CHIAPAS
Por: Evelyn Haydee E
Prietho
Redacción/Quihubole!!!
TUXTLA
GUTIERREZ, a 21 de septiembre de 2018.- Antes de ser funcionario y mucho antes
de dedicarme a la política, el oficio que me abrió las puertas para salir
adelante como profesionista, fue la locución en San Cristóbal de Las Casas y lo
digo a mucho orgullo.
Desde
entonces fui invitado por Miguel González Alonso (QEPD), para ser coordinador
de delegaciones de la Asociación Nacional
de Locutores de México en el año 2000.
Esa
coordinación es una responsabilidad honorífica por la que no se percibe ningún
tipo de remuneración y me he mantenido ahí a petición de la presidenta nacional
Rosalía Buaun Sánchez, a quien le guardo una profundo respeto y por la amistad
que nos une más allá de cualquier coyuntura o circunstancia de tipo político.
Asistir
a la entrega del Micrófono de Oro, no es acudir a premiar a un locutor, sino a
un ciudadano que en el caso de don Fernando Coello Pedrero, de 89 años de edad,
es en reconocimiento a su brillante trayectoria empresarial que inició cuando
él tenía tan sólo 14 años de edad y es de mencionar la lucidez y la claridad de
pensamiento que a su edad aún tiene.
Los
premios no se entregan ni se reciben por afinidad o por si me cae bien o si me
cae mal una persona; honrar honra y honrar a nuestros mayores tiene doble
mérito y si es en vida el honor a quien extiende esa distinción es aún mayor.
Obviamente
Don Fernando Coello, como el resto de los mortales, no es una monedita de oro,
pero el que esté libre de culpa que arroje la primera piedra.
Se
necesita tener conciencia para guardarle respeto a las canas de nuestros
mayores y no olvidar la frase célebre que dice “como los ves, te verás “.
Nada es
verdad y nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira: William
Shakespeare.
Feliz
tarde
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