Por:
Julio Barrera
Redacción/Quihubole!!!
TAPACHULA,
a 27 de septiembre de 2017.- De los muchos nombres que se manejan para ocupar
el cargo que habrá de dejar vacante Manuel Velasco Coello el próximo año, es
decir la gubernatura del estado, no hay uno solo que se acerque –siquiera
remotamente– al talento, experiencia y capacidad política de un hombre como
José Antonio Aguilar Bodegas, actual secretario del Campo del gabinete estatal.
A su
lado, los demás aspirantes se nos aparecen como bisoños o imberbes
congregantes, incapaces de contar con la larga y exitosa trayectoria política
del tapachulteco, quien ha sido Presidente Municipal de Tapachula, Diputado
Federal en la LVII Legislatura, Diputado en el Congreso de Chiapas y Senador de
la República durante la LIX Legislatura (2000-2006).
Sus
prendas y virtudes personales son de ese tamaño y, quienes ahora quieren darlo
por muerto en el camino a la gubernatura o algún otro cargo de elección
popular, estrellarán sus intenciones contra el muro de prestigio y la solidez
de un personaje que, quiérase o no, es ya indispensable para la vida política
de Chiapas.
Por
ello, no ha dudado un solo instante en hacer públicas sus aspiraciones, respetando
siempre la legalidad y hablando de cara a la gente sobre sus intenciones de
servir a la entidad, desde la responsabilidad más alta y delicada a la que
pueda aspirar un ciudadano oriundo de estas tierras.
Enemigos
le sobran (Roberto Albores Gleason, Pablo Salazar Mendiguchía) por sólo citar a
los más enconados contra su persona. Amigos no le faltan (Manuel Velasco
Coello), quien ha delegado en AGUILAR Bodegas la responsabilidad de llevar las
riendas del agro chiapaneco.
Como
concertador y negociador político, como hombre carismático y apoyado por los
diversos sectores del campo chiapaneco, entre ellos los productores y
exportadores, tiene sobrado respaldo.
Haciendo
un oportuno ejercicio de memoria, no olvidemos que de acuerdo con las cifras
oficiales de los comicios efectuados el 20 de agosto, el candidato de la
coalición PRD-PT-Convergencia, Juan José Sabines Guerrero, obtuvo 553 mil 270
votos, mientras el abanderado de la Alianza por Chiapas, José Antonio Aguilar
Bodegas, logró 546 mil 988.
La
diferencia entre ambos contendientes sólo fue de apenas 6 mil 282 votos, lo que
representa una ventaja de tan sólo 0.57 por ciento de la votación. Hablamos de
la elección que todos sabemos ganó Aguilar Bodegas, y que le fue robada al
tapachulteco a través del consistente ejercicio de las trapacerías electorales
efectuadas por Sabines y sus cuarenta ladrones. Pero ésa es otra historia.
Lo que
nadie debe dudar, es que en las próximas semanas y meses, sabremos qué
derroteros le depara el camino que lo conduzca a las puertas de Palacio de
Gobierno, o quizá a algún escaño en las cámaras que integran el Congreso de la
Unión.
Pero, en tanto, nadie puede negar que en José Antonio Aguilar Bodegas, Chiapas cuente con uno de sus mejores prospectos. Con un hombre de claro prestigio y consolidada trayectoria de servicio y que, como decíamos al principio, está destinado a encabezar las mejores causas de Chiapas. Al tiempo, amigos.
Pero, en tanto, nadie puede negar que en José Antonio Aguilar Bodegas, Chiapas cuente con uno de sus mejores prospectos. Con un hombre de claro prestigio y consolidada trayectoria de servicio y que, como decíamos al principio, está destinado a encabezar las mejores causas de Chiapas. Al tiempo, amigos.
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