Exal Baltazar Juan Avila/APyPM |
VERDE.
Cuenta la leyenda que durante las
guerras de Conquista, los indígenas, después de negarse a pagar tributo a los
españoles, se replegaron a los riscos dispuestos a la lucha. Los chiapas
peleaban como leones furiosos hasta el final y antes de aceptar la derrota y
ser tomados como esclavos prefirieron un último acto de heroísmo y se arrojaron
desde las cimas del Cañón del Sumidero hacia el río.
Soconusco se había incorporado al
Imperio Azteca, centrada en el Valle de México, y pagaban tributo a los
aztecas. Noticias de desconocidos llegaron por primera vez en la región al
tiempo que los españoles penetraban y derrocaban el Imperio Azteca. A principios
de la década de 1520, varias expediciones españolas cruzaron Chiapas por
tierra, y los barcos españoles exploraron la costa del Pacífico.
Antes de la conquista española, Chiapas
fue habitada por diversos pueblos indígenas, incluyendo a los zoques, varios
pueblos mayas, como los Lacandona ch'ol y los tzotzil, y un grupo no
identificado conocido como los chiapanecas.
AMARILLO.
La infinidad de razas que habitaron las
dos regiones, Chiapas y Soconusco se mesclaron con la escoria que componía el
ejército conquistador. ¿Sera por esto nuestra cobardía?
ROJO.
Lo cierto es que estamos viviendo un
estado compuesto por dos regiones, Soconusco y Chiapas; cuyos habitantes
perdieron su identidad, su historia, sus raíces dando paso a una nueva raza
carente de sentimientos, de lealtad, de esa fuerza guerrera que los aztecas,
los mayas y otras tribus que habitaron México y hasta los mismos Chiapas que
demostraron valor y dignidad, prefirieron morir antes que ser esclavos.
Así como convirtieron dos regiones en un
estado, así estamos siendo sometidos a una nueva conquista, la conquista por la
esclavitud de nuestros pensamientos, de nuestra dignidad, llevándonos a la
sumisión total a cambio de no perder nuestra vida o la libertad de nuestro
cuerpo.
Quienes decimos llamarnos chiapanecos o
soconusquences, hemos perdido el valor de, cuando menos, exigir el respeto a
nuestros derechos constitucionales ¿Pero cuáles? Si ni esos conocemos. Un
sistema educativo y un grupo encargado de imponer la educación porque son fruto
del mismo sistema, nos manipulan, nos engañan con mentiras incoherentes ante
una verdad que por muchos años hemos vivido y que ellos han sido los
principales cómplices del mismo gobierno.
Mencionamos y festejamos a los grandes
hombres que nos dieron patria y libertad. Frases célebres: “Tierra y libertad”,
“La tierra es de quien la trabaja”, “El respeto al derecho ajeno es la paz”,
“"Si cada uno de los Mexicanos hiciera lo que le corresponde, la patria
estaría salvada"… millones de frases que pasan a formar parte de los
discursos mas pobres y carentes de valor civil, que son repetidos una y otra
vez en cada evento político.
“Los pueblos tienen los gobiernos que
merecen”.
Hoy vivimos en un estado de la República
mexicana que ha dado un giro completo de 360 grados a partir del sexenio
anterior y que hoy continúa en una caída estrepitosa, en un entreguismo total
al narcotráfico, a la corrupción, a la violación de las leyes de forma
descarada, al saqueo total de sus riquezas naturales y un infantil remate al mejor
postor de esas tierras prodigas que pronto quedaran estériles como la mente de
los chiapanecos.
Si alguien se atreve a gritar: ¡Chiapas
despierta! es tachado de loco, de negativo, de mal agradecido, de estúpido, al
grado tal que termina aislado de la sociedad que sigue fingiendo tener la razón
a cambio de una despensa con valor de 100 pesos, que puede ganar una mujer
lavando 4 docenas de ropa en dos horas, sin descuidar a sus pequeños hijos por más
de 6 horas.
Un voto que se vende por 200, 300 o
hasta 500 pesos en la que va incluido su dignidad, su valor como ser humano y
el futuro de varias generaciones de su propia familia.
Pero esto poco nos importa. Preferimos
vivir hoy, comer bien hoy, recibir esa mierda de despensa aunque tengamos que
hacer largas colas, sufrir calor, hambre, sed, humillación, exponer a nuestros
pequeños hijos… a tener que trabajar dos horas lavando ropa o haciendo
cualquier cosa para logar el sustento de la familia. Pero desgraciadamente, los
pocos que se atreven, en algunos casos, no obtienen los recursos necesarios, se
topan con una pared en la que el patrón los termina estafando por que no cuenta
con dinero para pagarles o porque son influyentes.
Los chiapanecos cada día estamos más
jodidos, cada sexenio reafirmamos el nivel mediocre y festejamos con danzas
“los lindos espejitos” que nos entregan nuestros modernos conquistadores.
SEMÁFORO DESCOMPUESTO.
TIJUANA LA CASA DEL CONTINENTE A.C.
Desde Tijuana, Baja California, nos hace llegar nuestro amigo y asiduo lector
de esta columna, Adoniran Lázaro Gamboa, presidente de esa asociación que lleva
como slogan: “Tijuana la casa de todos...”.
En su mensaje Adoniran Lázaro nos pide
dar a conocer: “quienes vengan a buscar un futuro, sepan que cuentan con un
organismo no gubernamental que puede echarles la mano”.
Dentro de los apoyos que otorga esa
asociación civil se encuentra: asesoría jurídica, atención médica, psicológica;
impartición de talleres para el trabajo, alfabetización; especial apoyo a
sectores vulnerables, madres solteras, mujeres violentadas, adultos mayores, y
alojamiento. También gestión y elaboración de proyectos productivos que tienen
como objetivo el trabajo en sociedad organizada para la autogeneración de
oportunidades, entre otros tipos de ayuda.
Contacto: Cel. 664 48 12 499; oficina 68
591 36; domicilio calle 1° No. 1421 entre “F” y “G” colonia centro.
Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com Cel. y Wts. 962 10 80 934 Tapachula, Chiapas,
México; 04032016
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