*Paramédico
cuenta cómo se salvó de morir en el helicóptero que se desplomó, Francisco
Cantú Nataren volvió a vivir
CHIAPAS
Cortesía
del portal La Ceiba Digital/Margarita Moreno Soto/Foto Ayto de Tuzantán
TUZANTAN,
a 27 de septiembre de 2017.- El motivo por el que se accidentó el helicóptero
marca Bell que hacía la labor de ambulancia área donde viajaba en compañía con
el piloto, el copiloto y una señora enferma que llevaban de Bochil a Tapachula
para asistencia médica, según comentó a los rescatistas el sobreviviente fue la
intensa lluvia, los vientos y la tormenta eléctrica causó daños a la aeronave.
“El
piloto hizo todo para que no cayéramos. Estuvo hablando a la base dando las
coordenadas de dónde se encontraba el aparato, mencionando lo que pasaba, pero
fue imposible recibir alguna noticia y salvar la nave”, según expresó
Francisco.
El
helicóptero descendía más y más sin que desde arriba se pudiera ver lo que
había abajo, la lluvia y la neblina lo cubría todo. Entre las vueltas que daba
el aparato la puerta se rompió, entonces la señora que era trasladada dijo que
ella se iba aventar que no quería quedarse ahí. “No lo haga vamos a bajar le
gritaba el piloto”. Pero la señora no obedeció y se arrojó desde el aire.
La nave
siguió girando, girando y poco a poco con las hélices rompía las ramas de los
árboles cercanos. “Yo me quise también lanzar pero el piloto me dijo que no lo
hiciera “vamos a bajar, estoy buscando un lugar donde aterrizar, no te bajes”,
recordó el paramédico.
Después
recibió un fuerte golpe en su cuerpo. Al caer la nave el ruido fue estruendoso,
tan fuerte que según dicen las personas que se encontraban en la ranchería más
cerca donde cayó el aparato, se escuchó pero pensaron que eran los efectos de
un rayo.
El
paramédico no sabe cuánto tiempo pasó desde la falla de la nave pero ya era
tarde, entraba la noche. El aparato ya estaba en tierra, destrozado de la parte
trasera. Dentro del helicóptero el copiloto que iba sentado a lado del piloto
estaba inconsciente, sangrando profusamente, todavía con el cinturón de
seguridad. El piloto salió del helicóptero accidentado, buscó a la enferma que
trasladaban pero no la encontró por lo que decidió quedarse en ese sitio. El
paramédico también salió del sitio donde había quedado ayudado por el piloto,
entre los fierros retorcidos. Jaló la camilla ya vacía, se subió en ella,
cruzaron algunas palabras con el piloto sobre el momento. Ya no pudieron sacar
de la nave al copiloto que seguía inconsciente y que se supone más tarde
falleció por los golpes recibidos.
La
lluvia arreció, los dos sobrevivientes entre los dolores de sus lesiones que
parecían no eran graves empezaron a platicar en espera que llegara pronto la
ayuda, no se querían mover porque sabían que los buscarían. Así fue como el
paramédico se durmió sobre la camilla, a su lado el piloto.
No sabe
cuánto tiempo pasó. Al otro día el paramédico despertó, a su lado continuaba tirado
en el suelo el piloto. El paramédico al ver que todavía dormía le habló,
intentó despertarlo para decidir qué hacer con la situación, pedir ayuda,
buscar a la paciente que llevaban o quedarse en el sitio, pero el acompañante
ya no le contestó, pensó que estaba inconsciente peroro pronto se dio cuenta
que también había fallecido.
¿Qué
hacer en ese momento? Moverse para buscar ayuda, salvar la vida o quedarse ahí
porque sabía que habría una búsqueda por parte de las autoridades. Decidió por
fin, se quedó otro día más, buscó alguna fruta para comer, cerca se escuchaba
el ruido de un arroyo. Estaba ahora solo, sin saber si saldría de ahí con vida
porque a los lados él solo veía puros árboles. Con ese pensamiento llegó la
noche, el dolor de la fractura en el brazo empezó a ser más fuerte. Se metió a
la nave y pasó ahí la segunda noche, solo, con los dolores de las lesiones del
brazo y con lluvia pero con la esperanza que llegara ahora para el rescate.
Al otro
día tomó una decisión, tenía que buscar ayuda porque no había llegado la ayuda.
Caminó hacia el arroyo, luego marchó sobre la rivera, de pronto encontró unas
mangueras conectadas al agua que ahí pasaba. Señal que esa manguera lo llevaría
a una casa, camino siguiendo el tramo. Pasaron unos minutos que le parecieron
horas pero llegó a un rancho, su alegría fue inmensa, se había salvado, se
había dado el milagro.
Ahí
pidió ayuda con los lugareños, dijo el motivo de su llegada y los habitantes
inmediatamente lo auxiliaron y comunicaron a la autoridad del municipio lo
sucedido. Más tarde se hizo todo el movimiento del rescate, las personas
fallecidas fueron el piloto, copiloto y la paciente que encontraron como a 300
metros de la nave; el paramédico fue llevado en ambulancia hacia el Hospital de
Huixtla, tiempo en que tuvo la necesidad de narrar a los rescatistas de
Protección Civil y de la Policía Municipal, lo que había pasado, cómo había
salvado la vida, como el milagro de volver a vivir se consumado.
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