El inicialista es el diputado del Partido Verde, Fausto Gallardo
“Las colillas y filtros de cigarrillo son parte importante de los residuos sólidos que contaminan suelos y aguas superficiales”.
MEXICALI El diputado Fausto Gallardo García presentó en la máxima tribuna del Estado, una iniciativa que reforma la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos de Baja California, con el fin de establecer una sanción a quien arroje o abandone en la vía pública, áreas comunes, parques, barrancas y, en general, en sitios no autorizados, colillas de cigarro y residuos de productos de tabaco.
En cuanto a las sanciones administrativas, se dispone que las personas que realicen por segunda y consiguientes ocasiones dichas conductas, se les aplicará una multa de 35 a 350 UMA vigente en el Estado.
“Las colillas de cigarro son consideradas, en general, como el residuo más común que se produce a nivel mundial; en este sentido, de acuerdo a la organización Ocean Sentry se tiran cada año alrededor de 767 millones de kilógramos de colillas, lo que significa alrededor de 4.5 trillones de colillas, convirtiéndose en un 'cáncer medio ambiental'”, dio a conocer en su exposición de motivos el legislador del Partido Verde Ecologista de México.
Gallardo García informó, además, que en México al año se producen alrededor de 5 mil millones de colillas de cigarro y sólo el 41 por ciento de ellas se deposita en algún contenedor o basurero, mientras que el restante 59 por ciento (que equivaldría a 2,950 millones de colillas), queda esparcido en las calles, lo cual genera una gran contaminación del suelo y del agua, y la obstaculización del drenaje pluvial.
“Las colillas y filtros de cigarrillo son parte importante de los residuos sólidos que contaminan suelos y aguas superficiales; por su tamaño pueden no notarse entre la 'basura', pero su degradación en el ambiente es lenta y diariamente se desechan millones de filtros y colillas. Además, el pequeño tamaño de las colillas hace que recogerlas resulte una tarea muy difícil y laboriosa”, indicó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la XXIII Legislatura local.
Agregó que, contrario a la creencia que se tiene en la población, la vida de una colilla de cigarro no culmina cuando el consumidor la lanza al suelo o pisa la misma. Lo anterior, en razón de que una sola colilla de cigarro tarda de 2 a 10 años en degradarse, lo cual, dijo, no es lo más preocupante de este asunto, sino la toxicidad que van acumulando conforme pasan los años.
En ese sentido, mencionó que en la década que tardan en descomponerse completamente las colillas, se transforman en micro plásticos que, de no deshacerse correctamente, podrían colarse en los sistemas acuíferos y eventualmente en la cadena de producción alimenticia, lo que representa un riesgo de salud pública para la población en general.
“De esta manera, una sola colilla puede contaminar hasta cincuenta litros de agua potable, por la enorme cantidad de sustancias que la componen, como la nicotina, el alquitrán, el arsénico, el plomo y los hidrocarburos poliaromáticos”.
Por último, refirió que su iniciativa tiene la intención de coadyuvar a que se establezca una cultura de prevención y protección del medio ambiente.
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