En un intento por justificar su salario como director del Instituto
Metropolitano de Planeación (Implan) don Daniel Rubio de la Vega concibió un
absurdo proyecto para habilitar una Ciclo vía en Tijuana. Tan conflictiva
resultó su idea que ahora el gobierno municipal está crucificado.
Resulta incomprensible que el Implan haya decidido apropiarse de un
carril en vialidades importantes de media ciudad para permitir el tránsito de
los ciclistas.
Cierto que la utilización de la bicicleta representa un ideal medio de
transporte y un sano ejercicio de esparcimiento. Nadie en su sano juicio podría
cuestionar la intención de fomentar la cultura de la utilización de la
bicicleta.
Sin embargo en este proyecto de la Ciclo vía hasta los ciclistas están
en desacuerdo porque el diseño de la ruta representa un inminente peligro para
ellos, los transeúntes y los automovilistas.
El señor Rubio propuso un recorrido por vialidades harto transitadas
donde se tomará el carril derecho para el tránsito de bicicletas. Desde luego
que los comerciantes establecidos sobre esa ruta deberán resignarse a que sus
clientes ni se detengan.
La autoridad colocará bloques de concreto pintados de amarillo que
fácilmente acaparan un tercio del carril asignado para los ciclistas. Esos
majestuosos ladrillos representan un peligro para los automovilistas y para los
propios ciclistas.
En qué cabeza cabe poner esos pesadísimos trozos de concreto para
--aparentemente-- ofrecer seguridad. Además el tránsito vehicular se trastornó
con la colocación de tan enormes bollas de cemento. Al reducirse a 2 el número
de carriles, el tránsito vehicular se agudizó.
Si en verdad “el sentido común” es el menos común de los sentidos,
entonces se puede ejemplificar con el proyecto de la Ciclo vía de Tijuana.
Más allá de la insensata concepción de este proyecto, llama la atención
que la autoridad no haya realizado un sondeo entre los ciclistas, comerciantes
y habitantes de esa ruta. Se supone que existe un asesor encargado de temas de
Relaciones Públicas que debió sugerir una encuesta.
Jorge de Garay, quien se presume asesor en jefe del alcalde Jorge
Astiazarán se ha dedicado a enseñar la mazorca en lugar de plantear
alternativas para desinflar un conflictivo tema.
Con tantísima experiencia el señor de Garay debió plantearle al alcalde
la oleada de inconformidades que generaría el proyecto de la Ciclo vía y con
ello la absurda colocación de piedras para separar la circulación vehicular de
los ciclistas.
Seguramente el señor de Garay mantiene la mayor parte de su tiempo en
la degustación de vinos en el Valle de Guadalupe, acompañado por aquellos
panistas a quienes consideran sus guías morales.
En resumen el tema de la Ciclo vía luce como un nudo ciego donde
alguien quiso quedar bien y elaboró un absurdo. Ah, una pregunta: ¿para qué
demonios sirven los asesores?
Ego
A propósito de la Ciclo vía, no se entiende como el contador Alberto
Escourido pasó alto este complejo asunto.
Este hombre aprovecha temas coyunturales para allegarse reflectores,
aunque con la Ciclo vía su percepción falló.
Alguien recomendó a Cicuta que no regale ideas a personajes
protagónicos que aprovechan los asuntos sociales para satisfacer egotecas.
Caduco
Absoluto desinterés percibe la mayoría de los empresarios
bajacalifornianos hacia el desempeño del secretario de Economía Carlo Bonfante
Olache. ¿Cómo no hacerlo si Bonfante ni siquiera dedica parte de su tiempo en
justificar su ineficiencia?
Miembros de diversos sectores productivos se preguntan en dónde
demonios están las millonarias inversiones que la autoridad estatal consiguió
durante el aparatoso viaje a Asia el año pasado.
Al margen de eso el secretario de economía no ha explicado porque
algunas empresas trasnacionales se van de Baja California. -¿Será que don Carlo
anda tan ocupado que no tiene tiempo para justificar la huida de capitales?
Cicuta conoció que el ex presidente de los industriales de Otay Gabriel
Merino concretó una inversión millonaria en Tlaxcala. En lugar de invertir en
Baja California Merino prefirió obtener mejores condiciones para los inversionistas.
! Aquí no hay interés!
A la autoridad estatal le vale verdura incentivar la inversión. La
empresa que comanda Merino en Tijuana ni siquiera tiene el acceso pavimentado.
Ya se cansaron de pedirlo al gobierno. ¿Así como?
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en
Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la
tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.
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