de los ejidatarios legalmente constituidos de la zona baja del Ejido de Huixtla.

Cabe destacar que los créditos más importantes que brindaba el Banco de Crédito Hipotecario, Banco de Crédito Ejidal, (Banjidal) Banco de Crédito Rural del Istmo (BANCRISA), Banco de Crédito Rural (Banrural), Refaccionarios para la Adquisición de Ganado Bovino y de Avío que gestionaba Don Fernando eran de insumos para el campo como alambre de púas, semillas de maíz, insumos de fumigación, así uno de los beneficios más importantes que aprovechan las amas del hogar es la venta de azúcar a bajo costo, todos estos en beneficio de apoyar a la economía familiar.

Fernando Roja  y las luchas agrarias en el Ejido Huixtla

En una de mis más recientes llegadas mi añorada Huixtla, circunstancialmente encontré a Don Fernando Rojas sentado bajo las sombras de un arbolito frente a Palacio Municipal, muy contento por cierto, viendo a muchos trabajadores el avance de la construcción del domo del parque central Fco. I. Madero, momento de suerte que aproveche para entrevistar al líder campesino de la zona baja del municipio de Huixtla.

Desde el inicio de la entrevista, Don Fernando se mostró siempre atento a compartir con un servidor su trabajo, experiencias y anécdotas. Al dialogar con él pude observar en su rostro el mismo gesto de seguridad y esperanza de los ejidatarios contemporáneos.

Sus ojos brillaban alegres cuando me dijo “Va quedar muy bonito, y no solo bonito, ya hacía falta que alguien tuviera la visión acertada de que la gente se cubriera de las inclemencias del sol, del agua y tener como Dios manda un espacio donde escuchar la marimba como en Tuxtla Gutiérrez, comentó.

Sin lugar a dudas, la figura más prominente de la lucha agraria en el Ejido Huixtla y en la parte baja sur oriente de la citada zona rural desde antes de los sesentas. Su legado de más de cincuenta años de lucha por la defensa de los derechos de los campesinos y en contra del despojo latifundista y de la explotación del hombre por el hombre, así como su pericia en la primera organización agraria de orientación, en una época difícil y violenta del país, lo convirtieron en una leyenda que hoy muchos conocen, por lo que Don Fernando es reconocido por los ejidatarios como un hombre leal, honesto y de recio carácter ante políticos encumbrados.

Hombre iletrado que se fue ilustrando en medio del trajín de la lucha, además de haber sido un decidido y cualificado líder campesino, fue en muchas veces Presidente del Comisariado Ejidal, Presidente del Consejo de Vigilancia y Juez Rural en reiteradas ocasiones por muchos años.

Propuesto en múltiples ocasiones para Regidor, inclusive concejal indistintamente de la comuna, cargos en los que fue gratamente aplaudido públicamente en las asambleas por su honestidad, integridad y sobre todo, por su valor intrínseco por haber rechazado dichos cargos en favor de los campesinos.

En la entrevista Don Fernando me comentó detalles confidenciales y anecdóticos de la trayectoria de muchos gobernantes, alcaldes y diputadas  que nomás llegaron al cargo por motivos personales mas nunca para defender y apoyar a los campesinos.

Me narró logros más destacables de líderes que también dieron la cara en la lucha agraria y señaló nombres de ejidatarios que, de la mano lucharon junto con él convertirse en instrumentos para seguir defendiendo el derecho de los ejidatarios y campesinos del Ejido Huixtla.

No en vano, como afirmó Don Fernando, “Hoy en día los campesinos son los más olvidados, vilipendiados y despreciados no solo en Chiapas sino en un país donde la mayoría de su población, malvive en ciudades de miseria”.

¿Quién era Fernando Rojas?

Fernando Rojas  fue  un campesino  salido de una de las familias más pobres de la zona baja, de los que se criaron en el matrimonio del abuelo porque su padre tenía que contratarse como jornalero para buscar el sustento de sus hijos que en un determinado momento trabajo para un terrateniente como arrendatario, pero por su rebeldía se apartó de esa vida y buscar otro tipo de recursos para  sostener a su familia, añadió.

Don Fernando, recuerdo en las reuniones a las que asistí para constituir al Ejido Huixtla como Sujeto de Crédito, en su participación era muy firme en sus principios, escuchaba y aprendía de los demás. Por ejemplo, cuando presidia las asambleas de ejidatarios en la Casa Ejidal, siempre esperaba que todos hablaran y luego él tomaba la palabra sin imponer una posición de su parte.

Don Fernando, primero escuchaba a todos los ejidatarios que pretendían un crédito ante la citada institución crediticia, y cuando él tomaba la palabra era para concluir lo que por unanimidad ya todos habían decidido.

Era un campesino de pura cepa, que se hizo así mismo, muy interesado en surgir, en trabajar, en tener comodidades; pero de pronto la vida lo ubicó en vía al movimiento agrario, encontrando identidad entre lo que él había vivido y los campesinos que lo habían llamado para representarlos.

Tiempo después cuando lo volvía a encontrar le preguntaba si ya no era dirigente ejidal, o si seguía luchando por tierras y/o por las colindancias del ejido, le escuchaba decir: “No Jorgito, yo siempre he pensado retirarme, pero ya cumplí 45 años en la lucha y aquí sigo, com o me vez,  reafirmando ese propósito”.

Algunas anécdotas de Don Fernando:

Una vez ciertos políticos –me confió--, le escribieron una carta donde le proponian un cargo en la alcaldía municipal, como regidor no quiso, la dirección de una paramunicipal, la de suplente de un diputado, menos; él no aceptó ninguna, pues afirmaba que su lugar estaba con los campesinos, con su gente, con los ejidatarios.

Esa creo, fue una de las razones, por demás está decir que los más de mil doscientos ejidatarios legalmente reconocidos del ejido Huixtla, cuando las  invasiones de tierras estaba en su apogeo, como merecido reconocimiento a su lealtad  y su lucha incansable, hoy el cantón “San Fernando” lleva su nombre.

Como representante de los ejidatarios que solicitaban créditos refaccionarios y de avíos ante el Banco de Crédito Rural del Istmo, S.A. (Bancrisa), Don Fernando perseveró  un  largo año yendo y viniendo a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez sin ir a su parcela donde estaban sus cultivos, hasta que logro los créditos mencionados para los 10 grupos constituidos del Ejido Huixtla.

Un día comentó que llegó un grupo de campesinos a visitarlo y sintió el mal olor de sudor, de lo humano, de cocina de leña, de campesinos pues, fue cuando recapacito y dijo: “Estoy perdiendo el olor de mi gente”, y al día siguiente recogió sus cosas y volvió al campo, a su parcela a reencontrarse con su gente, los campesinos.

En sus discursos solía decir que los campesinos eran carne de su carne y  huesos de sus huesos, prueba de ello, en sus tantas idas y vueltas en un viacrucis de trámites para obtener dichos créditos, finalmente logró su propósito, créditos refaccionarios para maquinaria y la adquisición de ganado bovino, del que hoy día, muchos ejidatarios gozan de los créditos logrados por un hombre que dio todo sin recibir nada a cambio, más que el merecido reconocimiento de sus compañeros, los ejidatarios del Ejido Huixtla.

A “Don Nando” le recordara por siempre por su carácter combativo ante las injusticias en lugares que acudió y la decisión con la cual enfrentaba las situaciones que requieran de su temple con acciones decididas para defender los derechos de los campesinos a quienes consideraba entre los más desprotegidos, a pesar de ser los más necesarios para que la sociedad pudiera subsistir. DEP Fernando Rojas García.

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