Por: Exal Baltazar Juan Avila/APyPM |
“En días pasados encontré en la calle a una familia
de origen salvadoreño, pidiendo una colaboración monetaria para su manutención
como muchos otros, lo peculiar en esta familia fue la conversación establecida
entre el padre y yo. El señor, cuyo nombre omito, me expresó su alegría por
encontrarse en Tapachula, habló de su experiencia con personas altruistas,
refiriéndose a los tapachultecos; las
facilidades para establecerse en una ciudad tan bonita (esto otorgado por
nuestro gobierno), las diferencias entre esta y otras ciudades más
desarrolladas y menos filantrópicas de nuestro país, así como su gratitud hacia
nuestra gente por su gran corazón, pues a su familia no le falta alimento ni
hogar debido a la bondad vista en
nuestra ciudad. Todo ello me hizo reflexionar acerca del altruismo y la
filantropía en nuestra gente.”
De esta manera inicia a narrar Priscila Villalobos su
experiencia y da su punto de vista sobre el tema.
“En algunos estados de la república está prohibido
mendigar, pero aquí la situación es todo lo contrario, por suerte. Las
autoridades suelen hacer aportaciones solidarias a quienes lo solicitan en las
calles.
Hace no mucho tiempo se hablaba en las escuelas,
oficinas y redes sociales acerca de algo llamado “Café pendiente”; para quienes
no estén al tanto, se trata de acudir a una cafetería o restaurant con ese
servicio, pagar un café y pedirlo “pendiente”, esto con la finalidad de
beneficiar a los menos pudientes, así alguien de escasos recursos o en
condición de calle puede presentarse en el susodicho lugar y pedir su café
pendiente sin necesidad de pagarlo, pues alguien más ya lo hizo. Esta forma de
altruismo hizo mella en algunas personas de nuestro estado, por eso a poco tiempo se pudo apreciar en Tuxtla Gutiérrez
el primer café pendiente de nuestro estado, hoy en día, la bella perla de
Soconusco también cuenta con un lugar con el servicio de “Café pendiente”,
clara muestra de la iniciativa y buena voluntad.
Pese a no ocupar uno de los primeros lugares en
altruismo a nivel nacional, de acuerdo a una encuesta realizada por Alducin y
Asociados en el año 2001; en efecto, las personas en nuestra región suelen ser
muy caritativas, por eso se conjuntan muchas personas en eventos de
beneficencia, patrocinadores y receptores de distintos objetos, en su momento
el Instituto Nacional de Migración otorgó cobertores, medicamentos y alimento a
los refugiados, del mismo modo año con año diversas instituciones, asociaciones
civiles, órganos de gobierno, comercios y particulares colaboran otorgando juguetes
y útiles escolares a los niños más necesitados en fechas específicas. En la
actualidad es común encontrar asociaciones sin fines de lucro dedicadas a
tender la mano a la población, de este modo, “el fuerte protege al débil.”
Otro ejemplo es un negocio del centro de Tapachula en
el cual otorgan tortas y refrescos gratuitos a quien lo necesite, curiosos
alimentos con mensajes de amor y esperanza, lo cual, de acuerdo a los dueños
del negocio además de alimentar el cuerpo, alimentan el alma, aludiendo a un
ser supremo como dador de ello.
AMARILLO
Toda moneda tiene dos caras y la solidaridad no es la
excepción.
México es un paraíso fiscal en muchas formas, como la
evasión de impuestos de manera legal. En nuestro país tenemos la opción de
deducir impuestos (la expresión “bonita” para la evasión) a través de donativos
a diversas fundaciones, instituciones y demás con fines altruistas; es bien
sabido como la legislación actual es muy generosa en ese aspecto, pues se
permite hacer una deducción total por medio de los donativos, lo cual no es
malo en realidad, con ello se beneficia a sectores marginados de la población y
se apoya en cierto modo la economía de una empresa y ésta última a su vez
favorece a la población con la creación de fuentes de empleo; a fin de cuentas
¿Quién tendría los ánimos y la solvencia económica para realizar donativos
millonario a quien más lo necesite?
Así descubrimos dos formas de solidaridad: la
“orgánica” o auténtica y la falsa, ésta tiene su raíz en la evasión de
impuestos, obtención de publicidad gratuita (práctica común en la política),
crear una imagen llamativa ante la sociedad y otras cuestiones disfrazadas de
buenos samaritanos. Sin embargo; ambas formas acaban favoreciendo a muchas
personas y esto se vuelve recíproco, un círculo de bienestar constante para
impulsar el desarrollo social.
ROJO
Sin embargo; estas cuestiones económicas y de imagen
se arraigan en la mente de las personas y crean paradigmas sociales, los cuales
impiden el crecimiento d la filantropía y la caridad en los ciudadanos,
censuran las prácticas humanitarias en masa y en numerosas ocasiones esto
empeora y entonces, las personas en contra dela evasión de impuestos mediante
la falsa solidaridad, con su incredulidad hacia las causas benéficas y repudio a
las grandes empresas hacen uso de verbo y demás para coartar la buena voluntad
de los demás (como ocurrió con el Teletón), realizan campañas de desprestigio
en contra de fundaciones, programas, instituciones y empresas agremiadas en la
caridad y se olvidan de los verdaderos afectados, las personas con verdadera
necesidad.
A esto agreguemos a los aprovechados, sí, esas
personas en buenas circunstancias dispuestas a tomar auxilios cuyo fin es
favorecer a quien si lo necesita, como sucede con los programas sociales; así
encontramos adscritas en programas de beneficencia a personas con toda la
capacidad económica y laboral para solventarse, o bien, en eventos para bien
social tomando un lugar que no les corresponde y en el peor de los casos, como
ocurrió en la cabalgata de día de reyes, funcionarios públicos (del propio DIF
incluso), arrebatando de manera literal los beneficios (juguetes, en este caso)
a la población en general como si de ello dependiera su vida. Aunado a esto se
encuentran los holgazanes quienes tomaron la calidez de los corazones de lo
demás como modo de vida, me refiero a quienes mendigan por encontrar en esta
práctica un sustento fácil y nada laborioso aquellos capaces de crearse a
propósito una condición apropiada para solicitar un apoyo, trátese de quien se
autolesiona, inventa una enfermedad o problema con tal de recibir un bien.” ¿Usted
qué opina?
Denuncias y comentarios:
periodistaexal2015@hotmail.com Cel. y
Wts. 962 10 80 934 Tapachula, Chiapas, México; 25022016
No hay comentarios:
Publicar un comentario