Perdió la vida la tarde
del miércoles 29 de agosto a las afueras de un mercado público donde vendía,
tan solo un día después del Día del Abuelo.
Por: Steven Exkovedo
Redacción/Quihubole!!!,
TIJUANA, a 30
agosto, 2018.- A las
afueras de los mercados públicos, incluso, en los mercados sobre ruedas, hay decenas de mujeres, muchas de ellas de la tercera edad, que se dedican a vender productos para poder ganarse el pan
de cada día.
La
gran mayoría lo hace porque es la única manera que tienen para subsistir, pues son
de escasos recursos y sus familiares no los ayudan, en muchos
casos ellas son las que siguen siendo el sustento de los hogares.
Las redes sociales se estremecieron este jueves con la historia de doña Juana Santiago Chávez, una mujer de 85 años de edad originaria del Estado de Oaxaca quien perdió la vida la tarde de ayer miércoles 29 de agosto a las afueras de un mercado público donde vendía, tan solo un día después del Día del Abuelo.
Las redes sociales se estremecieron este jueves con la historia de doña Juana Santiago Chávez, una mujer de 85 años de edad originaria del Estado de Oaxaca quien perdió la vida la tarde de ayer miércoles 29 de agosto a las afueras de un mercado público donde vendía, tan solo un día después del Día del Abuelo.
Esta humilde mujer de la tercera edad vivía en San Juan Bautista Jayacatlán, y todas
las mañanas acudía a uno de los mercados públicos a vender, pero el miércoles
alrededor de las 6:00 de la tarde un grupo de personas se percató que había
perdido la vida en la silla donde todos los días ofrecía sus productos.
Según
algunas versiones pasó bastante tiempo sin vida en esa silla, sin que nadie se
percatara y pudiera ayudarla o bien sostenerle la mano en su último suspiro.
Esta no es solo una triste historia del estado de Oaxaca, pues a diario en todo el país vemos a mujeres y hombres de la tercera edad trabajando porque pese a sus años de labores no cuentan con los recursos económicos necesario para el sustento diario mucho menos para descansar en casa por lo que se ven obligados a salir a las calles a emplearse con sueldos que están muy por debajo del salario mínimo.
Esta no es solo una triste historia del estado de Oaxaca, pues a diario en todo el país vemos a mujeres y hombres de la tercera edad trabajando porque pese a sus años de labores no cuentan con los recursos económicos necesario para el sustento diario mucho menos para descansar en casa por lo que se ven obligados a salir a las calles a emplearse con sueldos que están muy por debajo del salario mínimo.
Hay
otros que por su condición no tienen ni siquiera la oportunidad de seguir trabajando, ademas de ser abandonados por sus familias tienen que salir a las calles a pedir
limosnas bajo el sol, la lluvia y el frio.
Estas personas no solo son abandonados por sus familias, sino también son ignorados
por una sociedad cruel, sobre todo que no valora la experiencia de estos hombres y mujeres
que en su juventud fueron bases de empresas y hogares.
La situación que pasan los adultos mayores en nuestro país es
responsabilidad de todos, no solo del gobierno que con escasos 700 pesos
mensuales cree que los apoya, estos señores y señoras requieren que esta
sociedad les dé el lugar que se merecen.
La muerte de doña Juan Santiago no debería quedar solo en el asombro y enojo de una red social, debería servirnos para que a partir de este jueves valoremos a nuestras adultos mayores, para que exijamos políticas públicas y nos desprendamos del egoísmo y si en la calle vemos a alguien que padece de abandono hagamos algo por tratar de ayudar.
La muerte de doña Juan Santiago no debería quedar solo en el asombro y enojo de una red social, debería servirnos para que a partir de este jueves valoremos a nuestras adultos mayores, para que exijamos políticas públicas y nos desprendamos del egoísmo y si en la calle vemos a alguien que padece de abandono hagamos algo por tratar de ayudar.
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