CHIAPAS
Redacción/Quihubole!!!
TAPACHULA,
a 8 de diciembre de 2017.- Desde los años 90, que inició la profesionalización
de la mercadotecnia política el concepto de campaña negra o guerra sucia se
considera como información deformada con la finalidad de dañar la imagen de un
personaje político o candidato electoral, obviamente generada por el contrincante
(s) o la persona que busca el deshonor y la ignominia.
La
campaña negra en contra del nuevo Fiscal de Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca,
no solamente es orquestada sino teledirigida y hasta organizada. Su labor en la
PGR, en la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, y en la
propia Fiscalía de Chiapas, lo convierte en un ente humano vulnerable, endeble,
y frágil y hasta de pechito como dicen los cazadores profesionales. Son muchos
años de escalar en el quehacer judicial y de la procuración justicia, y
evidentemente que los adversarios hasta se ponen en fila para satanizar o
dinamitar la imagen del que fue ascendido a Fiscal General, después de los
procedimientos legales del Congreso del Estado y la aprobación de los
legisladores locales.
En el
contexto actual, la campaña negra se ha sofisticado, primero por vivir en un
mundo globalizado de la comunicación de redes sociales, son campañas más
rápidas, fáciles y expansivas. Lo vivió el ex gobernador Manuel Velasco Coello,
y no pasó absolutamente nada, porque la mayoría de las campañas negras son
justamente eso, orquestadas y teledirigidas por los adversarios o
malquerientes, y eso sucede hoy al inicio de este gobierno sexenal con el
Abogado Jorge Luis Llaven Abarca, que ha tenido superación y un éxito en su
carrera jurídica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario