jueves, 3 de septiembre de 2015

Antonio Valladolid no puede ser presidente municipal

* Utiliza recursos del gobierno del estado para su promoción mostrándose insensible, corrupto y superficial
* Parte de su fortuna la ha amasado explotando a los jornaleros del Valle de San Quintín, como buen cacique en conjunto con su primo
Por: Daniel Del Puerto/ Octavio Fabela
TIJUANA BC 2 DE SEPTIEMBRE DE 2015.- Durante toda su carrera política el secretario de Planeación y Finanzas del gobierno del estado de Baja California, Antonio Valladolid Rodríguez, su anhelo, capricho, antojo u obsesión ha sido llegar a ser presidente municipal, pero por una u otra razón se ha quedado con las ganas.
Ni con dedazos o imposiciones Valladolid Rodríguez, podrá en esta ocasión ser presidente municipal, aunque no todo está escrito, necesitará que sus amigos en el Congreso del Estado reformen la Constitución para darle chance de postularse como primer edil. Y claro en la política y con la cantidad exorbitante de dinero que mueve el explotador de jornaleros pues nada se sabe hasta el final de la partida. 
Dice un dicho que “con agua, vacas y dinero cualquier buey se dice ganadero”, y esta voz popular se aplica bien a Valladolid Rodríguez quien se ve sentado en la lujosa silla de la presidencia municipal, puesto del que todos han salido sin necesidad de volver a trabajar, gracias a las jugosas ganancias que deja ser alcalde de esta que es la Ciudad Más Visitada del Mundo. 
Solo que en su camino se cruza un pequeño gran detalle: de acuerdo con el artículo 80 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California, un impedimento para postularse como alcalde es ser munícipe en funciones y Antonio Valladolid es actualmente Síndico Social del XXI Ayuntamiento de Tijuana Baja California. 
Que nunca ha prestado sus servicios en la Sindicatura Social. Cierto. Pero ese es un cargo de elección popular y por lo tanto adquiere carácter de irrenunciable, por lo tanto él es el titular de una posición de gobierno, lo que le impide ir tras otra en tanto concluye su encargo que vence el próximo 31 de noviembre de 2016. 
Y viéndolo desde un punto de vista no legal ¿para qué postularse a un cargo si no pudo siquiera cumplir un solo día con el que le solicitó a la gente que le diera a través del voto? 
Ahora bien, actitudes como la de Valladolid Rodríguez son la principal causa del repudio de la sociedad en contra de los partidos políticos, gobiernos y funcionarios, vividores, ratas, abusadores y prepotentes entre otras cosas, la sociedad está harta de las deficiencias y burocratismos, de los actos de corrupción e impunidad. Y súmele ahora, changos mecateros que todavía no se trepan a un árbol, se brincan al otro y ya quieren uno más. ¿Para no cumplir otra vez? 
Otro de los problemas fuertes en Tijuana y todo Baja California, es que la economía está por los suelos, según estudios señalan que es el único de los estados fronterizos que muestra una economía negativa, y dudan que el actual secretario de Finanzas del gobierno del estado Antonio Valladolid, sea la mejor opción como presidente municipal. 
Administrar Baja California, no se compara a controlar el dinero que circula en el gobierno municipal, además de que la ciudad requiere de políticos con seriedad y no como Valladolid que incluso mandó a sus empleados en Aduanas a votar por él para que un diario lo nominara como el funcionario más guapo en lugar de gastar tiempo y recursos en trabajar.
Parte de su fortuna la ha amasado explotando a los jornaleros del Valle de San Quintín, como buen cacique en conjunto con su primo Manuel Valladolid Seamanduras a quién impuso como Secretario de Fomento Agropecuario para redondear las maniobras y favorecerse con el dinero que debiera ser para mejorar el campo y no solamente su rancho Los Pinos, que al sur del estado ahora vive una inusitada bonanza. Continuará…

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