Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al
Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como
cualquier intención injerencista en nuestro territorio.
Si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías de los Estados
Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales, como lo
demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este
año.
Nuestro gobierno ha asegurado en cuatro meses más de 40 toneladas de drogas,
incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo. También ha detenido a más de diez
mil personas vinculadas con estos grupos.
Si el gobierno de Estados Unidos y sus agencias quisieran atender el
grave consumo de fentanilo en su país, pueden por ejemplo combatir la venta de
estupefacientes en las calles de sus principales ciudades, lo que no hacen y el
lavado de dinero que se genera por esta actividad ilegal que tanto daño ha
hecho a su población.
También podría iniciar una campaña masiva para evitar el consumo de
estas drogas y cuidar a sus jóvenes, como lo hemos hecho en México. El consumo
y la distribución de drogas está en su país y ese es un problema de salud
pública que no han atendido. Además, la epidemia de opioides sintéticos en
Estados Unidos, tiene su origen en la prescripción indiscriminada de
medicamentos de este tipo, autorizados por la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA) como lo demuestra el juicio contra una farmacéutica.
México no quiere confrontación. Partimos de la colaboración entre
países vecinos. México no solo no quiere que el fentanilo llegue a Estados
Unidos, sino a ninguna parte. Por ello, si Estados Unidos quiere combatir a los
grupos delictivos que trafican droga y generan violencia, debemos trabajar
conjuntamente de forma integral, pero siempre bajo los principios de
responsabilidad compartida, confianza mutua, colaboración y sobre todo, respeto
a la soberanía, que no es negociable. Coordinación sí; subordinación, no.
Para ello propongo al presidente Trump que establezcamos una mesa de
trabajo con nuestros mejores equipos de seguridad y salud pública.
No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los
problemas, sino hablando y dialogando como lo hicimos en estas últimas semanas
con su Departamento de Estado para atender el fenómeno de la migración; en
nuestro caso, con respeto a los derechos humanos.
La gráfica que el presidente Trump ha estado subiendo a sus redes
sociales sobre la disminución de la migración fue elaborada por mi equipo de
trabajo, que ha estado en constante comunicación con el suyo.
Instruyo al secretario de Economía para que implemente el plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México..