Por: Jorge de Jesús Escobedo Gonzalez |
Nada Personal
A pocos días de
que se cumpla un año del inédito, escandaloso y lamentable atraso en la
elección de la actual administración municipal, primero por causa de las injerencias
de operadores políticos de diversas ideologías incrustados en un nuevo partido
y luego por la dolosa imprevisión de algunos funcionarios oficialistas, resulta
certera la observación del joven Víctor Lagunas Peñaloza, acerca de que tal
retraso refleja los intereses de mafias que buscan torcer a su conveniencia la
aplicación de justicia.
Sin embargo, más
allá del barullo de tales gavillas, el periodista —nacido en Tijuana y líder
estudiantil a los 18 años— resalta el importante papel de la ciudadanía, que no
debe quedarse callada ni resignada ante este tipo de atropellos. En entrevista,
Lagunas resaltó los malogrados avances en la lucha anticorrupción, los
retrocesos registrados durante el gobierno de Arturo González Cruz y también la
campaña polarizante implementada para distraer la atención y desviar del
verdadero objetivo: continuar con la construcción de un gobierno transparente y
eficiente, que garantice seguridad, tranquilidad y desarrollo con probidad.
Cualquier otra
lectura enganchada a prejuicios, estereotipos o epítetos ideológicos es
simplemente inútil, y si bien la libertad de expresión garantiza incluso tales
manifestaciones, bien hace el ahora activista, quien también llegó a ser
encasillado por ciertos grupos extremistas, en declarar que tales “tonterías”
no merecen atención. Y es que a pesar de tener 35 años de residir en Tijuana y
estudiar titularse en Economía para luego formar parte del portal Tijuana
Comunica, Lagunas Peñaloza tiene conocimiento de causa de la idiosincrasia bajacaliforniana
y, como dice el dicho, “entre gitanos no se pueden leer las manos”, pero nunca
perdió ni por asomo el decoro, la compostura y la sobriedad al encabezar una
marcha de protesta.
Gane quien gane en
las próximas elecciones, el apoyo a la lucha
contra la corrupción en Tijuana es una de las grandes prioridades
bipartidistas; es decir, no dependerá ni del mandatario electo ni de la mayoría
demócrata o representativa en el Congreso, pues el deterioro causado por los
sobornos, el tráfico de influencias, la injerencia de negociadores de cargos y
la infiltración de mafias en el gobierno terminan por afectar los intereses de
seguridad de los tijuanenses y eso no es un supuesto ideológico, sino simple
inteligencia de decir las cosas como son.
Por otra parte,
resulta bastante emblemática la coincidencia el acontecimiento violento del
asesinato reciente de Mariano Soto quien, a pesar de haber pasado un atentado,
ayer, otro que manos criminales acaba con su vida logrando con ello su
objetivo, callarlo acabando finalmente con su vida.
La desaparición
física ocurre justo en el momento en que el tema de la violencia en Tijuana es impresionantemente
álgido, pero también en un punto en el cual los gobiernos de Baja California se
encuentran a raya frente a los efectos económicos y sociales de la pandemia,
que vino a agudizar una crisis preexistente por falta de empleos, la pobreza y
el azote de la violencia organizada: tres áreas en las cuales se enfoca la crítica
y señalamientos mediáticos con la triste intentona por querer frenarlas.
En otras palabras,
se necesita una justicia fortalecida y libre de injerencias para dar certeza
jurídica, y esta a su vez abarca la seguridad pública en general, lo cual
redunda en la posibilidad de prosperidad sin temor a ser víctima de
delincuentes, pandillas o narcotraficantes, quienes se valen de funcionarios
venales y el debilitamiento de entidades a fin de torcerlas hacia sus abusivos
fines. Si los políticos, los diputados y los funcionarios no comprenden eso, llegará
el momento en que la ciudadanía, a través de los canales de protesta constante
como la MARCHA POR LA PAZ, deberá exigírselos. Pero que conste, no es… Nada
Personal, es la percepción de un aprendiz de periodista.
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