domingo, 28 de junio de 2015

Incitatus Sabines

Vergonzoso episodio revela la influencia del gobernador Manuel Velasco Coello; tan alta posición indica el tamaño del agradecimiento que le tiene a su antecesor
Por Juan Bustillos/28/0615
Quizás habría sido recomendable que José Antonio Meade lo hubiese designado cónsul general para que su nombramiento pasara por el Senado de la República
Los chiapanecos no deben sentirse ofendidos porque el gobernador que esquilmó a la entidad y usó el arraigo judicial como arma para someter a sus rivales políticos, e incluso a sus colaboradores, fuera seleccionado, entre mexicanos ilustres, para representarnos como cónsul en Orlando, Florida.
Si un caballo pudo ser cónsul en la Roma imperial, ¿porque Sabines no podría serlo en la tierra de Tribilín?
Mientras no sea oficial su designación, parece una broma pesada, muy pesada, en especial para los chiapanecos; en tanto, es un secreto a voces difundido por él mismo que nadie en el gobierno se atreve a confirmar o desmentir.
A quien le preguntemos elude el tema; la respuesta más concisa la dio la Secretaría de Relaciones Exteriores en lenguaje que envidiaría el mismo “Cantinflas”: “Está previsto… está contemplado… todo indica que así será, pero no es oficial”.
Desde el 6 de junio, que en su cuenta de Twitter anunció al mundo la buena nueva (“estoy llegando a la ciudad de Orlando para iniciar proceso de instalación tendiente a asumir mi nuevo cargo como cónsul de México… Agradezco las atenciones de mi amigo, el cónsul Efrén Leyva, con miras a la toma de posesión y presentación formal en Orlando”), nadie, en el gobierno, ha dicho una palabra. Pareciera persistir cierta vergüenza porque el ex gobernador de Chiapas es más que un personaje polémico.
Podría extenderme sobre los seis años de gobierno de Sabines, pero es tema que los periodistas chiapanecos conocen mejor que nadie; por lo pronto, el vergonzoso episodio revela la influencia del gobernador Manuel Velasco Coello en la capital de la República.
El rumor, porque sólo de rumores podemos hablar, dice que el Presidente Peña Nieto rechazó, de origen, la propuesta de Velasco Coello, pero que al final se rindió ante sus ruegos.

Tan alta posición (no es poca cosa representar al gobierno y al Presidente en una ciudad tan importante y con tanto turismo mexicano) indica el tamaño del agradecimiento de Velasco Coello a su antecesor.
De hecho, ni siquiera es necesario acudir a esta designación para valorar la importancia que el ex gobernador tiene ante Velasco Coello; baste señalar que lo mantiene rodeado con sus más importantes colaboradores, en especial el fiscal, Raciel López Salazar, que sería impensable que algún día iniciara una acción en contra de su verdadero patrón.
¿Qué secretos guarda el ex gobernador para ser beneficiario de una distinción que ofende al servicio exterior?
Sus paisanos son suspicaces y hablan de cuestiones escandalosas que, como no tienen soporte, no se mencionan, pero cualquier chiapaneco está dispuesto a contar anécdotas, algunas dolorosas, de las que fueron protagonistas.
Ahora bien, el cuasi cónsul tiene derecho a ser tratado con justicia; quizás habría sido recomendable que José Antonio Meade lo hubiese designado cónsul general para que su nombramiento pasara por el Senado de la República.
Es una lástima que fuese favorecido por un dedazo, y nos privaran del espectáculo, porque lo menos que la Coalición por el Bien de Todos (formada por el PRD, PT y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano) le habrían reclamado sería traición, pues apenas protestó como gobernador se volvió calderonista. Los panistas, a su vez, le habrían reclamado entregar el gobierno a un candidato postulado por el PRI y el Partido Verde. Con los priístas no tendría problema porque son proclives a olvidar.

En fin, mientras Meade se atreve a hacer oficial su designación, Sabines ya goza de unas merecidas vacaciones en Orlando después de vivir bajo la protección de Ángel Aguirre en Acapulco.

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