EL MODELO INTEGRADOR
VERDE
Esto se trata de educación, pero no de la
recibida en casa ni la acostumbrada en cualquier escuela pública, sino de un
tipo en particular: la educación especial.
Cada niño tiene necesidades educativas
diferentes, aprenden a ritmos distintos y con métodos diversos, algunos
entienden tan solo con escuchar, otros deben tomar notas y algunos más
necesitan llevar a la práctica lo estudiado; en la actualidad muchos maestros
están capacitados para comprender y atender esa parte de la educación y de vez
en cuando, antes de comenzar las clases, realizan un test a los niños para
determinar su forma de aprendizaje.
Por: Exal Baltazar Juan Avila
/APyPM
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Sin embargo, hay otro tipo de docentes, los
de educación especial, quienes además de conocer los métodos de enseñanza
adecuados para el niño común, conoce también la forma de orientar el
aprendizaje de los niños con capacidades diferentes y están instruidos en la
lectura braille, el lenguaje de señas y las cuestiones de to}tutela pertinentes
en éstas prácticas, además de saberse de memoria y práctica los procesos
aplicados para la educación de niños hiperactivos entre otras criaturitas
necesitadas de paciencia, vocación y conocimiento por parte de quien se
encuentra frente al aula.
Nuestra ciudad cuenta con las cuatro
instituciones más importantes al respecto: CAM (Centro de Atención Múltiple,
escuela para niños con necesidades educativas especiales), la Escuela Normal en
Educación Especial, CAPEP y USAER (instituciones dedicadas a la atención y
canalización de niños con capacidades diferentes). Un alivio para muchos
padres, más de los esperados. A esto se le suman el centro de capacitación
laboral y las escuelas de modelo integrador.
¿Qué es una escuela de modelo integrador?
No, no se trata de más escuelas como CAM, de esa solo tenemos una. Definamos
primero el CAM a grandes rasgos: Es una escuela donde atienden exclusivamente a
niños con capacidades diferentes. Una escuela de modelo integrador es aquella
abierta a niños de todas las aptitudes y capacidades, pero cuenta con maestros
de educación especial, o bien, recibe el apoyo de CAPEP o de USAER, lo cual
suele darse en nuestra ciudad pero en los jardines de infancia, como en su
momento sucedió en el CENDI No. 3.
AMARILLO.
Nadie tiene la vida comprada, mucho menos
la salud y así sucede con las capacidades diferentes, es un imprevisto de la
vida y cualquiera puede tener un hijo o familiar con NEE (Necesidades
Educativas Especiales), pero esto no es motivo para achicopalarse ni querer
destruir el mundo; nos toca encontrar las instancias adecuadas para darle una
mejor vida a la criatura, caminar con él o ella esa senda y es algo para
hacernos más fuertes, mejores personas y dar lo mejor de cada uno.
Aparte de las instituciones arriba
mencionadas (nótese lo siguiente: solo contamos con una de cada modalidad),
podemos acudir a las escuelas de modelo integrador de la ciudad, por lo general
recibimos la información referente a éstas escuelas por parte de quien nos hace
llegar la noticia de las condiciones de nuestro pequeño, o bien podemos
consultarlo con la escuela normal en educación especial, sin embargo; no
esperen muchas escuelas al respecto, es un área a la cual se le otorga poco
recurso por parte del gobierno; son las organizaciones como Teletón y CAESVI
A.C. (Caminando por una Esperanza de Vida A.C.)
Las encargadas de ofrecer más atención a un mayor número de personas, pues
son de iniciativa privada.
Debido a ésta dificultad las personas con
mayor capacidad adquisitiva prefieren recurrir a escuelas privadas, con o sin
el modelo integrador, a fin de cuentas, como se les paga directamente no les
queda de otra, deben atender las necesidades del niño.
Sumado a esto, el modelo integrador refiere
plusvalía para los colegios, entonces no resulta nada barato atender las
necesidades de nuestro hijo(a) o familiar.
Por fortuna existen escuelas públicas
aplicando éste modelo educativo, lo cual nos deja la preocupación de alcanzar
cupo en ellas; consideramos poco el requerimiento de dichos planteles y con ese
pensamiento distamos mucho de la realidad; en nuestra ciudad hay más personas
con NEE. Recordemos en éste punto algo de suma importancia: un niño con NEE no
es solo aquel ciego, con parálisis, sordomudo o con síndrome de Down; también
se trata de niños hiperactivos, con déficit de atención, retraso mental o bien,
aquellos cuyo estado de salud no les permite presentarse regularmente al aula
de clases o les impide llevar una vida de manera común
ROJO.
De la mano con la alta demanda y la escasez
de instituciones encontramos la sobrepoblación estudiantil de las escuelas de
modelo integrador.
Si bien, de acuerdo al artículo 3º de
nuestra constitución, todos los niños y niñas de nuestro país deben recibir
educación, es nuestra responsabilidad como padres asegurar la formación
apropiada para nuestros hijos de acuerdo a sus necesidades y si nos toca hacer
cola desde las tres de la mañana para alcanzar cupo pues lo hacemos y si lo
logramos es magnífico.
Pese a los esfuerzos de padres, docentes e
instituciones, la cosa no termina aquí.
Transportémonos al aula de clases: Como el
recurso para éstas escuelas es limitado, no podemos esperar un salón de
primera, con clima y unos vitrales preciosos; con suerte habrá ventilador y un
agujero para la entrada de aire. En ocasiones se trata de una escuela de tipo
rural-urbana, es decir, dónde los pocos docentes con que cuenta se hacen cargo
de todo en la escuela, los maestros son secretarios, directores, intendentes y
atienden a grupos multigrado (niños de varias edades y grado escolar). Ahora
analicemos esto en conjunto: atender a un grupo de treinta o cuarenta niños en
edad de educación escolar o primaria no es tarea fácil, de por si como padres
se nos dificulta lidiar con nuestros hijos siendo entre uno y cinco niños, ¿qué
será de los maestros? Agreguemos a esto las NEE, distintos niños con muy
variadas capacidades en un aula donde se pretende integrarlos, quizá no
llevarlos al mismo ritmo, pero si desarrollarlos en el mismo ambiento y con
actividades similares a las de un niño promedio, todos pretendiendo ser amigos,
con un esfuerzo descomunal por inculcar tolerancia y respeto en la edad del
bullying, como es el caso de la escuela Henry Wallon, aquí en la Perla del
Soconusco, allá por Laureles y no muy lejos de la Primaria Morelos.
Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com Cel. y Wts. 962 10 80 934
Tapachula, Chiapas, México; 27012016
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