Si de algo estoy seguro es que el señor Marcelo
Ebrard Casaubón (1) pertenece a una clase de hombres que no se dan en
maceta. Debo reconocer que es un hombre exitoso y profesional, y se ha
preparado mucho para ello. No tan solo ha tenido esa preparación académica que
requieren los hombres sabios, también ha hecho lo suyo en torno al
contexto de la valentía y la hombría, porque pese a que dicen que tiene
sus defectillos en cuanto a la hombría, también me queda claro que tiene ese
valor que solamente los que se precian de ser muy machines adquieren para hacer
exitosamente lo que quieren alcanzar. Y no es que me caiga bien el señor
Ebrard, pero alguna vez tenía que reconocer que su capacidad es mayor al de la
mayor parte de los hombres que se dedican al servicio público.
Por principio de cuentas debo tomar en cuenta que fue formado por uno de
los hombres más talentosos que ha pasado por la política mexicana, aunque creo
que de él también entendió que la política se realiza a base de convencías. El
señor Manuel Camacho Solís (2) solamente tuvo
una equivocación: pensar que los juramentos juveniles duran toda la vida.
Finalmente entendió que las cosas de jóvenes se quedan en la juventud, y se lo
demostró muy bien Carlos Salinas. Alguna vez intento justificar su amargura,
como se lo plantee, señalando que lo que le habían hecho no era cualquier cosa.
Simplemente le dije que mostrara donde estaba escrito que él tenía que heredar
la Presidencia de la República. No sé si lo entendió, pero nunca dude de su
capacidad.
Camacho Solís volcó su cariño en el señor Ebrard y lo cuido como un
hijo. Le enseño que la Ciudad de México puede ser un buen filón para hacer
negocios, es más, conjuntamente con Alejandra Moreno
Toscano (3) tienen cerca de veinticinco años haciendo negocios exitosos
en la Ciudad de México. Pero también debo reconocer que hacer negocios exitosos
no es lo único que se tiene que hacer cuando de trascender se trata. Camacho ha
trascendido y es un hombre que tiene muchos amigos entre tiros y troyanos. Y no
es que lo afirme simplemente porque estuvo a un paso de la muerte, pero también
debo señalar que ha tenido dos yerros garrafales: Marcelo
Ebrard Casubon y Andrés Manuel López Obrador (4).
Son los hombres que más caros le han salido al sistema político
mexicano en lo que va del siglo. El tabasqueño se las sabe de todas… todas en
eso de sacar dinero, al igual que el señor Ebrard. Pero Ebrard tiene mucho
cinismo y pocas formas de defensa mientras López Obrador esta sobrado de
recursos. López tiene servidores y el señor Ebrard tiene cómplices. Por eso
digo que el señor Marcelo Ebrard es el hombre más cínico de México, porque lo
que se ha robado lo tiene guardado, mientras que el otro guarda poco y gasta
mucho en su proyecto político. Marcelo es tan cínico que piensa que todo lo
merece simplemente porque es un hombre inteligente, pero el piensa que es audaz
porque fue a ver a los diputados que lo investigan, eso no es audacia, eso es
cinismo. Nunca podrá demostrar su inocencia simplemente porque los visito. Debe
entender que está a un paso de la cárcel. He dicho, y reconozco que es muy
inteligente, pero ladrón. Vale.
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