Por esta vez, dejo en segundo plano el tema de la
democracia, ya habrá ocasión para explayar al respecto.
En mis más de 36 años de periodista, me ufano de conocer su
trayectoria como uno de los mejores periodistas no solo de Tapachula, sino de
Chiapas y allende las fronteras: que trata los temas de los que habla, con
objetividad, con serenidad y con respeto, inclusive, hacia los demás que no
piensan como usted.
Con el respeto que impone la profesión de periodista,
respetable y admirable cuando sirve a la difusión de la verdad, y en aras a
conseguir ayudar en el ejercicio de la transmisión objetiva de información y de
opiniones me atrevo a dirigirle unas letras.
Me impresionan profundamente la mayoría de sus artículos
que reflejan su enorme conocimiento exterior y su gran capacidad sobre cualquier
tema que aborda en sus artículos en sus diferentes diversidades.
Algunos excelentes periodistas, como usted, tienen plumas
excepcionales y capacidades sintetizadoras, narrativas y de comunicación
admirables, virtudes todas ellas que jamás se desvanecen ni pierden todo su
valor al entreverarse con el entusiasmo y desconocimiento que se trasluce en
los contenidos de sus artículos sobre el periodismo de investigación y sus
valores.
Sobre la base de aquella expresión de Cámara,
"siempre que me contradices amablemente, me enriqueces", por ello, no
me parece justo que algunos, no la mayoría, denoten y critique en forma temeraria
el trasfondo y el contenido de su trabajo periodístico al tratan de ridiculizar
su persona y su trayectoria como periodista, todo ello es consecuencia de
considerar que los que lo critican tiene como objetivo sembrar su odio y sus
desdichas hacia usted.
Estimado Ingeniero, pido a usted que sigan siendo como
siempre, un buen periodista: es decir, que continúe con esa ética de tratar los
temas de los que hable con esa objetividad, con esa serenidad y con ese respeto
que lo caracteriza, reitero, con quienes lo critican y no piensan con
objetividad como usted.
Ante el hombre contemporáneo se abren distintas
instancias para cultivarse. Para desarrollarse: puede haber quienes vivan desde
el estricto racionalismo, o desde el cientifismo o desde los consejos de las
echadoras de cartas o desde la pura animalidad.
Ojalá este discernimiento apreciación sirva a sus críticos,
con criterios de coherencia entendiendo sus expresiones como algo profundo invitándolos
a la reflexión, a preguntarse cosas, a bucear en el interior de la vida
personal de cada uno, a intentar encontrar la objetividad de su trabajo periodístico...
Y si uno por mucho que intente ser objetivo sincero, no alcanza a ver en ello
nada más que un hecho irreverente e irreflexivo, lo mejor que puede hacer es
callarse y respetar en silencio, por desconocido la extraordinaria capacidad de
un fenómeno que transcienden los diversos géneros del periodismo en la
actualidad.
Lo abrazo con el afecto, respeto y admiración de siempre estimado Mtro. Alberto Gonzáles Martínez.
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