*En estado grave después de ingerir medicamentos
*La comunidad vigila día y noche para evitar el despojo
Por: Margarita Moreno
Tuzantán, Chiapas, a 2 de abril.- El traslado hacia la
comunidad Puente Material fue fácil, lo complicado es ahora olvidar el cuerpo
desgastado por la edad y la enfermedad de doña Olegaria Pérez Rivera, postrada
en su cama desde hace días.
La casa de la anciana está construida con adobe, lámina y
muchos espacios libres por donde afortunadamente entra el aire para refrescar a
la enferma, pero también el agua en tiempos de lluvia. Después de descender por
una vereda se encuentran los ejidatarios sentados en donde se pueda: sillas,
piedra, en cuclillas, todos en vigilancia constante porque temen que lleguen a
despojar a la anciana de su casa ahora que está grave. La vela es toda la
noche, se turnan en parejas de dos policías, las mujeres hacen también labores
de enfermera.
El agente rural me sale al paso y enseguida relata, acá está
la enferma, vea usted. Doña Olegaria está acostada en una vieja cama, a su lado
su hijo Jaime, sus comadres y las vecinas. Rápido nos informan el caso.
Dicen que hace días doña Olegaria se empezó a sentir mal,
“pero aun así la veíamos caminar, comía un su poquito”, relata la comadre.
Llegó la señora Cruz García Álvarez y le prometió tanto a la viejecita como a
su hijo buscar apoyos para curar a la enferma. Entonces le hizo firmar un
documento, luego García Álvarez penetró al otro cuarto, sacó unos papeles y se
fue. Pero antes, prometió que ella atendería a la anciana y al hijo alcohólico
hasta su muerte, se haría cargo de todo. Unos dicen que se llevó a la anciana
al médico, otros que no.
Poco después regresó Cruz García Álvarez con unas medicinas
que le recetó un doctor de conocida farmacia. Pero los medicamentos no le
cayeron bien a la anciana, al otro día ya convulsionaba. Una caja es de
vitaminas para diabéticos, explican las cuidadoras y ella no tiene diabetes.
Entonces los vecinos de doña Olegaria mandaron a traer a sus familiares que
viven en Mazapa de Madero, municipio de Motozintla.
Cuando llega un sobrino ante la enferma, entonces doña Cruz
García Álvarez anuncia que doña Olegaria le ha vendido el solar, que ella se
hará cargo de la enferma y de su hijo. Pero el hijo y los familiares recién
llegados, así como la misma comunidad se oponen. Corren a la compradora, ella
amenaza con regresar con la autoridad porque el predio es suyo.
Molestos llaman al agente rural, quien levanta un acta
sobre los hechos, los familiares de la enferma no aceptan ni reconocen esa
venta. La anciana ya no está para declarar, las convulsiones son más fuertes.
Los familiares trasladan a la enferma al Hospital General. Ahí le realizan a
doña Olegaria otros estudios, descubren que no es diabética, que los
medicamentos le estaban provocando las convulsiones, entonces cambian de
medicinas.
Regresan a la anciana a su casa, con la cooperación de
todos le compran los medicamentos y deciden cuidar a la anciana.
El agente rural informa de lo sucedido ante el comisariado
ejidal del ejido Guadalupe, quien se presenta al lugar del conflicto y pide que
ese asunto se arregle en la casa ejidal pero que no acuda toda la comunidad,
sólo los familiares y la compradora del predio. Que se llegue a un acuerdo
porque la compradora ya dio dinero.
Relatan los vecinos que antes, la señora Cruz García Álvarez
había tomado una foto al hijo de doña Olegaria en donde le puso unos billetes
en la mano en forma de abanico. El hijo de la anciana, Jaime Pérez, niega haber
recibido dinero alguno.
Por comentarios que se escucharon de los vecinos, dicen que
doña Cruz García ha sido muy problemática, que tiempo atrás también fue corrida
de otra comunidad porque vendía “trago”. Ahora llegó a Puente Material y también
se ha metido en problemas, y con esta supuesta venta, la comunidad en asamblea
decidió que no quieren que viva ahí.
Comentan también los vecinos a quienes se les entrevistó la
tarde del domingo, que la misma Cruz García, como es hermana de la esposa del
presidente municipal de Tuzantán, grita a los cuatro vientos que ella está bien
parada porque tiene “palancas”.
Desde luego los comuneros de Puente Material y de otra
comunidad cercana, están decididos a que no se le quite su casa a doña
Olegaria, ya que dicen, si ella hubiese querido vender su casa la venta se
hubiese hecho de conocimiento de la asamblea. La señora no se hubiese llevado
ni el certificado de Procede, ni las credenciales de doña Olegaria, hecho que
es ilegal.
En plática con el comisariado ejidal, relata que ellos no
dieron fe de esa compra. Que ellos lo que deben hacer como autoridad es llegar
a una negociación, “porque la señora que compró dio dinero”.
-Al preguntarle al comisariado ejidal si era válida la
compra con una anciana que no está consciente, éste respondió que por eso se
debe negociar.
Los comuneros argumentan que el comisariado ejidal está de
parte de la “compradora”, por ser la cuñada del presidente municipal.
Mientras el caso se resuelve por la vía legal, los
comuneros intentan salvarle la vida a doña Olegaria, comentan que se ha visto
mejor con los nuevos medicamentos, que ya no convulsiona, pero que necesita
mayor atención porque presenta un cuadro de anemia, sufre de dolor de estómago,
presenta problemas de bronquios. El martes volverán a pasar la charola para
recopilar dinero y poderla llevar a su cita médica.
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