A LA
SOCIEDAD CHIAPANECA
A LA
COMUNIDAD UNIVERSITARIA DE LA UNACH
A LOS
INTEGRANTES DE LA JUNTA DE GOBIERNO DE LA UNACH
Revisando
el perfil de los aspirantes inscritos para ser designados con el cargo de
Rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), si bien se advierten académicos
con cierto reconocimiento, los hay también quienes son señalados por su baja
calidad académica y moral, aquellos que son vividores y aviadores de la
universidad; como aquellos que tienen a su favor el compromiso y
responsabilidad social.
En
tiempos de incertidumbre, de hipermodernidad, de la liquidez del pensamiento,
de las relaciones y las instituciones; en tiempos de racionalidad instrumental,
pragmática y hasta utilitaria; surgen voces que hacen un llamado por la unidad,
el respeto y el trabajo; como también los que acusan y señalan para hablar en
nombre de la “Autonomía” y del “Amor a la universidad”, haciendo llamados
contra un candidato.
Las
diferentes ideologías y corrientes en el poder de la UNACH, pusieron sus
candidatos, exaltaron sus virtudes, pero destacaron los errores y faltas
vertidas en redes sociales y en ocasiones de forma directa, en forma de
acusaciones.
En
tiempos de recorte presupuestal a las universidades públicas, ante el anuncio
de nuevas universidades en la región y entidad chiapaneca, por parte del
gobierno que encabezará el Lic. Andrés Manuel López Obrador, en tiempos de que
la UNACH ha sido auditada por ser parte de la denominada “Estafa Maestra”, en
tiempos en que las diferentes facciones que han ocupado cargos del primer nivel
dentro de la UNACH se han encargado de endeudarla (con el ISSSTE y SAT), y se
ha dejado de lado un Plan de Desarrollo Institucional alineado al Plan de
Gobierno Estatal y Plan de Desarrollo Nacional; se requiere de un perfil de
rector que vincule las funciones sustantivas universitarias con los programas
sectoriales de la Educación Superior (Evaluación, acreditación, internacionalización,
etcétera), para que se traduzcan en una extensión de servicios que sirvan al
desarrollo social y empresarial en la entidad; como a la más elevada formación
educativa de los estudiantes y egresados de esta casa de estudios, para que éstos
sean competentes y capaces de insertarse al mercado laboral o generen su propia
forma de vida.
En la
UNACH se requiere de una reingeniería que priorice necesidades fundamentales:
La preparación académica y generación de conocimiento, como premisa fundamental
sustentada en el desarrollo de las funciones de investigación, extensionismo y
docencia.
Luego
las necesidades elementales de protección y subsistencia, esto es, la protección
de los derechos de los trabajadores, como el de la jubilación y los alcanzados
en negociaciones de contrato colectivo de trabajo.
La
subsistencia de programas de licenciatura, especialidades y posgrados que son
pertinentes para el desarrollo de la entidad y contribuyan al desarrollo de
capacidades de los más desfavorecidos, como la revisión de direcciones,
coordinaciones y programas monopolizados o cooptados por pequeños grupos de
poder enquistados en la universidad, que venden “humo académico y amor
universitario”, que forman desempleados y no permiten el surgimiento de nuevas
propuestas que revitalicen a la UNACH.
Se
necesita una reingeniería que sea capaz de atraer recursos públicos y privados
a la universidad, un rector que gestione ante las instancias gubernamentales,
recursos económicos extraordinarios para solventar adeudos al SAT y al ISSSTE
para que los trabajadores puedan recibir el servicio médico, no sean requeridos
por hacienda y puedan optar por la jubilación.
La
larga lista de aspirantes a rector de la UNACH no tiene experiencia académica,
no ha ocupado cargos públicos ni responsabilidades directivas en empresas o
mantiene alguna relación con empresarios, el pueblo, las necesidades de la
gente, siquiera con los estudiantes; por sobre todas las cosas, no tienen
experiencia política y no han gestionado ni ejercido presupuesto público con
solvencia.
Entre
todos los aspirantes, existe uno que por encima de todos, posee capital simbólico
que le ha permitido una vasta experiencia en el sector público, le ha permitido
conocer las necesidades de la gente y servirles desde los puestos que ha
ocupado; tiene una relación con empresarios y productores de la entidad, una relación
cercana con integrantes de cámaras y colegios de diversa índole.
Sabe
administrar recursos económicos y gestionarlos para emprender proyectos de
desarrollo social. Este perfil lo tiene el Lic. Enoch Hernández Cruz, quien a
lo largo de su trayectoria en el servicio público, como político y como
responsable de la “Fundación Manuel Velasco Suárez”, ha obtenido logros
importantes en materia de desarrollo social y económico para las familias
chiapanecas más vulnerables.
En
tiempos de incertidumbre, de acomodos con fines meramente instrumentales, se
requiere de la experiencia de un político tenaz, de un político con capacidad
de gestión, que acompañado de la inteligencia de los mejores académicos y
personal administrativo, reorienten el rumbo de la máxima casa de estudios. Demás
están los currículos académicos, los reconocimientos que no resuelven problemas
de verdad, los de los chiapanecos.
La
UNACH no puede seguir creciendo en la anarquía, bajo el amparo del chantaje y
clientelismo de grupos enquistados, necesita de la rendición de cuentas y de la
transparencia de sus recursos; requiere del liderazgo necesario para evaluar,
acreditar y re acreditar programas educativos, para volver a ser la máxima casa
de estudios de Chiapas, que de cobijo a más estudiantes de bachillerato y de
certeza a los integrantes de su comunidad.
Chiapas necesita de la UNACH, pero la UNACH necesita recuperar la confianza del gobierno estatal y federal, para que éstos inviertan en ella, requiere ser el referente de padres de familia, de ayuntamientos municipales, de empresarios, de organizaciones de la sociedad civil.
Chiapas necesita de la UNACH, pero la UNACH necesita recuperar la confianza del gobierno estatal y federal, para que éstos inviertan en ella, requiere ser el referente de padres de familia, de ayuntamientos municipales, de empresarios, de organizaciones de la sociedad civil.
Hoy más
que nunca se necesita de la vinculación Universidad-Empresa y
Universidad-Sociedad, y en la persona del Lic. Hernández Cruz, existe una
verdadera posibilidad de compromiso personal para el desarrollo institucional
de la UNACH, para seguir cumpliendo con su lema: “Por la conciencia de la
necesidad de Servir.”
Mtro. Jorge Luis Fidel Torres Rojas
PTC, FAC. CIENCIAS SOCIALES, C-III.
Director de la Facultad de Ciencias Sociales en el
periodo de 2007-2011
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