miércoles, 28 de octubre de 2015

NUESTRA PALABRA


El turismo sexual como política pública

Las arcas municipales es tan critica que "hay que hacer lo que sea" para poder recaudar unos cuantos pesitos

¿Quién no ha escuchado la frase de boca del muchacho o el adulto arrestado en un punto de droga, en plena jugada ilegal o deambulando por la zona de tolerancia en el bajo mundo que las alienta?
A pesar de toda la dureza que contiene lo que se va a decir, lo decimos porque contiene también toda la realidad de lo que ha estado ocurriendo últimamente en el gobierno municipal, la adopción de una política pública que no se asienta en órdenes ejecutivas ni las certifica el gobierno del Estado, es la política pública que alienta el vicio a través del programa denominando “Tijuana Coqueta”, que según promovería el turismo sexual  que se realizan en bares y cantinas. Lo que hace suponer entre los tijuanenses. ¡Que las arcas están vacías y hay que hacer lo sea pa’ meterle mano a unos pesitos!
Así que no debimos  quedar anonadados cuando escuchamos que el gobierno municipal promovería el supuesto proyecto denominado “Tijuana Coqueta”, que muchos funcionarios habrán  estarán deseosos de que este proyecto se haga realidad y pondrán todo nuestro empeño en lograr que así sea ya que seguramente se frotan las manos con el argumento de que no sólo ofrece una nueva fuente de ingreso al gobierno, sino que es otro atractivo para los turistas lo que les representará muchos ingresos.
Sin embargo, no presentan prueba alguna del estudio realizado entre los tijuanenses para concluir que muchos están deseosos por que llegue “el atractivo proyecto”. Tampoco si el estudio, en caso de haberse hecho, se preguntan los tijuanenses si en lugar del proyecto denominado “Tijuana Coqueta” prefieran más oportunidades del trabajo que dignifica para sustentar a sus familias con el sudor de su frente y procurarse una vida mejor.
De todos modos, el atractivo producto que promociona el Presidente de COTUCO Tijuana aparte del juego de azar, la lotería tradicional y la electrónica, las tragamonedas, el Pega todos los días de la semana, los casinos, el hipódromo, las máquinas de “entretenimiento” y otras versiones, legales e ilegales del vicio diseminadas por todos los rincones de la ciudad.
Más bien lo que Hacienda pretende es recaudar unos pesitos que el proyecto “denominado “Tijuana Coqueta” dejará, sin ponerse a pensar que el resultado final será un pueblo más empobrecido de lo que ya está. Un mensaje subliminal de Miguel Ángel Bediola que trata “hacer lo que sea” con tal de meterle mano a mucho más dinero para financiar la cada vez más creciente ineficiencia estructural del gobierno.
Para no hablar por ahora de los efectos sociales y morales propios de la compulsión al tema de turismo sexual: pérdida de la autoestima y del trabajo, ruptura familiar, altas tasas de depresión, dependencia al alcohol y las drogas, abuso físico y robo intrafamiliar y propensión al crimen. La verdad sea dicha, un pueblo como el nuestro, lo menos que necesita es la promoción del vicio como política pública. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario