La elección extraordinaria de gobernador en Colima se extiende como un
campo minado ante los pies de Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del
Partido Revolucionario Institucional. Se trata de un proceso electoral que
impondrá retos máximos a la conocida sagacidad del sonorense, que arranca esta
batalla cuesta arriba.
Para comenzar, la sociedad reconoce que si el proceso tiene que ser
repuesto se debe a una acción indebida del PRI: La influencia del gobierno
estatal tricolor provocó daños al erario público por 21.8 millones de pesos,
así como una dosis inusitada de polarización social y de conflictos entre las
fuerzas políticas nacionales.
Costará trabajo sostener un discurso de honestidad, de transparencia,
de respeto a la democracia, cuando las más altas instituciones nacionales
dejaron en claro con su fallo que los priístas locales incurrieron en prácticas
de la peor politiquería electorera.
Aunque Beltrones haga declaraciones del tipo de “esta es una de las
elecciones más limpias que se ha vivido en Colima”, sus colores ya no tienen
credibilidad que las respalde.
Además, hay un caldo de cultivo ideal para la apatía electoral: Que
gran parte del proceso se dé durante las vacaciones decembrinas; el desencanto
con los líderes locales y el hartazgo ante la guerra sucia partidista
seguramente alejarán a gran cantidad de ciudadanos de las urnas.
Consideremos que el abstencionismo siempre es una pésima noticia, pero
más todavía cuando el candidato priísta ganó la anterior elección por tan sólo
.17 por ciento de los votos, apenas 503 sufragios que hicieron la diferencia
ante el candidato del PAN.
Se trata, además, de la primera de las elecciones en las que el PRI
tiene focos rojos rumbo al 2016 con otros ocho estados prácticamente en crisis
para el tricolor: Tamaulipas, Chihuahua,
Durango, Sinaloa, Veracruz, Puebla, Quintana Roo y Oaxaca.
Quizá la única ventaja visible y aprovechable para el tricolor sea que
en el mano a mano entre los candidatos punteros, del PRI y del PAN, Ignacio
Peralta es el mejor. Y por mucho.
Este es el panorama electoral para Manlio Fabio Beltrones, por lo que
la elección colimense impondrá un tono y un ritmo, para bien o para mal, al
avance de su proyecto rumbo al 2018.
Por todo ello, si el presidente del PRI visita la lona en este primer
round podría resultar fatal en su pelea por la Presidencia de la República, aunque
también representa una oportunidad para que deje en claro si sus habilidades de
estratega electoral son tan aguzadas como las que exhibió siendo parlamentario.
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