jueves, 7 de abril de 2016

“BUSCO UN PADRINO DE PILAS”: ULISES HINTZE CRUZ.

UN AMIGO ENTRAÑABLE
Jorge Escobedo
Siempre lo he dicho, y cada vez lo confirmo más, soy verdaderamente afortunado, en mi camino por la vida, he estado rodeado de gente magnífica, de AMIGOS, de esos que son imprescindibles, aunque a veces la distancia esté de por medio. 
A las críticas que en su oportunidad me hizo saber Don Ulises, cuando hice mis primero pininos, le debo lo que ahora soy en el periodismo, desde cuando me brindó la oportunidad de escribir el Lic. Guillermo Soto de la Cruz, en su periódico El Informador desde hace tiempo, pero que quede claro que no escribo estas líneas por "deber", no, las escribo por amor, por afecto, porque me nace hacerlo.
Con don Ulises Hintze Cruz nos conocemos desde cuando trabajamos en Banjidal, luego Bancrisa y después Banrural, él era Inspector de Campo y un servidor Jefe de Organización, puesto que me cedió el extinto Prof. Félix Ortiz Ferra, no (O’Ferra, este es un apelativo que siempre le desagradó) empezamos a tejer el lazo de nuestro afecto; en esos tiempos los que trabajábamos en el Banco a los hombre cuando nos saludaban nos decían “buenos días ingeniero” y a las mujeres “buenos días señorita”, obviamente algunos sin tener esa profesión y las damas ya casada, pero como nos gustaba que nos trataran así, no aclarábamos nada.
Ulises Hintze Cruz, amigo entrañable, mucho más que eso, alguien con quien mi afecto, estimación, admiración y respeto sabe que cuenta siempre; hemos caminado en línea paralela nuestras vidas, sin embargo la amistad de muchos años nos une, a pesar de no poder estar cerca, a pesar de nuestros propios pesares.
Jamás olvidaré la primer corrección en mi columna “Pluma y Pensamiento” que se publicaba en el El Informador, yo escribí en alguna parte “tubo que darle un fuerte abrazo”, y el buen Ulises socarronamente me dijo, pa’su mecha más bien el abrazo se lo dio con un tubo”, puesto que en vez de escribir “tuvo” del verbo tener, escribí “tubo” de tubería.
Como otras anécdotas que me contó, tampoco olvidaré su rostro siempre alegre (una expresión tan parecida a la de mi padre) a pesar de haber perdido las pliegues bucales, o sea, las cuerdas que producen los sonidos tonales o sonoros, vocales, semivocales, nasales, etc., lo que erróneamente llamamos “cuerdas vocales”, nunca de tristeza, siempre alegre y dicharachero nos pedía si queríamos ser “padrinos de pila” como a muchos de sus amigo acostumbraba decir, al principio nos mostrábamos sorprendidos, ya después todo era relajo al aclarar que padrino de pilas era para comprar las pilas o baterías para su aparato fonador, equipo, instrumental o aparato que utiliza para que sea escuchada su voz.
A don Ulises hace años que no lo veo físicamente, a pesar de haber estado viviendo en Huixtla, menos ahora yo en Tijuana, él en Huixtla donde sigue viviendo desde hace ya muchísimo tiempo, desde mucho antes de que el Banjidal se convirtiera en Banco Agropecuario, sin embargo, ambos sabemos cuánto nos estimamos, no estamos en contacto pero dentro de nuestros corazones hay una línea directa que nos une, sobre todo ahora que tanto él como quien esto escribe, “nos encontramos vivitos y coleando” con la bendición de Dios.
Los dos acordamos desde hace ya muchas lunas, que nos encontraremos en otro mundo, en otro espacio, en otro tiempo, para darle oportunidad a una historia diferente, pero por lo pronto, nuestra amistad, nuestro cariño, es a prueba de todo.
Mi muy querido y estimado Ulises, sé que lees este espacio, que te alegraras con mis alegrías y te entristecerás con mis dolores, hoy, te lo dedico por completo, doy gracias a Dios porque esta “vivito y coleando”, ambos sabemos que no es sólo un decir; gracias por la certeza de tu cariño, por tus abrazos aún a distancia, por tu voz aun por sobre todas las cosas, se hace presente cuando veo que Dios te tiene con bien, gracias porque nunca has soltado mi mano de amistad. Te quiero mucho mi amigo Ulises, y qué poco se me hacen esas palabras para expresarte lo que significas para mí. Te mando un fuerte abrazo lleno de afecto y un grato saludo para tu esposa doña Tenchita y toda tu familia.
Hasta pronto amigo de mis ayeres, hasta siempre. Ah y que sigas cumpliendo muchos pero muchos años más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario