sábado, 5 de marzo de 2016

SEMÁFORO: LOS CHIAPAS ¿UNA LEYENDA O UNA VERDAD?

Exal Baltazar Juan Avila/APyPM
 VERDE.
Cuenta la leyenda que durante las guerras de Conquista, los indígenas, después de negarse a pagar tributo a los españoles, se replegaron a los riscos dispuestos a la lucha. Los chiapas peleaban como leones furiosos hasta el final y antes de aceptar la derrota y ser tomados como esclavos prefirieron un último acto de heroísmo y se arrojaron desde las cimas del Cañón del Sumidero hacia el río.
Soconusco se había incorporado al Imperio Azteca, centrada en el Valle de México, y pagaban tributo a los aztecas. Noticias de desconocidos llegaron por primera vez en la región al tiempo que los españoles penetraban y derrocaban el Imperio Azteca. A principios de la década de 1520, varias expediciones españolas cruzaron Chiapas por tierra, y los barcos españoles exploraron la costa del Pacífico.
Antes de la conquista española, Chiapas fue habitada por diversos pueblos indígenas, incluyendo a los zoques, varios pueblos mayas, como los Lacandona ch'ol y los tzotzil, y un grupo no identificado conocido como los chiapanecas.
AMARILLO.
La infinidad de razas que habitaron las dos regiones, Chiapas y Soconusco se mesclaron con la escoria que componía el ejército conquistador. ¿Sera por esto nuestra cobardía?
ROJO.
Lo cierto es que estamos viviendo un estado compuesto por dos regiones, Soconusco y Chiapas; cuyos habitantes perdieron su identidad, su historia, sus raíces dando paso a una nueva raza carente de sentimientos, de lealtad, de esa fuerza guerrera que los aztecas, los mayas y otras tribus que habitaron México y hasta los mismos Chiapas que demostraron valor y dignidad, prefirieron morir antes que ser esclavos.
Así como convirtieron dos regiones en un estado, así estamos siendo sometidos a una nueva conquista, la conquista por la esclavitud de nuestros pensamientos, de nuestra dignidad, llevándonos a la sumisión total a cambio de no perder nuestra vida o la libertad de nuestro cuerpo.
Quienes decimos llamarnos chiapanecos o soconusquences, hemos perdido el valor de, cuando menos, exigir el respeto a nuestros derechos constitucionales ¿Pero cuáles? Si ni esos conocemos. Un sistema educativo y un grupo encargado de imponer la educación porque son fruto del mismo sistema, nos manipulan, nos engañan con mentiras incoherentes ante una verdad que por muchos años hemos vivido y que ellos han sido los principales cómplices del mismo gobierno.
Mencionamos y festejamos a los grandes hombres que nos dieron patria y libertad. Frases célebres: “Tierra y libertad”, “La tierra es de quien la trabaja”, “El respeto al derecho ajeno es la paz”, “"Si cada uno de los Mexicanos hiciera lo que le corresponde, la patria estaría salvada"… millones de frases que pasan a formar parte de los discursos mas pobres y carentes de valor civil, que son repetidos una y otra vez en cada evento político.
“Los pueblos tienen los gobiernos que merecen”.
Hoy vivimos en un estado de la República mexicana que ha dado un giro completo de 360 grados a partir del sexenio anterior y que hoy continúa en una caída estrepitosa, en un entreguismo total al narcotráfico, a la corrupción, a la violación de las leyes de forma descarada, al saqueo total de sus riquezas naturales y un infantil remate al mejor postor de esas tierras prodigas que pronto quedaran estériles como la mente de los chiapanecos.
Si alguien se atreve a gritar: ¡Chiapas despierta! es tachado de loco, de negativo, de mal agradecido, de estúpido, al grado tal que termina aislado de la sociedad que sigue fingiendo tener la razón a cambio de una despensa con valor de 100 pesos, que puede ganar una mujer lavando 4 docenas de ropa en dos horas, sin descuidar a sus pequeños hijos por más de 6 horas.
Un voto que se vende por 200, 300 o hasta 500 pesos en la que va incluido su dignidad, su valor como ser humano y el futuro de varias generaciones de su propia familia.
Pero esto poco nos importa. Preferimos vivir hoy, comer bien hoy, recibir esa mierda de despensa aunque tengamos que hacer largas colas, sufrir calor, hambre, sed, humillación, exponer a nuestros pequeños hijos… a tener que trabajar dos horas lavando ropa o haciendo cualquier cosa para logar el sustento de la familia. Pero desgraciadamente, los pocos que se atreven, en algunos casos, no obtienen los recursos necesarios, se topan con una pared en la que el patrón los termina estafando por que no cuenta con dinero para pagarles o porque son influyentes.
Los chiapanecos cada día estamos más jodidos, cada sexenio reafirmamos el nivel mediocre y festejamos con danzas “los lindos espejitos” que nos entregan nuestros modernos conquistadores.
SEMÁFORO DESCOMPUESTO.
TIJUANA LA CASA DEL CONTINENTE A.C. Desde Tijuana, Baja California, nos hace llegar nuestro amigo y asiduo lector de esta columna, Adoniran Lázaro Gamboa, presidente de esa asociación que lleva como slogan: “Tijuana la casa de todos...”.
En su mensaje Adoniran Lázaro nos pide dar a conocer: “quienes vengan a buscar un futuro, sepan que cuentan con un organismo no gubernamental que puede echarles la mano”.
Dentro de los apoyos que otorga esa asociación civil se encuentra: asesoría jurídica, atención médica, psicológica; impartición de talleres para el trabajo, alfabetización; especial apoyo a sectores vulnerables, madres solteras, mujeres violentadas, adultos mayores, y alojamiento. También gestión y elaboración de proyectos productivos que tienen como objetivo el trabajo en sociedad organizada para la autogeneración de oportunidades, entre otros tipos de ayuda.
Contacto: Cel. 664 48 12 499; oficina 68 591 36; domicilio calle 1° No. 1421 entre “F” y “G” colonia centro.
Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com  Cel. y Wts. 962 10 80 934 Tapachula, Chiapas, México; 04032016


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